-¿Estás segura? -preguntó el pelirrojo mientras dejaba de besarme.
Había visitado la madriguera porque Ginny me había invitado, pasaríamos el día con juegos ya que era su cumpleaños, cómo aún era algo temprano toda la familia weasley había salido a comprar los preparativos, a excepción de Mi novio y yo, nos habíamos quedado para limpiar y cuidar que el pastel no se quemara.. o eso planeabamos hacer.
George me llevó a su habitación para mostrame el regalo que Fred y él le tenían a la ya mencionada cumpleañera, pero las cosas se descontrolaron un poco cuando se puso a mostrarme las camisas que planeaba ponerse.
Era raro, pero estaba realmente exitada con tan solo verlo si camisa, estaba demasiado enamorada de él.
-¿Estás segura? -preguntó mientras dejaba de besarme, estaba arriba de mi mientras tenía una de sus manos en mi cintura, queriendo subir.
-Completamente -Hablé mientras desabrochaba mi camisa.
Sus ojos se posaron en mis pechos mientras las mejillas se le ponían rojas y sentía algo creciente de su pantalón en mi pierna, a nada de rosar en mi feminidad la cuál comenzaba a mojarse.
No tardó mucho en volver a besarme mientras se volvía a quitar la camisa y ayudaba con la mía, después de deshacerse de ella, me levantó como podía mientras se acomodaba para sentarse y subirme a él a horcajadas.
Sentí su erección abajo de mi, cosa que me hizo soltar un leve suspiro, todo mi cuerpo estaba caliente.
Quitó un botón de mi falda, estaba casi temblando, quería sentirlo, pero no lo hizo, siguió su recorrido, subiendo su mano a mi cintura y llegando a mis pechos, para apretarlos levemente, sacando un gemido de mi parte, sus mejillas se elevaron a un rojo más intenso mientras las manos le comenzaban a temblar.
Mentiría si no dijera que estoy nerviosa, pero no quiero parar
Me acerqué para besarlo mientras comenzaba a moverme lentamente, frotandome con él y sacando varios suspiros de parte de ambos.
Como tenía solamente una falda, la subió un poco para después pasar uno de sus largos dedos por mi ropa interior.
-Estás tan mojada -Habló mientras lo frotaba- Y solo para mi.
Quería responderle, pero estaba algo agitada como para hablar.
De vez en cuando sus dedos pasaban por la orilla de mi ropa interior, queriendo entrar, pero no lo hacía.
-Házlo -dije intentando no tartamudear.
-¿Qué? -preguntó con una sonrisa, molestándome.
-Házlo -Hablé un poco más fuerte mientras de mordía el labio, estaba demasiado caliente y podía sentir cosquillas por todo mi cuerpo.
-Lo siento, cariño -Habló tomando mi cabeza con ambas manos y dejando un beso en mi frente- no quiero que lo primero que sientas sean mis dedos, Pero no te preocupes, puedo enseñarte su magia también -Terminó haciendo que me sonrojara a más no poder.
Me levantó levemente, separándome de él, para comenzar a desabrochar su pantalón y bajarlo como podía, seguido de su boxer, dejando salir su gran erección.
Movió a un lado mis bragas y frotó su punta contra mi clítoris, me dejé caer en su hombro mientras un gemido salía de mis labios y una de mis manos se posaba en su pecho.
-Si quieres que pare solo dime, ¿Ok?
-Ook -respondí como podía.
No lo pensó más, entró lentamente, sentía un leve ardor que a la vez se convertia en placer, hasta que dejó de moverse.
-Genial -dije soltando un suspiro, de repente escuché como se reía levemente.
-Cariño, Aún no entra toda.
...
-Carajo
-¿Quieres seguir?
-claro que si -Hablé dejando un beso en su mejilla- puedo soportarlo.
Las últimas palabras parecieron motivarlo, entró de una sola vez en mi, pero esta vez no sentí nada de dolor, al contrario, solté un gemido tan fuerte que hizo eco en toda la habitación.
-Lo siento -Habló mientras su respiración se agitaba- ¿Segura que estás bien?
-házlo más rápido
No tuve que repetirselo dos veces, comenzó a hacer sus movimientos cada vez más rápidos, se sentía tan jodidamente bien.
-Por Merlín -dijo con la voz ronca, soltaba de vez en cuando pequeños suspiros/gemidos los cuales me calentaban más y más.
Mis manos inmediatamente se fueron a su cabello, en dónde enredé mis dedos y de vez en cuando daba tirones, los cuales lo hacían gemir.
-Tan linda y tan mía
Me recosté en su pecho una vez más, me encantaba cómo movía mis caderas, yo tenía el control, pero él me dominaba a la perfección.
Era demasiado excitante escuchar como su respiración se agitaba y su corazón latía rápido, además que su perfume me encantaba.
De vez en cuando dejaba besos húmedos en su cuello y podía notar cómo se estremecía y se calentaba más, pues sus movimientos se hacían rápidos y en ocasiones más bruscos.
-Me voy a venir -Dijo apretando mis caderas.
Asentí dándole a entender que yo estaba igual.
No faltaron más movimientos, ambos terminamos casi al mismo tiempo dejando un suspiro, me besó mientras me ayudaba a bajar.
Me recosté un poco al lado suyo mientras veía como se cambiaba, pero tan pronto como me acomodé sentí un olor a quemado.
-Mierda -dije levantándome lo más rápido que podía-
-¿Pasa algo, cariño?
-El pastel, George!
-Ay, Carajo -exclamó antes de salir corriendo.
Me reí mientras ponía mi vestido y me dirigía al baño para retocar mi maquillaje...
Holaaaaa, ¿alguien todavía lee ésto? 🤨
De ser así gracias, Te quiero mucho, personita que sigue leyendo fanfics.
