La Evaluación Psicológica ha sufrido a lo largo de su desarrollo cronológico evidentes y significativos cambios conceptuales y metodológicos. En cuanto a sus objetivos, en sus comienzos prestó especial atención a las variables internas del sujeto como elementos determinantes o móviles de su actuación, luego, se amplió incluyendo el estudio de la presión del contexto próximo sobre la acción del sujeto, sin considerarlo a éste como "agente" de su propia realidad. Después, se reconoció la actividad del sujeto agente en la construcción de su propia realidad a través de un diálogo continuo con su entorno; para finalmente ocuparse de los contextos en los que se produce la conducta dando importancia al estudio del contexto y de los climas sociales. Desde esta posición se ha reconsiderado el rol del sujeto en dimensiones fundamentales: en cuanto a valorar las acciones psicosociales cometidas por los sujetos en su calidad de planificadores; o sea , analizar la eficacia de los programas, o tratamientos, como conjunto de acciones psicosociológicas debidamente planificadas, ejercidas y encaminadas a la producción de un cambio en otros individuos (Fernández Ballesteros, 1982, 1987). También, se ha centrado el interés por el análisis de la actividad interna del sujeto en sus procesos cognitivos como básicos y originantes, conjuntamente con variables situacionales y orgánicas, de su propia conducta y como elementos explicativos de su forma o estilo de enfrentarse a la realidad (Buss, 1991; Pervin; 1985, 1989). La evaluación psicológica ha vivenciado una evolución de tipo centrífugo e integrativa, desde el interior del sujeto hacia el análisis de sus contextos. Esta evolución ha sido expansiva a partir del sujeto, (Forns y Santacana, 1993), y ha incorporado el triple análisis de la realidad:
⇒ Como externa al sujeto: Análisis de las circunstancias externas como entidades que por su relación funcional con el individuo creaban cambios o mantenían la conducta de un sujeto;
⇒ Como interactiva y constructiva con el individuo: proceso de mutua determinación en la interacción sujeto y objeto
⇒ Como sustantiva en sí misma: análisis de contextos y análisis de la incidencia de las acciones psicosociales ejercidas sobre la conducta de los sujetos.
Hemos arribado a una evaluación ecológica, multicontextual y que se focaliza en plurivariables personales, enfocada desde una perspectiva interaccional, ya que cuando se reconoce la influencia conjunta de una pluralidad de fenómenos para lograr la descripción y explicación de la conducta, no se puede renunciar a buscar las modulaciones de unas variables sobre otras y las pistas causales, entre variables. No se puede olvidar el sistema en el que toman significación funcional las relaciones que explican la conducta, a menos que se destruya el objeto de observación (Reuchlin, 1988). En suma, una evaluación psicológica que pretenda tener en cuenta los contextos de inserción de los sujetos conlleva una evaluación interaccional de plurivariables, que debe ser realizada bajo una perspectiva contextualizada o ecológica. De aquí que este análisis ecopsicológico, se caracteriza por ser (Forns, 1993):
∗ Plurivariable: se analizan las características de un sujeto, considerándolo en sí mismo como un contexto con multiplicidad de variables de distinta naturaleza: es el contexto intrapersonal.
∗ Ecológico: se analiza la conducta del sujeto en el propio contexto en que se produce. Interaccional: se analizan las relaciones de interdependencia entre las variables, en busca de las líneas de causalidad de la conducta.
∗ Multicontextual: se analizan variables macrocontextuales físicas, afectivasemocionales, creencias y valores, etc.; las exigencias contextuales y la variabilidad situacional y temporal entre tales contextos.
A nivel de la tecnología propia de este área, se ha hecho necesario la construcción o adaptación de una serie de técnicas que permitan el análisis de las variables ambientales relevantes (Craik, 1973; Stokols, 1978 ; Pelechano, 1981) y de las transacciones hombremedio (Kahle, 1979). A nivel del objeto de la evaluación psicológica, se ha pasado de la simple descripción, clasificación, predicción y explicación de la conducta de sujetos a evaluar dimensiones ambientales que permitan la evaluación de las relaciones hombremedio y la evaluación de contextos, ambientes o situaciones específicos. Sin embargo, no han sido éstos los únicos cambios, el psicólogo evaluador ha incorporado a su rol el de valorador de intervenciones. Cronbach (1982) ha enfatizado la importancia del contexto (ámbito geográfico, histórico y social) en la valoración de las intervenciones. Siguiendo a R. Moos (1976) nuestro objetivo último es analizar ese grupo especificado de sujetos habitantes de nuestro concreto ambiente, objeto de estudio, nos interesa conocer su ajuste, su adaptación, su influencia, la forma en que se manejan y la forma en que su conducta es controlada por su entorno. Tal como lo ha explicitado este autor, creemos que es importante considerar los antecedentes que, aparte de la Psicología, han llevado al creciente interés en el estudio de las relaciones conducta-ambiente:1) el establecimiento de la influencia de variables espacio-temporales en los eventos históricos;
2) la conformación de la ecología humana como disciplina científica que ha ampliado el objeto de estudio de la ecología biológica;
3) la aceptación, basada en datos empíricos, de la influencia de los factores ambientales en la salud de las personas;
4) la preocupación, desde la sociología e, incluso, la política de las influencias mutuas entre la organización social y el ambiente físico;
5) la penosa y peligrosa realidad del deterioro que el hombre está produciendo en el medio ambiente.

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La evaluación psicológica y el análisis ecoevaluativo
De TodoDra. Isabel M. Mikulic Prof. Titular Regular T. y T. de Exploración y Diagnóstico Módulo I, Cátedra I FICHA DE CATEDRA: N 1