Capítulo 20

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Capítulo 20 ||

Había pasado una semana desde que Tracey había derrotado públicamente a Draco frente a toda su casa y la mitad de la escuela. Esta carrera culminó un fin de semana muy malo para Malfoy que había comenzado el día anterior con su pobre desempeño en el campo de Quidditch. En el lapso de un fin de semana, Draco vio cómo su base de apoyo se erosionaba y su popularidad se desplomaba entre los Slytherin más viejos. En ese momento, las relaciones dentro de la casa de Slytherin se habían derretido entre Harry y sus amigos y algunos de los Slytherin superiores que tenían el poder dentro de la casa de las Serpientes. No era una relación basada en la confianza o la amistad, sino en el respeto.

Harry dudaba que alguna vez se llevara bien con algunos de esos estudiantes, pero no necesitaba ser amigo de ellos; solo necesitaba que lo respetaran a él ya sus amigos para evitar que surgieran problemas en el futuro. No perjudicó su caso cuando los Slytherins mayores y más respetados como Octavian Rawlings, el Prefecto de sexto año y el Capitán de Quidditch parecían estar en su esquina. Mientras que la posición de Harry y sus amigos dentro de la casa se disparaba, Draco y sus matones habían caído considerablemente. Malfoy todavía estaba en el equipo de Quidditch, pero eso era más un tecnicismo que algo sobre lo que podía construir. Parecía casi seguro que perderá su lugar el próximo año cuando el equipo tenga pruebas abiertas.

Incluso con el apoyo cada vez menor, Harry seguía siendo cauteloso con Draco. A pesar de que Harry se sintió reforzado por el creciente apoyo de él y sus amigos en la casa; no fue tan tonto como para subestimar a Malfoy. Tenía la sensación de que Draco podría ser más peligroso, ahora que estaba herido y desesperado de lo que nunca había estado cuando estaba en la cima. Con poco que perder en la casa de Slytherin, era posible que arriesgara mucho más para recuperar su lugar en la cima.

El profesor Binns se aclaró la garganta rompiendo a Harry de sus cavilaciones sobre la política de Slytherin y volviendo al tema en cuestión. Era un tema que Harry ya había olvidado por completo desde que se había apartado al comienzo de la conferencia del profesor. Ya podía sentir el dulce encanto del sueño solo después de unos segundos de escuchar la conferencia, lo cual no fue una sorpresa para Harry sobre otra rebelión goblin.

De alguna manera, Harry Potter quedó impresionado por su profesor de Historia de la Magia. En una clase cuyos temas incluyen rebeliones de duendes, guerras gigantes, batallas mágicas medievales y purgas de dragones. El profesor Binns tenía el increíble talento de hacer que todos esos emocionantes eventos parecieran completamente aburridos. Su profesor fantasma seguía bromeando con su aburrida y monótona voz dando otro insufrible sermón sobre otra rebelión goblin.

La forma de Harry de maravillarse por la ineptitud de su profesor fue su intento de tratar de mantenerse despierto durante toda la clase. Su cabeza estaba apoyada con una mano, mientras que su otra mano sostenía su pluma. Una breve mirada a su pergamino en blanco mostró que Harry no había tenido éxito al tomar notas durante otra terrible conferencia. Un vistazo rápido alrededor del salón de clases desde su asiento indicó que él no era el único que no estaba tomando notas. Sin embargo, era uno de los únicos que aún estaba despierto.

Theodore Nott, que estaba sentado junto a Harry, también estaba despierto. El entusiasta de la historia, cuya pasión por el tema aún no había sido apagada por el profesor Binns. Él era en quien confiaban Harry y sus amigos, ya que parecía inmune a Binns y podía tomar notas exitosas que Harry y los demás copiarían durante uno de sus descansos. Sin embargo, como Harry, el pergamino de Theodore estaba sorprendentemente desnudo. Harry tuvo que preguntarse si Binns finalmente había podido apagar el interés de otro estudiante en el tema.

Mirando más de cerca a su amigo, Harry notó que su atención estaba en un trozo de pergamino. Lo reconoció de inmediato; era una carta que Theodore había recibido esa mañana durante el desayuno. Harry no había podido leer el contenido, solo había visto la reacción que había provocado en su amigo. No fue positivo. Su amigo se había vuelto retraído y taciturno desde que lo abrió. Los intentos de Harry de intentar que su amigo se abriera sobre el contenido de la carta durante el desayuno fueron rechazados.

Un encuentro casualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora