La voz de Lenna es gentil, no suena tan amenazadora como suele ser siempre, me mira fijamente y soy consiente de que su belleza solo es otro de sus muchos atributos alpha de los que goza, aún así, permanezco mirándola encantada, sin entender de lo que habla, quizá el medicamento es mucho más fuerte de lo que esperaba.
Poco a poco la imagen de Lenna en mi pórtico ensuciando su falda de tubo por estar sentada en el suelo tratando de hablar de algo que no estoy entendiendo se hace borrosa, ¿Que me está diciendo? No lo sé tengo sueño.
– Disculpa... – soy la primera en romper mi propio hechizo- Sería mejor hablar dentro ¿No te parece?
Su cara de preocupación se borra una vez más vuelve a tener esa notoria molestia en el rostro. Pero me levanta y me hace entrar.
Una vez dentro me deja sin cuidado en mi sofá haciendome sentar de manera brusca, sacándome un chillido de dolor, cosa que la desconcierta.
– ¿Estás bien?– solo eso dice.
– De maravilla, ¿Que tal tú?– digo con exagerado sarcasmo, haciendo que vuelva a mirarme con superioridad
– Al grano, hoy hablé con él presidente del estudio, la política de la empresa de "Protección a omegas" dicen que deberían correrme por supuestamente violarte.
Ella pausa un segundo buscando mi mirada atenta y una señal a qué la estoy escuchando, así que levanto una ceja en señal de que puede proseguir.
– Pero las cámaras de seguridad que muestran como tú te aventaste a mi y me arrastraste suplicando que te mordiera hacen ver qué la atacante fuiste tú y a la que despedirán es a ti.
Puedo sentir como la sangre abandona mi cuerpo dejándome por completo pálida, ¿Como que me voy a quedar sin empleo?
Esto no me puede estar pasando, yo no tengo la culpa, solo son mis feromonas, pero eso nadie lo creerá...Ella pasa una mano delante de mi rostro para regresarme a lo que está diciendo y cortar mi hilo de pesimismo.
– Respira, Megan, aún no termino– Ella toma aire y vuelve a hablar– les dije que todo fue consensuado. Tu parte y mi parte, tampoco quiero que te despidan por una cosa así.
– ¿Entonces aceptas que tienes la culpa de esto y no quieres que pierda mis ingresos?
Lenna rueda los ojos y se lleva una mano al cuello acariciando una herida en el.
¿Porque no la había notado?
– No, es porque estoy empezando y se vería mal que corran a una Omega de mi primer equipo de trabajo después de algo como lo que pasó ayer y solo me daría mala fama, entonces la gente diría "no hay que trabajar con ella, solo abusa de sus Compañeros Omega y los deja sin trabajo"
Me quedo perpleja ante lo que me está diciendo, si bien, es egoísta la razón por la que aún trabajo con ella, es verdad que tiene mucho que perder.
– Bien, supongo que puedo tomar tu idea, tampoco quiero que pierdas tu trabajo- ella levanta una ceja incrédula de lo que digo para darme una sonrisita cómplice de las que suelen dar los alpha cuando caes por ellos, inmediatamente dejo de mirarla con amabilidad y vuelvo a hablar– ya sabes, si pierdes el trabajo yo también, te recuerdo que estoy trabajando para ti.
Tal parece ser que olvidó eso, y por unos segundos nos miramos en silencio, no se que más decirle y aparentemente no tiene prisa por irse.
Busco con la mirada algo que me salve de este silencio, pero solo veo mis gatos avanzar cautelosos de ella.
– Bueno... ¿Quieres un café o algo?– vuelvo a sentirme intimidada por ella, puedo sentir sus feromonas en la habitación, no son las que olí la primera vez que la vi, ni son las del hospital, incluso son totalmente diferentes a las que sentí en el estacionamiento.
ESTÁS LEYENDO
DE ALPHAS Y CELO
RomanceDesde pequeños se nos da una condena, algo que deberemos arrastrar siempre si es que queremos seguir en el juego de la vida pero ¿Que pasa si el destino te da las peores cartas a jugar? Megan es una mujer Omega resignada a no encontrar la felicida...