ꨄ︎ℍ𝕚𝕝𝕠 ℝ𝕠𝕛𝕠ꨄ︎

🅔︎🅢︎🅟︎🅔︎🅒︎🅘︎🅐︎🅛︎ #3

𝑺𝒂𝒌𝒖𝒓𝒂 𝒙 𝑯𝒊𝒏𝒂𝒕𝒂

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Las chicas se habían vuelto muy unidas desde que sus amigos empezaron a salir, aunque desde antes ellas ya tenían comunicación pero no mucha.

El primer contacto cercano que tuvieron fue cuando Hinata estaba llorando en la cima de las cabezas hokage, Sakura hiba allí para encontrar paz, sin embargo no espero encontrar a aquella persona que le haría muy feliz.

–Hinata?– dijo desconcertada la Haruno al verla sentada en la orilla

–Sakura-San! ¿q-que haces a-aqui?– dijo con la voz temblorosa limpiando rápidamente sus lágrimas

–Hinata, ¿estás bien?– dijo sentándose al lado de la peli oscura.

–y-yo....... no, no lo estoy, por que el amor tiene que doler tanto– dijo rompiendo en llanto nuevamente.

La pelirosa solo se dispuso a abrazarla, sabía lo horrible que se podía llegar a sentir un amor no correspondido.

–¿quieres contarme que sucedió?–

–y-yo hoy salí con naruto-Kun, d-decidi decirle mis s-sentimientos por el, p-pero él me dijo q-que ya esta enamorado de alguien más–

–oh Hinata, lo siento mucho–

–e-esta Sakura-San, seguro Naruto-Kun será muy feliz con Sasuke-Kun, pero eso no evita que me duela el no poder ser quien le causará esa felicidad–

–ven aquí Hinata– dijo abriendo sus brazos, la otra solo se dejó caer en el pecho de la Haruno, llorando y soltando todo lo que la atormentaba.

La pelirosa acariciaba el cabello de la otra para reconfortar la, mientras esta sollozaba escondiendo su rostro en el pecho de la contraria.

Estuvieron en esa posición hasta que la Hyuga se sintió mejor y se separó.

–l-lo siento Sakura-San, t-tu ropa está toda e-empapada–

–no te preocupes por eso Hinata, ¿quieres ir a comer algo conmigo?–

–c-claro–

La Haruno lo que quería era distraer a la chica, para que no tuviera que seguir pensando en el tema.

Ambas pasaron más tiempo juntas, se conocieron más y Sakura le contó su experiencia con la rubia, y el como nunca le pudo decir lo que sentía gracias a su inseguridad y conocimiento sobre el pensamiento de la Yamanaka sobre las parejas del mismo sexo.

La hyuga fue aceptando y superando lo sucedido con el Uzumaki, mientras al igual Haruno se iba olvidando de la Yamanaka.

–Sakura-San!– dijo la peli oscura levantando su mano a la distancia para que la oji verde la encontrará.

–Hola Hinata‐Chan, ¿te cortaste el cabello?– dijo sorprendida, ya que, no se lo esperaba

–oh si, ¿acaso se ve mal?– dijo con un leve rubor en sus mejillas.

–no no, es todo lo contrario, te ves incluso más linda que antes– dijo dándole una sonrisa, mientras la contraria se sonrojaba de manera más notable

–b-bueno S-sakura‐San, ¿nos vamos?–

–Si!, el lugar donde estaremos es muy tranquilo y solitario, por lo tanto no habrá inconvenientes–

La pelirosa guiaba a la peli oscura hacia el interior del bosque. Ambas habían quedado en pasar un día juntas después de que por más de un mes no tuvieran el tiempo suficiente por las misiones impuestas.

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Así fueron transcurriendo los años, pasando tiempo juntas volviéndose mejores amigas.

Habían estado allí para sus amigos en todo momento, sobre todo en el embarazo del Uchiha menor, ayudando a controlar sus cambios de humor y haciendo de suplentes a el rubio, cuando este se tenía que ir a trabajar.

–Sakura!– dijo la oji blanca corriendo hacia la Haruno que apenas había vuelto de su misión

–Hola Hinata!– dijo saludando con entusiasmo a la Hyuga que se lanzó a abrazarla.

–que bueno que estás bien– se apegó un poco más a la ojiverde

–¿tanto te preocupaste?–

–¿que esperabas? Tsunade-sama dijo que los habían atacado–

–¿me crees tan débil?– dijo haciendo drama

–no digo eso, solo que tenía miedo que salieras lastimada–

–tranquila estoy bien– dijo revolviendo un poco los cabellos contrarios

–snif–

–¡¿estas llorando?!– pregunto alterada la pelirosa

–n-no– dijo y se separó tratando de ocultar sus lágrimas

–perdón, no sabía que te había preocupado tanto– dijo abrazandola

La Haruno cargó a la Hyuga sin previo aviso sorprendiendo a esta.

–¿q-que haces?–

–te llevaré a tu casa y compensare por hacerte llorar–

–n-no es necesario, p-puedo caminar tu eres la que d-deberia ser cargada–

–no me molesta cargarte, y no me siento cansada, así que, compensare tu preocupación–

La ojiverde no dejó replicar a su amiga y empezó a saltar sobre los tejados de las casas para llegar al lugar donde la pálida se había mudado para tener más privacidad y tiempo para ella.

–Sakura ya puedes bajarme– dijo al ver que ya habían llegado a su casa

–no quiero, Hinata‐chan es muy cálida, que me dan ganas de abrazarla siempre–

–¿q-que dices?–dijo sonrojada (modo tomate: on)

–solo la verdad, eres muy tierna Hina-Chan– dijo mientras caminaba hacia la habitación de esta.

La Hyuga sólo se sonrojo demasiado ante el sobrenombre puesto por la pelirosa.

–Sabes Hina-Chan, te quiero mucho– ya habían llegado a la cama y la oji verde solo cayó rendida con la ojiperla sobre la cama.

Hinata se preocupó por el colapso repentino de su amiga, cuando tocó su frente se dio cuenta que la chica tenía fiebre.

Ella sólo la acomodó en la cama adecuadamente y fue por un paño y un recipiente con agua fría para bajar la temperatura, mientras usaba un poco de ninjutsu médico para ayudar y revisar si había alguna herida.

Al no encontrarse con algo fuera de lo normal supuso que podría haber sido por el sobre esfuerzo, una vez se recuperará ya le daría un buen reclamo por no cuidar de su salud.

Estuvo a su lado durante todo lo que resto del día junto a la Haruno, quien en la madrugada despertó sintiéndose un poco desorientada.

–q-que? Hinata?– dijo al ver a la peli oscura recargada en la orilla de la cama mientras dormía, entonces notó el paño en su frente y supuso lo que paso.

–Hinata, te lastimaras si duermes así– dijo removiendola un poco

–mm? ¿Q-que pasa?– dice tallando sus ojos

–te lastimaras, mejor ven a dormir a la cama–

–¿c-como te sientes Sakura-San?– dijo mientras se acostaba en la cama al lado de la otra

–ya mejor, gracias a ti– abrazo a la chica en forma de agradecimiento

–me alegro *bostezo*–

–vamos a dormir, en la mañana hablaremos con más calma–

–s-si– dijo y se acurruco bajo las mantas

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Segunda parte en el siguiente.