En Hogwarts nos habían elegido a algunos estudiantes para ayudar con el famoso torneo de los tres magos, nos habían sacado de nuestras habitaciones para no confundirnos con los alumnos que no saldrían, pues podían ayudar a los tres (ahora cuatro participantes con Harry Potter) con las pruebas, nos asignaron habitaciones diferentes, eran pequeños cuartos individuales y cerrados que contaban con un baño, cama y una mesa algo larga para acomodar cosas. No eran la gran cosa, pero eran lindos y acogedores.
Después de despedirme de Hermione y Luna, entré a mi pequeña habitación y me dirigí al baño para desenredarme el cabello, limpiarme la cara y lavarme los dientes.
Al salir noté la puerta algo abierta, pero no me preocupé, seguramente de lo cansada que estaba había olvidado cerrarla por completo, me di la vuelta, viendo hacia la pared y me quité la camisa y mi top deportivo para ponerme la pijama. De repente sentí unas manos pasar por mi cintura, pegué un brinco del susto mientras empujaba aquellas manos.
-¡¿Qué demonios haces aquí?!
-Hola -dijo Ron mientras se quitaba la capa de invisibilidad y me sonreía- pensé que te daría gusto ver a tu novio
-y claro que sí, pero me diste un susto horrible -le dije mientras lo abrazaba.
-Puedo dormir hoy contigo? -preguntó separándose un poco del abrazo- no quiero dormir en un cuarto cerca de Fred y George, ni siquiera sé por qué los eligieron a ellos también, solo piensan en hacerme la vida imposible con sus bromas
-Y robaste la capa de Harry para venir hasta aquí?
-no la robé, la pedí prestada -dijo viendo hacia otro lado
-Ron..
-Bueno, Bueno, si la robé, pero Harry está dormido como un bebé y ni siquiera se dió cuenta de que entré a su habitación.
-Bien, puedes quedarte aquí si me prometes que no vas a roncar demasiado.
-Lo prometo -dijo feliz mientras me besaba.
(..)
Ya había pasado un rato después de que nos acostamos, pero yo no quería dormir, no tenía sueño.
Estaba recostada en su pecho, perdida en mis pensamientos, hasta que algo me interrumpió.
-Si, sigue así ____ -escuché decir con voz soñolienta mientras soltaba un suspiro.
Levanté un poco la cobija y entre la leve oscuridad pude ver una erección, estaba teniendo un sueño húmedo conmigo?
Me sentí tan bien, era un sentimiento de victoria que no podía expresar, pero al instante mi feminidad se humedeció.
Sentir el calor de su cuerpo y el olor a perfume que desprendía me daba tantos impulsos, bajé mi mano poco a poco, lentamente hasta su erección, primero la toqué por fuera de su pijama. Estaba segura de lo que quería, poco a poco fuí sacando su ya enorme erección y comencé a masturbarlo lentamente mientras los gemidos salían de sus labios.
Comencé a hacer los movimientos más fuertes, me encantaba escucharlo, pero justo en ese momento algo me detuvo.
-Qqué estás haciendo? -preguntó ron despertándose
-Lo siento, pero no pude evitarlo
-Por Merlín, sabes lo caliente que ésto me acaba de poner?
-Solo quería hacerte sentir mejor.
Me tomó rápidamente y me dió la vuelta, dándole la espalda pero pegándome a él lo más que podía, pasó su mano por mi cintura y sin pensarlo dos veces, metió su mano por debajo de mi pijama y mi ropa interior, dió un par de círculos en mi clítoris mientras de vez en cuanto bajaba un poco sus dedos.
-Me encanta lo mojada que estás, ¿Quieres que ahora yo te ayude? Ya sabes, para devolverte el favor.
Asentí como pude y, ahora sí, metió uno de sus dedos a mi mojada feminidad, después metió el segundo.
Movió sus dedos rápidamente dentro de mi, mientras me hablaba al oído y podía escuchar sus palabras mezcladas con sus suspiros y jadeos.
Estaba cansado, podía notar como a veces los movimientos se hacían lentos, pero jamás los detenía, sabía que me gustaba que lo hiciera rápido.
Puso su otra mano sobre mi boca para callar los gemidos, al parecer aún habían algunos estudiantes despiertos, como aún tenían la luz prendida, las sombras de los pocos estudiantes que estaban despiertos se veían al pasar.
-Necesitas guardar silencio, Cariño, no creo que quieras que todo se detenga aquí, o si? -me dijo con un tono de voz que me calentó aún más.
Estaba por terminar, con una de mis manos apreté las sábanas, una lágrima salía de mi ojo, producto de todo el placer que aquel lindo pelirrojo me estaba causando.
Pero detuvo sus movimientos en seco.
-No, no. No vas a terminar en mi mano.
-Porfavor, Ron -tomé su mano acercándola nuevamente a mi, quería sentir su tacto de nuevo.
-Quiero que termines conmigo dentro y sentir lo mojada que te pongo.
No tardé más, sus palabras casi hacen que se me salga el corazón del pecho, me levanté rápidamente y, mientras él se sentaba recargado en la base de la cama quité rápidamente lo que me faltaba y una vez que estaba completamente desnuda me subí a él a horcajadas, entró en mi sin pensarlo, sus manos en mi cintura me ayudaban a dar pequeños brincos que hacían las embestidas más profundas.
-eso, me gusta que me hagas caso -dijo ahora él victorioso.
No tardó mucho para que pudiera terminar, era tanto el placer que me daba..
-Muy bien, pero aún te falta algo por hacer, cariño.
Bajé como pude, tenía las piernas algo cansadas, gateé hacía atrás hasta que llegué a su erección y una vez que estaba ahí comencé a masturbarlo.
-si, eso es, pero sabes lo que realmente quiero -dijo tomando mi cabello y empujándolo hasta su pene.
Lo metí a mi boca y comencé a succionarlo mientras al mismo tiempo, con mi lengua, daba círculos en su punta.
Sabía que estaba a punto de correrse cuando tomó nuevamente mi cabello y me empujó para hacerlo mas profundo, cosa que sin protestar acepté. Solo un par de minutos más y había terminado.
Subí nuevamente para besarlo y recostarme una vez más en su pecho, mientras él dejaba besos al rededor de toda mi cara y me decía lo mucho que me amaba
