Estaba sentada en la biblioteca, estudiaba junto con Ginny, mi novia desde hace ya bastante tiempo, era la chica que más amaba, me encantaba su forma de ser, siempre me hacía sentir mariposas en el estómago, además de su hermoso y sedoso cabello pelirrojo, siempre que podía le hacía peinados lindos o simplemente lo desenredaba.
Me encontraba viendo sus bellas y largas pestañas, ella estaba leyendo un libro sobre pociones, de repente algo me sacó de mis pensamientos, era una voz que estaba llamándome.
-____ -habló Cho, una chica linda que era de la misma casa que yo, Revenclaw, llamando la atención de Ginny, pude ver cómo levantaba la mirada para ver a Cho- sigues estudiando?
-eh? -me giré para ver a Cho- ah, si, hay cosas que me faltan aprenderme.
-¿necesitas ayuda? -dijo la Revenclaw sentándose a un lado mío, estaba demasiado pegada a mi, me separé un poco para poder verla a los ojos.
-amm, la verdad es que ya casi termino-dije tomando mi lápiz y fingiendo escribir algo.
-te ayudo -me dijo la pelinegra poniendo su mano sobre la mía y ayudándome a escribir.
-creo que estoy bien, Ginny me está ayudando -quité su mano de la mía y me giré para ver a mi novia, pero al hacerlo esta ya no estaba, volví a ver la puerta de la biblioteca y pude ver su capa saliendo.
-segura?
-si, estoy bien, creo que mejor mañana sigo -cerré mi libreta con algo de prisa y salí de ahí.
No la vi por ningún lado, pasé unos cuantos minutos buscándola, hasta que ví el reloj, era la hora para su entrenamiento, guardé mis libros y me dirigí hacía el campo de Quidditch, apenas iba llegando la ví con su equipo, me senté en las gradas, esperando una victoria de parte de mi novia.
(..)
El juego por fin había terminado y si habían ganado, bajé rápidamente de las gradas y me acerqué a ella para darle un fuerte abrazo, el cual aceptó, me separé de ella y cuando estaba por besarla sentí unas manos envolverse en mi, formando un abrazo, al ver quién era pude ver a Luna, Luna Lovegood, la chica rubia que era mi mejor amiga.
-Felicidades -dijo con una gran emoción y su voz suave.
-Gracias, Lunita -le devolví la sonrisa- pero quién ganó fue Ginny.
-si, lo sé, justo iba a felicitarla también, estaba haciéndolo con los demás, pero -se quedó unos segundos en silencio- a dónde se fué?
Me giré y al no verla me preocupé más.
-creo que se sentía mal -le inventé- voy a ver si está bien, yo le digo que la felicitas, ok? -dije caminando un poco para ir tras ella.
-si, muchas gracias!
Esta vez sí había visto a dónde se había ido, la ví entrar a los baños, no lo pensé y entré con ella, el baño estaba completamente vacío, todos los jugadores estaban aún en el campo de Quidditch.
Al entrar la ví quitándose la parte de arriba del uniforme.
-Ginny? ¿Estás bien? -pregunté viendo sus ojos.
-si -respondío seco.
-¿Estás segura?¿Por qué te desapareces así por qué si?
-Porque me molesta cómo te hablan, ok?! No me gusta cómo se acercan a ti, como si fueran a besarte, ignoran completamente que eres mía! -gritó enojada mientras terminaba de desvestirse y entraba a la regadera, cerrando la puerta de madera que daba privacidad.
En ese momento comencé a excitarme mientras una sonrisa se formaba involuntariamente en mis labios.
-Estás celosa? -pregunté mientras quitaba mi ropa y escuchaba el agua caer.
-ahg -se quejó- podrías irte por favor?!
Entré en el mismo cubículo y puse mis manos en su cintura, sintiendo el agua caliente caer por mis manos.
-Para qué irme?..Eres muy buena en el Quidditch sabes -dije cambiando de tema mientras se giraba a verme con un sonrojo en sus mejillas- eso es algo que las demás chicas no tienen, de verdad te pones celosa? No sabes lo mal que me tienes, eres demasiado para mí.
-Yyo.. -La pelirroja intentaba hablar pero sus palabras no salían.
-te has visto al espejo? Eres realmente perfecta -subí una de mis manos a su hombro y acaricié un mechon de su cabello- esas chicas no se comparan en nada a ti, tú estás a un nivel inalcanzable -dije tomando su barbilla y uniendo sus labios con los míos.
El beso era lento y con amor, hasta que me senté en la pequeña banca de piedra que había dentro de la regadera, tomé nuevamente la cintura de mi chica e hice que se sentara en mi pierna, de inmediato soltó un gemido al sentir el contacto de mi pierna con su feminidad, el beso se transformó en uno lleno de deseo y lujuria.
Comencé a hacer que se moviera de adelante hacia atrás, frotándose contra mi pierna, solo sentía lo caliente que estaba.
-No, no podemos hacer esto aquí, las demás están por llegar.
-No quieres que te escuchen gemir mi nombre? -dije en su oído mientras trasaba círculos en su clítoris, haciendo que sus gemidos aumentaran.
Se escuchó cómo abrían las puertas y entraban, no veía nada, pero podía jurar que eran 3 o 4 chicas.
-Ginny? Estás aquí? -se escuchó una suave voz mientras tocaban la puerta de nuestro cubículo.
-Ssi, aquí estoOy -dijo intentando calmar sus gemidos mientras yo aumentaba mis movimientos, tenía una sonrisa en la cara mientras veía cómo Ginny cerraba los ojos y se mordía el labio.
-Segura? -preguntó otra voz- te vimos salir casi corriendo
-Estoy bien, solo quería darme un baño
Se acercó a mi oído mientras se recostaba en mi pecho.
-voy a matarte -dijo en susurro mientras soltaba pequeños gemidos y su voz se escuchaba cansada, haciendo que me mojara más.
-quiero ver qué lo intentes.
Besó mis labios y aumenté lo más que podía mis movimientos, al poco tiempo se vino, soltando un gemido grande en mi boca y sintiendo más caliente mi pierna.
Estaba por levantarme para poder irnos, pero sentí cómo me empujaba, Ginny se arrodilló frente a mi y tocó una de mis piernas, sabía que quería hacer que me desesperara, subia y bajaba sus caricias.
-Vas a hacer algo? -le dije viéndola a los ojos.
No iba a mentir, esta vez sí me estaba desesperado y quería que lo aliviara, mi feminidad palpitaba cada que se acercaba más a mi.
Recargué mi cabeza hacia atrás en la pared mojada y al instante sentí cómo comenzaba a hacerme sexo oral, mordí mi labio con fuerza, apenas había comenzado y ya estaba por terminar, me temblaban las piernas, estaba sorprendida por lo que me hacía sentir esta chica, sentía su lengua recorrer cada centímetro de mi.
Tomé su cabello formando una coleta alta, pegándola más a mi para que no parara.
Cuando sentí que llegaba a mi clítoris y daba varias succiónes, Exploté por completo, me llevé la mano a la boca para que no se escuchara mi grito de placer..
