-¿Él sabe que te molesta? -Preguntó mi mejor amiga, mientras yo solo veía a una tipa al lado de cada uno de los jugadores de Quidditch, especialmente de Cedric.
-No, Ginny, él no lo sabe y tampoco puedo hacer algo al respecto, somos solo amigos.
-Yo no sé que es lo que esperan, ya todos saben que se gustan excepto ustedes.
-No digas mentiras- suspiré mientras volteaba hacia otro lado, aquella chica estaba apunto de abrazar a Cedric.
-¿Es que no haz visto cómo te mira? ¿Cómo solo te presta atención a ti?
-Solo sé que le gusta a todas y hay mil chicas lindas para él..
Escuché pasos y al girar nuevamente pude verlo.
-Hey, George y Fred nos invitaron a su casa, ¿vienen?
-Tengo que ir de todos modos, lamentablemente son mis hermanos.. y si te aburres podemos estar en mi habitación -dijo lo último viéndome.
-Bien.
...
-y... ¿Solo van a hacer éso?
-Te lo dije, realmente solo hacen tonterías -dijo mientras a lo lejos Cedric, Ron, Fred, George y Harry corrían.
En realidad no sabía si estaban jugando o entrenando.
-¿Podemos ir a tu habitación? me cansé de estar afuera y pronto oscurecerá.
-Claro que si, se quedarán a cenar, ¿verdad?
-supongo que si, Cedric tiene que llevarme a casa
Entramos a la madriguera mientras de fondo podía escucharse las risas de los chicos, el ambiente en la casa era tranquilo, la cena que molly estaba preparando olía demasiado bien.
Pasamos un buen rato, nos pintamos las uñas, le hice un lindo peinado a Ginny y conversamos de muchísimas cosas, era una linda compañía; Escuchamos a Molly llamar a Ginny, al parecer quería algo de ayuda, se despidió sin más diciéndo que no me preocupara y que no se tardaría.
Me levanté hasta un lindo escritorio de madera, en éste había una cajita de música con una bailarina de ballet, en ése momento escuché como abrían la puerta.
-Es muy linda, ¿Quién te la regaló?
-La verdad no lo sé, pero si que es linda -Dijo una voz conocida.
Me giré rápidamente y algo nerviosa, ahí estaba él, con el cabello algo sudado y sin camisa. Me quedé viéndolo, su abdomen, sus brazos, era simplemente perfecto
-Te fuiste ¿Está todo bien? -Su ojos conectaron con los míos instantáneamente.
-Si, solamente me aburrí.
-¿Necesitas diversión?
Me quedé viéndolo, procesando la pregunta, mis ojos bajaron de nuevo involuntariamente hasta su pantalón.
-¿De qué hablas? -pregunté nerviosa mientras desviaba la mirada, él había notado y yo estaba totalmente roja.
-De nada en específico, linda -Mierda se estaba burlando de mi.
Me giré nuevamente, dándole la espalda, estaba avergonzada.
Miré el escritorio de Ginny, buscando algo con qué distraerme para no pasar más penas, acariciando una hoja de papel de una linda libreta, trazando las líneas delicadamente, pensaba en que si cedric se daba cuenta que me gustaba se pondría a reír junto con todas las chicas que se morían por él, pero también recordaba las palabras de Ginny "todos saben que se gustan excepto ustedes" se me hacía raro que justo ahora le había tomado importancia a ésa oración.
De repente algo interrumpió mis pensamientos, sentí una mano sobre la mía, dejándola inmobil sobre el escritorio, el olor a perfume y el calor en mi espalda. Carajo ¿Cuándo se había acercado tanto?
-Cariño, préstame atención a mi.
MIERDA..
-¿Qué quieres que te diga, Cedric? Estoy aquí -intenté hablar lo más normal que pude.
-Eres realmente bonita cuando estás nerviosa..
Sentí cómo su otra mano se posaba en mi cintura, masajeandola levemente.
-Solo dime qué si algo te molesta me lo dirás -asentí.
Su mano comenzó a bajar lentamente, entro por debajo de mi ropa, llegando hasta mi intimidad.
Estaba hipnotizada, no tardé en mojarme, era como un sueño hecho realidad y varias veces había fantaseado con él ya, pero ésto superaba mis expectativas.
Comenzó trazando círculos en mi clítoris, lo hacía lento.
Solté varios suspiros, me estaba haciéndo sentir demasiado y apenas había comenzado.
Cuando subió la intensidad mi mano arrugó la hoja de papel que tenía debajo, mi respiración se hizo rápida.
Cedric, sin preocupación alguna abrió mi mano y la entrelazó sin dejar sus movimientos.
-¿Quieres que lo haga? -preguntó mientras dejaba besos en mi cuello.
Asentí lo más rápido que podía.
Metió uno de los largos dedos en mi, solté un gemido que intenté ahogar.
Lo sacó y sin previo aviso metió dos, me estremecí por completo, me pegué al escritorio mientras me sujetaba con ambas manos, comenzó a meter y sacar, lo hacía lento pero se sentía tan bien.
-Mierda, Ced -Gemí.
Se burlaba de mi, sabía que me hacía sentir tanto.
-Porfavor, házlo más rápido -supliqué
-¿Sabes cuánto esperé para poder hacer ésto? -dijo en mi oído.
Negué con la cabeza como pude.
-Es realmente un sueño tenerte así.
-Más rápido porfavor..
No tuve que pedirlo más.
Puso su otra mano en mi espalda y me recostó fuerte en el escritorio, poniéndome a su disposición, se pegó a mi mientras sentía su erección casi en la espalda, comenzó a meter sus dedos lo más rápido que pudo, el escritorio comenzó a hacer algo de ruido, pero no lo suficiente como para preocuparnos por ser descubiertos
-Carajo, así porfavor -le imploraba no parar.
Me sentía en el cielo
Me estaba llevando al cielo..
Su respiración agitada en mi oído, su aliento en mi cuello, sentirlo arriba mío, ¿Estaba soñando acaso? Si era así, debo admitir que es el mejor sueño que he tenido
-No pares, estoy a nada -dije.
Aumentó lo más que podía sus movimientos, sabía que su mano se estaba cansando, sorprendentemente había durado ya bastante, sin embargo sabía que lo hacía por mi..
No fué demasiado tiempo para que pudiera terminar, aún así sus dedos seguían entrando y saliendo de mi lentamente, mientras de vez en cuando los llevaba a mi clítoris sensible..
-Daría lo que fuera por tenerte así todos los días -dijo mientras dejaba un beso en mi mejilla, mi respiración no se calmaba del todo como para responderle- vamos a cenar linda, Ginny no tarda mucho en subir, te llevaré conmigo después de eso
....
