El tintineo de una campana llamó la atención de todos en la mesa, Nauge con una sonrisa silenciosa pidió disculpas y se levantó yendo a buscar la fuente del sonido. Aunque todos en la mesa estaban más que conscientes sobre quienes podrían ser y lo confirmaron al ver ambas figuras junto a Nauge.— ¡Finalmente aparecen! Si ustedes dos no venían tendría que comenzar a comerme el mantel – Bromeó Hotte yendo a abrazar al hombre más delgado quien se aferró fuertemente a ella.
— ¿Acaso estás tan feliz de verme hermanito? – Gimió Hotte soltando de golpe todo el aire en sus pulmones. Pero su sonrisa comenzó a atenuar cuando el agarre en su cintura tembló – ¿Por qué no tomas asiento cariño? No es bueno para el bebé que permanezcas parado mucho tiempo – Lo más suave que pudo Hotte con la ayuda de Lessandra colocaron al hombre en la silla más cercana.
El ambiente animado había pasado rápidamente a algo angustioso. Dennys al principio pensó que podía ser algo hormonal, sus maestros les explicaron que los cambios de humor eran una constante independientemente de la especie pero por la mirada estresada de su tío Lunette daba a entender que era algo más que un síntoma común del embarazo.
Su mamá trató de cuestionar la situación, pero al recibir una obvia negativa todos acordaron silenciosamente iniciar la cena. Con gráciles movimientos de manos los platos y cacerolas volaron a la mesa, el penetrante olor a carne jugosa, verduras frescas y masa frita, animó el ambiente. Todos tomaron de cada cosa y dieron las gracias por ello.
— ¡Ah, cuñadito tus pasteles siempre son un placer para mi estómago! – Gimiendo de alegría Rond felicitó a Nauge quien le dio una sonrisa por los elogios y continuó comiendo ensalada.
— Jajaja, Lunette come más lento amor, aún hay mucho más – Rio Léger golpeando levemente el fuerte brazo de su esposo quien luego de tragar se acercó y le robó un beso y con esa distracción le robó un pastelito.
— ¡Lunette Brin-Amande quiero el divorcio! – Escandalizado Léger gritó dándole golpes al pecho de su esposo quien riendo se tragó todo el pastelito – ¡No puedo creer que rompieras nuestros votos! Ya no eres el hombre con el que me casé.
— Ya, ya bebés no peleen, el tío Nauge hizo suficientes para sus estómagos infinitos – Poniendo los ojos en blanco Lessandra entregó más platos llenos de pasteles fritos a su tío Lunette.
— ¡Eres mi luz sobrino! – Con voz de bebé Lunette pellizcó las mejillas de un irritado Lessandra.
— Y ¿Cómo está el trabajo tía Hotte? – Dennys preguntó.
— Todo está muy calmado, cada vez las rondas de patrullaje son menos pesadas – Comentó Hotte metiendo una cucharada de arroz a la boca – Hasta pocos meses atrás las patrullas eran tan pesadas que no pudimos ver a Lele por varias semanas, pero en estos días todo está relajado y casi no se encuentran grupos opositores en Avialae ¿No amor? – Llamó la atención de su esposo quien asintió como respuesta.
— Algunos amigos míos también me han dicho eso, al parecer los mágicos por fin se cansaron de culpar por todo al rey y decidieron hacer algo con su tiempo libre – Burlonamente Rond cortó suavemente la comida.
— Oh vamos Rond, no hables de eso en la mesa – Cover regañó a su hermano quien hizo una mueca divertida.
— Pero ahora que tenemos algo de tiempo libre podremos pasar más tiempo en Upwind con ustedes – Con una sonrisa Écaille volvió al tema principal.
— ¡¿En serio?! – Emocionado Dennys gritó dejando caer algunas migajas de su boca.
Dennys estaba muy feliz de escuchar lo que decían sus tíos Hotte y Écaille, ellos trabajan en la guardia Real y por consecuencia era muy raro que descansen. Era una buena noticia que ahora tengan tiempo para pasar junto con ellos y Lessandra.
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La última gran carta de triunfo (Pausada por motivos editoriales)
FantasyEl tercer y cuarto círculo del lazo de fuego finalmente han firmado un tratado de paz. O al menos eso dicen. Al aparecer un cuerpo cerca del límite del abismo rosa la línea entre la paz y el inicio de una nueva guerra ha sido trazado en las mentes...