「𝙆𝙞𝙣𝙜 𝙎𝙩𝙮𝙡𝙚𝙨」©ミ 𝙇𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙎𝙩𝙮𝙡𝙞𝙣𝙨𝙤𝙣 (𝙎𝙞𝙣 𝙚𝙙𝙞𝙩𝙖𝙧)

CAPÍTULO II

Había pasado apenas dos semanas y media y ya extrañaba el castillo, papá siempre me decía que Niall preguntaba por mí, que me extrañaba al igual que Liam y Zayn, yo de igual manera los extrañaba.

Hace un par de días vi al rey montando su caballo cerca de mi casa y antes yo hubiera salido e intentado tener una conversación con él, pero esta vez fue diferente, lo vi por mi ventana y cerré las cortinas de inmediato, evitando mirarlo.

Debía sacarlo de mi sistema y que mejor que aprender a tocar el piano, eso sin duda alguna hacia que mi mente se mantuviera ocupada.

Además de que hoy tenía que ir a la modista con papá para que diseñara nuestros trajes para asistir a una fiesta en la enorme casa de la familia Dunne, Lord Dunne había tenido la amabilidad de invitar a papá, ya que al trabajar en el castillo y al tener una buena paga, creían que sería apropiado hacerlo, además de que querían añadirlo a su círculo social, cosa que nos parecía absurdo.

Sinceramente pensé que papá no aceptaría la invitación, tal cual hizo con las anteriores. Pero no, dijo que era hora de que yo comenzara a buscar a un esposo y que debo sacar provecho a mi extraña condición, poder concebir a pesar de ser hombre. Son muy pocos los hombres en el reino que pueden hacerlo y la mayoría de ellos están casados con lords muy adinerados, papá dice que debo asegurar mi futuro, pero de igual manera debo estar con alguien que no sólo tenga una buena posición social, sino que me quiera y me cuide.

Así que ahora mismo la modista tomaba mis medidas y lo apuntaba en un cuadernillo mientras sus ayudantes acomodaban las telas para que eligiera el color y material, papá estaba sentado en el pequeño mueble que se encontraba ahí tomando café que le habían ofrecido anteriormente.

- Eres un muchachito muy lindo, atraerás a cualquier lord, príncipe o rey.

Ojalá el rey Styles me eligiera.

- ¿Cómo está tan segura de eso, madame?.

- Tus medidas son casi perfectas y además tu rostro es tan fino y tu piel tan tersa, además de que tus ojos son hermosos. Tus características se acoplan a los... Muchachitos especiales que viene casi todo el tiempo acompañados de sus esposos y créeme hasta ahora eres el más bonito que he visto. - hizo una pausa. - debo ser sincera y decirte que me sorprende que no estés casado aún.

- Aún tengo veinte años, no puedo estar casado tan pronto, además... Hay un hombre que me gusta muchísimo y ni siquiera me quiere cerca, créame, ya intenté de todo y aún así no ha funcionado. - suspiré.

- Tranquilo, cariño, ya llegará un buen hombre que te quiera mucho y que te haga feliz, claro que también cumpla todos tus caprichos. - terminó de apuntar algo en el cuadernillo y lo cerró. - tus medidas están listas, ahora, dime que color prefieres para tu traje.

Hizo una señas a sus ayudantes y se acercaron con distintas telas. Toqué cada una y aunque me parecían telas muy bonitas, una en especial me gustaba, la tela era verde, como los ojos del rey. Entonces entré en un debate conmigo mismo cuestionandome si debía elegir ese como o cambiar a uno azul que por cierto también me gustó.

Bueno, el rey nunca se enterará.

- Este verde está muy bonito, lo quiero.

- Buena elección, cariño. En unos días tu traje estará listo y en la puerta de tu casa esperando a que lo uses.

- Está bien, gracias por... por la charla que tuvimos.

- No te preocupes, puedes venir cuando quieras y tomaremos un poco de té y comeremos pastelitos. Además te puedo dar algunos consejos de como hacer que cualquier hombre caiga rendido a tus pies. - rió levemente.