Bonus

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Decir que Katsuki estaba sonrojado era poco. Sentía que esta hirviendo en fiebre.

Deku sabía más cosas de Katsuki que él mismo. El rubio sabía perfectamente que podía llegar a ser un poco egocéntrico, pero esto superaba cualquier nivel; habían hojas y hojas hablando de él, con al menos dos dedicadas solo a sus ojos. ¿En serio tanto le gustan?  Incluso los había dibujado y no tenía idea de cómo, pero de alguna forma había logrado sacar el mismo tono que los verdaderos. ¿Cuánto tiempo estuvo haciendo esto?

 Francamente, después de leer la libreta del nerd no sabía si sentirse acosado o amado. Talvez un poco de ambos.

Pero lo que le llenaba el pecho de un sentimiento cálido, era que pese a todos los defectos que sabía que tenía (Por que sí, también habían páginas de eso) de alguna manera Deku por por más increíble que le pareciera, se centraba más en lo bueno. 

Leía a través de él perfectamente y había podido reconocer todos los esfuerzos que ponían en mejorar aunque para el resto de sus compañeros, incluido Kirishima que se autodenominaba su mejor amigo, no fuera tan notorio.

Dejó la libreta debajo del kotatsu una vez que lo terminó de leer, no quería que la vieja bruja se acercara a verla y la leyera pues no lo dejaría en paz en lo que restaba de vida...o bueno al menos mientras el pecoso no estuviera, pues al parecer todos los Bakugou tenían una cierta debilidad por el peliverde.

Como aún hacía un puto frío afuera no quería moverse del cálido kotatsu, pero si bien la posición en la que estaban era más que cómoda para el pecoso, sabía que si él continuaba así, el dolor de espalda que tendría mañana se lo haría pagar, así que con cuidado movió un poco al pequeño acosador peliverde para poder acomodarse mejor junto a él.

Lo abrazó por la cintura desde atrás e inmediatamente el pecoso se dio la vuelta entre sueños apoyando su cabeza cerca de su corazón. Katsuki solo sonrió ante el acto y acarició con cariño los rizos del menor. 

Quería al peliverde aunque fuera un acosador y una allanador de morada en potencia.

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— Que te valga verga Deku.

— ¡Kacchan!

Llegar a clases el día lunes fue un problema pues Katsuki se negaba a soltarle la mano a su novio para entrar a la academia, pero Izuku aún estaba avergonzado por lo que el Bakusquad había alcanzado a leer de su libreta y sabía que si los veían así no tardarían en unir cabos, así que le rogaba que lo soltara.

Finalmente el cenizo terminó cediendo ante los mimos y ojos de cachorro de Izuku, entrando a la academia sin tomarse de las manos. Sin embargo las miradas "a escondidas" que se daban en clase fueron notadas de igual manera por sus compañeros, por lo que a la hora del receso fueron rápidamente interrogados.

Obviamente Katsuki no se molestó en negar nada, incluso le robó un pequeño beso al pecoso, haciendo que las chicas soltaran gritos y felicitaran a la pareja. 

Sero por su parte fue cobrando el dinero de la apuestas con una sonrisa victoriosa al resto del Bakusquad. Todos habían apostado tratando de adivinar quién tenía un crush con su líder y ninguno había pensado que fuera el pecoso excepto él.  La verdad es que él había podido adivinar gracias al dibujo que había logrado ver, pues se parecía mucho al estilo de dibujo que había visto en la libreta de análisis que cargaba el pecoso a todas partes. Además considerando la excesiva atención que le daba al cenizo, no tardó en unir cabos ganándose así casi 10 000 yenes fácilmente.

El resto de sus compañeros después de que se les pasara el shock, y un "Debimos verlo venir" colectivo,  se unió a las felicitaciones. Incluso Aizawa los felicitó a su manera dándoles un asentimiento con la cabeza mientras con su mano desordenaba un poco el cabello de sus estudiantes problema. Supongo que es mejor tenerlos así que peleándose a cada rato.

Libreta perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora