El cierre temprano de la escuela fue una bendición para el ojiverde, quien desesperadamente buscaba a la ojiazul para aclarar el posible malentendido, sin embargo Agreste se tomó su tiempo para salir, a diferencia de los demás quienes salieron casi disparados a disfrutar una larga tarde.
Con enojo Adrien intentaba desbloquear su celular y llamarle a Marinette, pero en cada intento, el celular siempre se apagaba ¡En buena hora se fue a descomponer el aparatejo!
Solo hasta que la idea de ir directamente a la panadería y verla le llegó, fue cuando dejo por la paz a aquel dispositivo. Un gran golpe de suerte o el universo apiadandose de él fue lo que posiblemente sucedió, pues de la nada la encontró sobre la acera despidiéndose de Alya con la palma de su mano, quien cruzaba junto con Nino la calle, dejando a la ojiazul sola.
Una sonrisa enorme y una emoción incontrolable. En cuanto la vió, casi volando llegó donde ella, abrazandola con euforia, feliz de finalmente encontrarla.
-¡Marinete, también te amo! Lo que escuchaste no era sobre ti, yo...
Agreste detuvo sus palabras al ver que ella lo había empujado con su ceño fruncido. Miró su azul mirar ser desviado al suelo y habló.
-Adrien, está en todas las revistas de sociales ¡Tú y Lila son novios!
Sorprendido el ojiverde negó girando a mirar a los espectaculares, dando una mueca de espanto y asco al percatarse que ese espantoso photoshop estaba por todo París.
-No puedes pensar que ella y yo...
-No me vuelvas a buscar ¡Yo no te quiero! Olvida la carta que te escribí.
Y se fue corriendo mientras él era detenido de nueva cuenta por Nathalie, que denuevo había salido de quien sabe donde, limitándose a mirarla ir.
Algo comenzó a hacer eco en su cabeza, al mismo tiempo que recibía la agenda extrañamente en un sobre de papel. Marinette entre su enojo dijo "la carta que te escribí", acaso... ¿acaso Marinette si había escrito algo y la carta tenía reverso? ¡Rayos!
-Mi vida es una fiesta y yo soy la piñata.
Dijo entre dientes, no siendo escuchado por la mujer que le daba ordenes que no tenía interés en acatar.
-¿Si leíste el reverso cierto?
Dijo el kwami escondido cerca de su oído, reafirmando su teoría pasada, haciendo que él cerrara los ojos pesadamente.
-Veo que no, aunque no te perdiste de mucho, en pocas palabras decía que te amaba con locura.
Él negó escuchando las risas de Plagg en su oído. Tan cerca y tan lejos de la casa de Marinette, no le quedó mas que subir al auto y quedarse encerrado todo lo restante de ese día bajo el yugo de su padre.
Continuara...
Otro año más para mi... rayos.
En fin, disfruten.
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Sueño
HumorNo había nada de lo cual preocuparse pero nada tenía sentido, esa mañana que parecía y sentía ser igual a las demás, no le terminaba de cuadrar a Adrien Agreste.