Capítulo 9

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Con mucho trabajo, Regina logró llevarse a Emma para la casa de David, tuvo idea de ir con ella para su casa, pero la joven le insistió para que cambiara de opinión, diciéndole que allí era donde debían estar por si su padre aparecía y así las vería juntas como tanto amaba.

“tengo mucha hambre”, estaba en la cocina preparando la cena mientras Emma se relajaba con un baño caliente y la sorprendió con su voz, no se podía sacar a David de la cabeza.

“la cena casi está lista, ¿me ayudas a poner la mesa?”, le preguntó y ella asintió con mucho gusto.

“misión cumplida”, pasados unos minutos, avisó que había terminado.

“una niña muy bien portada”, bromeó un poco para que la tensión se dispersara.

“si papá nos viera juntas, saltaría de la alegría, ha soñado tanto con este momento que hasta a mí me parece mentira”, ese comentario fue inesperado.

“estaremos juntos como una verdadera familia, te lo prometo”, la respuesta que recibió, la sorprendió mucho más, un abrazo cargado de sentimiento.

“prométeme que papá aparecerá…”, ni terminó, el timbre de la puerta, interrumpió su intercambio.

“¿Robin?”, cuestionó extrañada, no esperaba su visita.

“perdón por venir sin avisar, traje a un amigo que trabaja en la Estación de Policías y nos ayudará”, anunció la presencia del desconocido que lo acompañaba.

“mucho gusto, Inspector Eric Finn, un placer conocerlas”, se presentó muy educado y ambas correspondieron su saludo.

“ella es Emma, la hija de David y ella es Regina, colega del hospital y amiga de la familia”, Robin las presentó, movieron la cabeza en aceptación.

“pongámonos cómodos”, Regina les hizo un gesto con sus manos y se sentaron en el sofá para conversar con calma.

“quiero saber los movimientos del señor Nolan en las últimas horas”, demandó el inspector.

Todos miraron a Emma, su vínculo con David, la obligaba a ser quien respondiera la pregunta, “papá salió muy temprano a trabajar como de costumbre y como no lo vi en la mañana, fui a verlo al hospital y no lo encontré por ninguna parte y nadie sabía de él, lo llamé a su celular y estaba apagado, y su auto no estaba en el estacionamiento”, al comprender el significado de esas miradas argumentó y el inspector tomó notas en una pequeña libretica.

“también le hice como diez llamadas y recibí la misma respuesta”, agregó Robin, “además, yo mismo ayudé a buscarlo por todas partes”, cuando Emma comenzó a preguntarles a todos por su padre, se alarmó, no hacía ni tres horas que ambos habían salido de una cirugía, no entendía el porqué de su ausencia.

“como ya te dije Robin, con esta información puedo hacer muy poco y desafortunadamente, no pueden reportar su desaparición hasta después de las setenta y dos horas, pero haré una excepción por ti y por tu familia”, le sonrieron en agradecimiento por su deferencia, “una última pregunta que quiero hacerles”, tenía la atención que necesitaba, “¿el señor tiene enemigos o alguna persona que quiera hacerle mal?”, negaron con la cabeza, pero Regina tragó pesado, delante de Robin no podía mencionar el nombre de su hermana ni el de Graham, por respeto a su amistad y además tendría que dar demasiadas explicaciones.

“mi papá es un hombre muy bueno, todos lo quieren”, defendió Emma.

“en los años que conozco a David jamás tuvo problemas con nadie”, agregó Robin.

“siendo así, de seguro nada le ocurrió y debió tener problemas con el auto y se encuentra en un lugar donde no le llega la señal para avisarles”, les dio ánimo, pero su olfato de inspector experimentado le decía que algo raro había en esa desaparición, solo que no podía sacar conclusiones precipitadas.

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