Capítulo 13

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"¡al fin llegaron!", exclamó Mary cuando vio que David y Regina llegaban a la playa abrazados y muy acaramelados.

"pensamos que jamás saldrían de su habitación", comentó Cora con picardía, lo que ellos no sabían, era que la falta de sueño los hizo caer completamente rendidos sin pensar en otra cosa que no fuera descansar, por eso, se saltaron el horario del desayuno.

"ganas nos sobraron, ¿verdad mi amor?", David le siguió la corriente a la mujer mayor y le apretó la mano a Regina para que también entrara en el juego.

"así mismo", entendió de inmediato, hasta le guiñó un ojo con picardía y le dio un corto beso en los labios con la intención de corroborar la afirmación.

"son imposibles", Cora negó con la cabeza fingiendo resignación, pero en su rostro se dibujó una hermosa sonrisa, verlos tan felices juntos la llenaba de satisfacción.

"amigo, necesito tu ayuda", Robin y Emma, jugaban volibol contra Arturo y Robert.

"ya sé, estás perdiendo", comentó en tono de burla.

"Arturo y yo, somos los mejores", alardeó Robert, siempre los hacía reír con ese comentario, "dame esos cinco", levantó su mano para que el jovencito se uniera a la celebración por haber ganado tantas veces.

"juega con el tío Robin, papá", lo animó la rubia.

"sí amor, así le doy unos mimos a estas tres celosas", dijo Regina apuntando con el dedo para Mary, Cora y Emma.

"escucha Cora, se acordaron de los pobres", Mary fingió celos.

"ay tía, si Regina se muere por ti y por la abuela", la apoyó acercándose a ella para prenderse de su brazo.

"tienes razón, hija", Cora le tiró un beso con los labios.

"¡coctelitos para todos!", exclamó Gold que llegaba con dos copas en sus manos.

"muy exquisitos, ¿verdad, Neal?", comentó Mary besando la cabeza del infante, el día anterior había tenido el privilegio de beber uno de ellos y quedó encantada.

"ayudemos al abuelo para que todos los probemos", aduló Emma.

"un poco de respeto con este señor pasado de experiencia, ¿eh?", comentó con falsa seriedad y la escena se colmó con sus alegres carcajadas.

"vayan a buscar los cocteles, nosotras nos quedaremos para apoyar la competencia", dijo Regina mientras el abogado y la rubia se alejaban para cumplir con su tarea.

"¿listos para perder nuevamente?", preguntó Robert haciendo que David y Robin levantaran sus dedos pulgares en señal de afirmación para que comenzara el partido, el que cambió con lo previsto.

"celebremos que mi esposo ha ganado", era la quinta ronda de cocteles, realmente estaban deliciosos.

"¡arriba esas copas!", Marian quien en contra de su voluntad se había quedado descansando en la habitación, llegó cuando culminaba el juego y se unió a la celebración.

"no me conformo, te reto a una partida de billar", la palabra rendirse estaba muy alejada de su vocabulario.

"¿billar?", preguntó Robin incrédulo, "hace dos noches David nos dejó clarito como el agua, que contra él nadie puede", conocía las habilidades de su mejor amigo en el juego, "los que estaban en el bar aquella noche de la despedida de soltero, se batieron a muerte contra él, les ganó como tomarse un vaso de agua", lo elevó por los cielos.

"comprobaremos su potencial en la noche porque lo dudo", habló Cora, la propaganda de Robin no fue muy efectiva para ella, debía comprobarlo con sus propios ojos.

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