Capítulo 12

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Capítulo 12 ||

Una de las primeras cosas que Harry logró en la mansión Greengrass a la mañana siguiente fue enviar una serie de mensajes a sus amigos. Con la ayuda de Héctor, el búho de Greengrass y Hedwig, había respondido con éxito a todos sus amigos.

No dio muchos detalles de por qué no respondió a sus mensajes. Simplemente escribió que se lo explicaría cuando llegara a verlos. Esperaba que no fuera demasiado.

El día en Greengrass Manor fue mejor de lo que Harry podría haber esperado. Aunque pasó muy poco tiempo en la mansión real. A Roxanne no le había impresionado la ropa de Harry e inmediatamente decidió que, para una nueva vida, se necesitaría un nuevo guardarropa.

Harry estaba avergonzado y tímido por las herencias que alguna vez pertenecieron a su primo. Trató de negar cualquier necesidad de nuevos. No quería arriesgar su suerte con la familia Greengrass, no quería parecer ingrato por todo lo que ya habían hecho por él. Trató de negarse, pero la matriarca de Greengrass no quiso escuchar. Incluso arrastró a un Remus igualmente reacio para que volviera, decidiendo que podría usarlo también con algunas ropas nuevas.

Así que los dos hombres pasaron horas comprando con tres mujeres de Greengrass muy entusiastas.

Harry was given an entire new wardrobe of shirts, slacks, jeans, underwear, socks and shoes. Remus had gotten two new suits as well as a handful of slacks and shirts. After an exhausted day of trying on who knows how many clothes for the three Greengrass women, Astoria, Daphne, and Roxanne. They seemed more entertained by helping them shop, then actually needing to get themselves anything. If Harry didn't know better, they seemed to take shopping as some sort of sport or entertainment.

When Roxanne finally declared an end to the shopping spectacle. She surprised the two men by paying for it all.

Both men tried to protest, but Roxanne wouldn't listen. Claiming that it was her gift to them and that they should be thankful or she would resume their shopping.

That had silenced Remus and Harry at once.

Harry se sintió abrumado por el sentido de generosidad que le estaba mostrando la matriarca de Greengrass. Ella no solo lo llevó de compras, sino que se lo compró todo. Fue una nueva experiencia para Harry Potter. Sus palabras de aliento y su naturaleza maternal fueron un consuelo tranquilizador para un joven que estaba tratando de asimilar lo que sus parientes se habían salido con la suya estos últimos once años.

Todavía le resultaba incómodo y, aunque incómodo, aceptar estos obsequios sin ningún sentido de recompensa.

El concepto fue, lamentablemente, una rareza para Harry Potter.

Fue con estos pensamientos que bajó al comedor de Greengrass. Fue el último en unirse cuando tomó su asiento habitual junto a Remus y frente a Daphne. Astoria, la hermana menor de Daphne se sentó frente a Remus mientras Roxanne y Cyrus se sentaron en los extremos de la mesa.

"Lo siento, llego tarde", dijo Harry tímidamente mientras tomaba asiento. Había ido poniendo de forma su nuevo guardarropa en sus diversos aparadores. Llevaba uno de sus pantalones y camisas nuevos. Le sorprendió lo cómodo que se sentía con la ropa que realmente le quedaba.

Sin embargo, todos los pensamientos sobre su ropa y su habitación desaparecieron cuando miró su plato. Su boca se hizo agua instantáneamente ante la exhibición de comida presentada frente a él.

Pollo asado, galletas, ensalada y una variedad de otros lados solo hicieron que el estómago de Harry se quejara.

"No es un problema, querida", respondió suavemente Roxanne.

Un encuentro casualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora