14 de Febrero.

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~POV: Callie~

—¿Hoy cenaremos juntos?

—No.

—Otra vez. Hace no sé cuánto no cenamos juntos, es más casi ni te veo, pensé que hoy...

—Dije que no Callie. Tengo que estar en el hospital, hoy llegan muchos traumas por ser...—se quedó callado.

Exacto, 14 de febrero. Creí que lo pasaríamos juntos pero en vez de eso prefieres ir al hospital a pesar de que te falta muy poco para cubrir las 80 horas obligatorias. Seguramente estarás feliz trabajando a lado de Stevens.

—No empieces con eso de nuevo. Después te recompensaré este día. Debo ir a trabajar porque las horas extras me caerían muy bien. Además no me critiques porque yo trabajo demasiado para tener lo necesario aquí.

—¿Solo tú trabajas demasiado? Por si no recuerdas doy clases en la preparatoria, doy clases a los chicos del instituto, voy a la universidad y empecé una nueva clase particular como tutora y aún así ¡SIEMPRE REGRESO A CASA! Por que intento pasar tiempo contigo, CON MI NOVIO.—Realmente estaba enojada.


—Sí, la nueva clase en la que tanto tiempo pasas. No seguiré hablando de estupideces, me voy a trabajar.






~POV: General~

Salió enojado dejando a una Callie dolida en casa. Ella no hacía más que esforzarse tanto para obtener tan poco.
Había pasado un mes desde que se ofreció a enseñarle a Arizona Contabilidad y algunas cosas de administración de empresas así que esta la contrato oficialmente como su tutora personal.

Después de las clases normales junto con todos, Arizona se quedaba un rato más con Callie para estudiar y eso las estaba haciendo unidas algo así como amigas. Arizona no lo sabía pero su presencia había ayudado mucho a que Callie fuera más tolerante y cálida con sus alumnos y eso los tenía a todos sorprendidos.






~POV: Arizona~

—Papi ¿que piensas hacer con el instituto que vas a comprar?

—¿Por qué quieres saber?

«Por que lo quiero comprar ¡duh!»

—Simple curiosidad. Además acuérdate que ahí es a donde yo voy en las tardes a estudiar.

—Sí ya lo sé pero si lo compro ya no será más una escuela. Quizás lo convierta en restaurant, pero depende...

—¿Depende de qué?—estaba entusiasmada por saber.

De que tan popular sea para las personas la ubicación de ese lugar. Además esa escuela ya no da para más, solo un alma muy bondadosa invertiría su dinero en ella y los resultados tardarían mucho en verse. Pero claro yo no estoy dispuesto a apostarle mi dinero.

—¿Entonces si alguien más lo quiere comprar se lo cederías?

—Tal vez. Pero nadie lo quiere. No es lo suficiente bueno.

—Pero la gente que trabaja ahí si lo son y necesitan el trabajo. ¿Que dirías tú que necesita el lugar para salvarse?

—Vida. Que se note que tiene un propósito real y claro alguien que se atreva a invertir dinero. Si lo saben hacer...con el tiempo puede llegar a ser un gran proyecto monetario. Pero cómo ya te dije, no hay nadie interesado en hacer eso.

Tú, Secretos y Adicciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora