「𝙆𝙞𝙣𝙜 𝙎𝙩𝙮𝙡𝙚𝙨」©ミ 𝙇𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙎𝙩𝙮𝙡𝙞𝙣𝙨𝙤𝙣 (𝙎𝙞𝙣 𝙚𝙙𝙞𝙩𝙖𝙧)

CAPÍTULO III

— Entonces, ¿Qué es más importante que interrumpir mi tarde de compras?. — Niall entró sin tocar la puerta de mi habitación y quedó frente a mí.

Dejé a un lado el pergamino que estaba leyendo para prestarle atención.

— Estuviste con él.

— Sí, lo encontré cerca de la plaza. Salía de una boutique, se encontraba con su padre. — se sentó en el sillón frente a mi. — pero, ¿Por qué te digo eso? Si Zayn lo estaba vigilando y a estas alturas tú ya lo sabías.— bufó. — Lo encontré en un callejón, convertido en bruma y con esos ojos rojos como pequeñas luciérnagas. Déjame decirte que no es nada discreto, solo espero que Lou no lo haya visto.

— ¿Por qué estaba en esa boutique? Él nunca ha estado en un lugar así y sinceramente me sorprende.

— Al parecer la paga que le das a su padre es generosa, lo digo, ya que lo quieren hacer parte de la gran sociedad, además de que hace postres y platos magníficos que parecen hechos por los mismos dioses, ese hombre tiene un gran don, ahora entiendo porqué te negabas a aceptar otra persona que cocine para ti.

— Ve al punto, Niall.

— Aburrido. — rodó los ojos. — Louis y su padre irán a la fiesta de Lord Dunne, ya sabes, ese tipo que cree que puede invitarte como si fueras su amigo. La mayoría de los invitados están interesados en comprometer a sus hijos con Louis, solo porque puede concebir, pero eso ya lo sabías. — hizo una pausa antes de continuar. — Louis está de acuerdo con eso, al parecer está muy convencido en olvidarte.

— No podrá olvidarse de mí, ha estado enamorado de mí desde hace años. Además sabes el propósito por el cual él camina por la tierra, él es solo para mí y no pueden quitármelo.

— Esa profecía solo se romperá si llega a amar a alguien más y pasarán de nuevo doscientos años para que vuelvan a enviar alguien para ti.

— Bueno, yo no pienso esperar doscientos años.

— Ya, pero también está ese acuerdo con el rey de las tierras del norte, ¿Recuerdas?. Debes casarte con su hijo y a cambio te dará gran parte de sus tierras mineras y además eso te hará poderoso.

— ¿En qué carajos estaba pensando cuando acepté eso?.

— En realidad, en nada. Estabas ebrio cuando firmaste ese contrato y al día siguiente cuando te enteraste no parecías enojado.

— No estaba enojado porque no pensé que mi compañero estaba cerca de mí, ni siquiera sabía que existía. Hasta que lo rescaté de esos idiotas que querían abusar de él. — frunci el ceño al recordar sus manos asquerosas tocar el cuerpo de Louis.

— Debes resolver todo esto, hermanito. El tiempo se acaba, tic tac. — rió por última vez antes de desvanecerse por completo.

Bien, debía encontrar la manera de anular ese trato y traer de nuevo a Louis a mi castillo.

Hice un chasquido con mis dedos y Liam apareció.

— ¿Ahora qué?.

— Quiero que mandes una carta al rey de las tierras del norte, donde especifique que debe venir lo más pronto posible, que debemos hablar sobre el trato que hicimos y es realmente urgente que se presente. Debes tener tacto al redactar esa carta, ya sabes como es. Una vez que termines me lo traerás para firmarlo.

— ¿Acaso planes anular el trato con él?.

— En realidad quiero cambiarlo, no quiero casarme con su hijo, pero aún así me interesa lo que ofrece así que voy a negociar con él.

— ¿Louis tiene algo que ver con esto?.

— Sabes que sí, ahora, ve a hacer esa carta.

— No creo que Louis quiera volver al castillo. — tiré el pergamino hacia él pero desapareció.

Claro que Louis volvería.

[...]

Hice mi rutina diaria y monótona, me levanté y las criadas ya tenían el baño listo para que pueda bañarme, mi traje listo encima de mi cama ya tendida, desayuné en la enorme mesa yo solo, fui a mi oficina y bueno, aquí sigo.

Sabía que ser rey es realmente frustrante la mayor parte del tiempo y creí haberme acostumbrado luego de mucho tiempo pero al parecer esta vez tenía la sensación de que no estaba apto para este cargo.

Lo único que recibo son problemas en el Reino y además las personas jamás están satisfechas con lo que les doy, siempre quieren y exigen más.

Vi el reloj y faltaban pocos minutos para la llegada de Louis al castillo, al parecer se encontraría con Niall en la puerta trasera que daba pase a la cocina.

Me levanté de mi asiento y fui a abrir la puerta de mi oficina encontrándome a Liam.

— La carta hacia el rey de las tierras del norte ya está listo, sólo necesito que lo firmes. — me tendió el pedazo de papel y lo tomé de inmediato.

— Lo haré más tarde.— caminé hacia mi escritorio y lo dejé ahí.

— Pero no te olvides de leerlo lo más pronto posible, mientras más pronto la carta sea enviada, más rápido tendrá la reunión con ese rey.

— Si, bien. Ahora tengo algo que hacer. — me acomodé mi saco y salí de ahí.

Crucé por un pasillo y pude percatarme por las ventanas, como Niall corría por el jardín hasta llegar a entrar al interior, mientras las doncellas que lo acompañan trataban de seguirle el paso.

El ver a Niall corriendo era una señal, Louis de seguro había llegado.

Apresuré el paso a tal punto que corría por los pasillos hasta llegar a la cocina.

Arreglé mi traje, mi cabello y convertí mi rostro de felicidad a uno inexpresivo. Entré e inmediatamente todos se quedaron callados, excepto Louis y Niall, quienes seguían hablando y abrazándose.

Él debería abrazarme a mí, no a él.

Puse de lado mi molestia y me adentré aún más en la gran cocina.

— Mi rey, ¿Qué se le ofrece?. — preguntó una de las muchas cocineras que habían ahí, llamando así la atención de Louis.

— Quiero que preparen ese pastel de zanahoria, hace mucho que no lo hacen. — no aparté la mirada de Louis.

— Nosotras...no éramos las que lo preparaban, mi rey.

— ¿Entonces quién?. — frunci el ceño. — No me digan que lo preparaba cualquiera, le pudieron haber puesto algo. — aparté la mirada de él para mirar a la mujer que estaba frente a mi con la mirada hacia el piso.

— Yo lo hacía. — una voz fina habló. Música para mis oídos. — Yo puedo hacerlo para usted, mi señor.

— Lou... — Niall lo miraba confundido.

— Bien, cuando esté listo llévalo a la biblioteca. — me di media vuelta para salir de la cocina.

Sali con una sonrisa, al parecer, traerlo de vuelta al castillo sería fácil y de paso evito que se enamore de otro, después de todo, él es mío.

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HOLII.

Okay, me disculpo por tardar demasiado y porque el capítulo sea algo corto.

Espero que me disculpen. Así que, ¿Qué opinan del capítulo? Espero que les haya gustado.

Sinceramente no lo hice tan largo porque estoy emocionada con el siguiente capítulo y bueno, quiero comenzar a escribirlo.

Posdata :me disculpo si hay alguna falta ortográfica.

~ Emma las ama.