𝐎𝟔

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Aquel muchacho de cabellera rubia yacía completamente sumergido en sus pensamientos, con ambos codos recargados en el timón, mantenía sus dedos cerca de su frente, donde aquel beso fue depositado, es probable que su rostro este haciéndole competencia a un tomate, no duda de ello.


Nunca ha sido un gran fan del contacto y mucho menos le gusta que alguien rompa su espacio personal pero, ahora, de cierta manera eso no le importa, no con él.


Recuerda perfectamente el cómo cada que iba a un bar en compañía de sus compañeros, Henry siempre le jalaba a donde yacían las muchachas, pero estas nunca fueron de su agrado, le incomodaba el cómo se acercaban y le comenzaba a tocar, no le gusta, asi que prefería mil veces estar junto a Benn y William, que siempre jugaban poker y vigilaban a los demás, principalmente al capitán.


Pero ahora, aquel pequeño beso, ese mínimo contacto le gusto, ¿es malo que le haya gustado? ¿es malo que quiera otro?


Inhalando con fuerza, presiona sus dedos en su sien y exhalando por la nariz frunce los labios, todo esto es nuevo para él. Pudo haber seguido en sus pensamientos pero unas pisadas lo alertaron y giro con fuerza su cabeza, es probable que su cuello haya tronado, por la mirada que le da el pecoso.


Quien yace con unos pantalones negros, justo los que le presto, tiene sus botines negros puestos y está fajándose una camiseta grisácea sin mangas. ¿Por qué se está poniendo una camiseta?


—Debo cubrir mi tatuaje —responde por lo bajo, manteniendo su mirada en su ropa.


El rubio alza las cejas, tal parece lo dijo en voz alta.


—Cierto, no queremos llamar la atención —murmura para sí mismo, dando un pequeño asentimiento.


El silencio se planta en el lugar, ninguno dice palabra alguna, el oji azul aprieta el timón y trata de mantener su vista en cualquier cosa menos en el pecoso, tal parece este tiene la misma idea, pues camina hacia una de las barandillas y permanece recargado en esta, observando el mar.


Se siente algo incomodo que Sabo siente ser asfixiado, lentamente gira su rostro hacia la izquierda y observa el perfil del moreno, su cabellera se mueve suavemente ante la brisa, mirándole bien nota que hay unas cuantas pecas en sus brazos, carajo, es simplemente bonito.


Quiere conocerle, quiere saber lo que le gusta, que le hace sonreír, que le preocupa, ¿esos pensamientos son malos?

𝐏𝐫𝐞𝐭𝐭𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora