1.1 Introducción
Esta importante área de la Psicología ha sufrido múltiples avatares a través de su historia, sin embargo, es indiscutible los servicios que ha prestado, presta y prestará a la ciencia y a la humanidad en su aporte fundamental: la resolución de problemas concretos. Siguiendo el diagnóstico de Korchin y Shuldberg, 1981 se puede observar que la evaluación psicológica "... esta viva sin duda, aunque en moderado estado de salud, pero va mejorando"... (p.1156) . También, es promisorio que se recomienden ciertos cambios como urgentes para su progreso como un desarrollo acelerado de técnicas más focales con una base psicométrica más depurada, un mayor uso de la observación y de inferencias de nivel medio, una mayor preocupación por incluir los aspectos situacionales y de contexto y un mayor respeto por las opiniones y autopercepciones de los sujetos. Sería oportuno preguntarnos por el estado de salud de la evaluación psicológica "hoy y en nuestro país". Nos es grato encontrar que está saludable y en franco crecimiento, especialmente, si consideramos que sigue siendo una parte fundamental en la formación tanto de grado como de posgrado del psicólogo. Otra realidad presente es la continua demanda que realizan instituciones y particulares, abriendo nuevos campos de aplicación donde se espera que el psicólogo esté formado y familiarizado con el uso de técnicas psicológicas. Sin embargo, en contraste con los esfuerzos que se realizan por propiciar el desarrollo de las pruebas psicológicas, en una revisión realizada sobre pruebas psicológicas, Verthely (1992) encontró que en los números publicados entre 1990 y 1992 por el Journal of Personality Assessment, se verificaba la estaticidad de la investigación en el área que se centraba en los "viejos conocidos" de la "batería tradicional " situación que se sostiene en gran parte en nuestra realidad latinoamericana actual. A este estado de situación debemos agregar una importante preocupación proveniente del área investigativa, que siendo una de las facetas fundamentales del quehacer científico no registra un marcado equilibrio entre las demandas del medio y las posibilidades de satisfacerlas en lo que a evaluación psicológica se refiere. Y a ello podemos agregar una de las preocupaciones surgidas últimamente, el impacto que la computadora ha tenido en la tarea de evaluación. En tanto arma de doble filo, puede significar el mayor de los avances a la hora de favorecer investigaciones cruciales o en el almacenamiento y tratamiento de los datos con velocidad y precisión; pero no existe el mismo consenso en considerarla fundamental en la administración de las técnicas ni en la etapa final de producción de informes y su devolución. Aquí la controversia existe entre quienes defienden el rol del psicólogo y dejan a la computadora sólo para generar perfiles e hipótesis y quienes sostienen que favorece a la evaluación psicológica el ser "asistida por computadora" como Sampson, 1981 y Honaker y Fowler, 1990. Otro problema existente en la investigación centrada en esta área, es la inadecuación de los instrumentos con que se llevan adelante las tareas evaluativas, ya que toda prueba psicológica es en cierta medida el resultado de una cultura, y en tanto tal responde a valores que la misma postula ("culture bound") este es un aspecto a tener siempre presente al evaluar la calidad de un instrumento de evaluación psicológica. Esta conciencia cada vez mayor, nos permite abordar el problema del "ítem bias" o sesgo en el test, que se evidencia en que puntajes idénticos pueden tener diferente significado en diferentes culturas, a la vez que una diferencia observable en el puntaje puede no corresponder a una verdadera diferencia psicológica, Van de Vijver & Poortinga, 1982. Identificar y corregir el sesgo no resulta fácil ya que significa convertir la técnica de "culture bound" en "culture fair" lo que implica la revisión de la muestra normativa y de la validez de constructo de la misma. Es decir, requiere verificar si el concepto existe en realidad en dos culturas y si su operacionalización es equivalente, también, incluye evaluar las posibles diferencias en el grado de aceptación del mismo según los valores de la cultura. Por la dificultad en obtener pruebas multiculturales, la tendencia sería la construcción de instrumentos nuevos ajustados a las características de cada cultura, "culture specific"; pero Jones y Thorne, 1987; alertan contra el peligro de la especificidad de las técnicas que impide la replicación transcultural y la comunicación científica, impidiendo el necesario acercamiento que provoca los mayores avances teóricos y técnicos. Sintéticamente, la evaluación psicológica nos propone un interesante desafío que consiste en integrar conceptualmente aportes de múltiples enfoques psicológicos, con la posibilidad de utilizar los últimos desarrollos tecnológicos puestos al servicio de las crecientes demandas del medio en la necesidad de dar solución a diversos problemas humanos centrándose en una perspectiva totalizadora del hombre y su entorno. La Psicología delimita su objeto de estudio y con ello determina el tipo de evaluación posible de realizar a nivel de los contenidos y modos de llevarla a cabo. También, influye la concepción teórica de la psicología en sus determinaciones evaluativas en la medida en que la aceptación de unos supuestos teóricos determinan el modo de interpretar los resultados de las evaluaciones psicológicas. Si bien es cierto que en el origen de algunas alternativas teóricas se planteó un específico modo de evaluación, no es menos cierto que con el desarrollo de cada teoría, al ampliar el foco de aplicación se ha ampliado la manera de evaluar y psicodiagnosticar.

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La evaluación psicológica y el análisis ecoevaluativo
RandomDra. Isabel M. Mikulic Prof. Titular Regular T. y T. de Exploración y Diagnóstico Módulo I, Cátedra I FICHA DE CATEDRA: N 1