「𝙆𝙞𝙣𝙜 𝙎𝙩𝙮𝙡𝙚𝙨」©ミ 𝙇𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙎𝙩𝙮𝙡𝙞𝙣𝙨𝙤𝙣 (𝙎𝙞𝙣 𝙚𝙙𝙞𝙩𝙖𝙧)

CAPÍTULO VII

— Buenas noches, rey Styles, soy Damian Bouvier. — hizo una reverencia y yo solo podía ver el ceño fruncido de Harry.

— Mis guardias los escoltarán a sus aposentos, si necesitan algo solo pídanlo. — Harry los miró excepto a mí para luego darse media vuelta y regresar por donde vino.

Inevitablemente lo seguí de inmediato sin despedirme de los demás.

— Espera, Harry. — lo llamé una vez estábamos lejos de la familia de nobles. — Debemos hablar.

— Bien, vamos a mi habitación. No podemos hablar en medio del pasillo. — siguió caminando y como pude intenté seguirlo aunque estaba cojeando por el dolor de tobillo. — ¿Te pasó algo en el pie?.— preguntó aún en marcha.

— Me doblé el tobillo. — respondí luego de unos segundos, Harry se detuvo, volteó y examinó mi ropa, es que estaba todo de tierra.

— Eres demasiado torpe. — suspiró y me cargó de manera nupcial.

— Estoy muy molesto contigo. — hablé luego de unos segundos.

— ¿Y eso por qué?.

— Te lo diré cuando lleguemos a tu habitación. No quiero que escuchen lo que tengo que decirte, porque sé que hay muchas personas que están al tanto lo que sucede a tu alrededor.

Cuando llegamos a sus aposentos me dejó sobre uno de los muebles aterciopelado para luego sentarse a mi lado. La puerta estaba perfectamente cerrada, así que nadie podría interrumpirnos.

— ¿Ahora me dirás en dónde estabas?. — me miró fijamente esperando claramente una respuesta.

— Mientras le tomaban las medidas a Niall, fui a la tienda de joyas que estaba frente a la boutique porque quería comprarte algo. — conté con la mirada puesta en mis manos, luego saqué la cajita que estaba en mi bolsillo y se lo di. — Cuando salí de la tienda no sé qué pasó pero terminé en otro lugar, uno el cual no conocía. Intenté regresar pero unos hombres me molestaron y me llevaron con ellos, cuando desperté estaba a las afueras del reino y entonces fue cuando esa familia de nobles me ayudó y así es como llegué aquí.

Cuando terminé de contar lo que pasó, Harry me abrazó sin importarle que estaba sucio, acarició mi cabello para luego dejar un beso en mi frente.

— Lo importante es que estás aquí, yo estaba demasiado asustado. La mitad de todos mis guardias están buscándote pero a estas alturas ya deben de estar regresando. — acunó mi rostro entre sus manos y juntó nuestras frentes. — Por cierto, muchas gracias por el anillo. No debiste...

— ¿Cuándo planteabas decirme que este baile es para que anuncies tu compromiso?. — lo interrumpí.

— ¿Cómo sabes eso?.

— ¿Es lo único que vas a preguntar? Eres increíble. — lo miré demasiado molesto y herido. — Creí que dirías que era falso, que los demás dicen es mentira, solo habladurías. Yo creí que empezabas a quererme, que te interesaba de otra manera cuando al parecer no es así.

— Nunca dije que no te quería, no asumas algo que solo depende de mí.

— Cuando me dijeron que te ibas a comprometer, creí que iba a ser conmigo y fui tan estúpido al pensar que era así. Tú nunca podrías casarte con un simple niño que ayuda a su padre el cocinero. — me levanté como pude. — Está vez yo soy el que no quiere verte Más. Me heriste, Harry. Sé que no debí enamorarme de ti, porque tú nunca me tomarás en serio, ya que después de todo, solo soy un acosador, ¿Recuerdas?. — limpié bruscamente mis lágrimas.

— Louis, ¿Quieres escucharme?. — negué . — Necesito que me escuches, las cosas no son como parecen.

La puerta se abrió de golpe interrumpiendo a Harry y dando paso a cuatro sirvientas con bandejas llenas de aceites corporales, bocadillos y diferentes velas aromáticas. Vi a Harry algo confundido, no sabía exactamente qué estaba sucediendo hasta que lo vi.