1.2. Antecedentes Históricos

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Una breve reseña nos permitirá llegar al aquí y ahora de este área de la psicología; siguiendo la especial división tripartita realizada por R. Fernández Ballesteros en su libro "Psicodiagnóstico, concepto y metodología" (1980), distinguimos los intentos primitivos instalados aún en contextos pre-racionales, los que se producen en un plano más estrictamente lógico y los que podrían ser considerados dentro del ámbito científico. El primer período conceptualizado como "mítico" resume el interés del hombre de todos los tiempos por comprender, describir, categorizar, predecir y explicar a las personas. Es la astrología y el horóscopo la forma evaluativa más antigua y permanente de todos los tiempos ya que tal como lo señala Fernández Ballesteros(1980), en todas las prácticas astrológicas hay un sujeto a evaluar y un evaluador que predice el futuro según determinadas categorías, de una taxonomía previa. El sujeto escucha lo que le sucederá y ajusta su conducta consecuentemente, podemos observar que esto acontece aún en nuestros días con amplia repercusión. En un segundo momento "racional-especulativo", encontramos las raíces de la evaluación psicológica en disciplinas tales como la filosofía y la medicina. Es la filosofía de Aristóteles en su doctrina hilemórfica (Physiognomica ) la que posibilita un primera aproximación al diagnóstico psicológico a través de la interpretación del carácter y hábitos psicológicos a partir de las características corporales. Autores posteriores se refieren a esta forma de establecer "tipos" de hombres como Cicerón, Séneca y Sexto Empírico, otros la atacaron como los Padres de la Iglesia. Tanto en la Edad Media como en el Renacimiento tuvo sus seguidores, Miguel Escoto y Giambatista Porta sirven de ejemplo, respectivamente; reapareciendo en la versión actual de los trabajos topológicos de Kretschmer o Sheldon. Otras elaboraciones diagnósticas se enraizaron en corrientes filosóficas como el racionalismo cartesiano o el empirismo. Desde la primer concepción, la cartesiana, la dualidad en la composición humana permite el surgimiento de una psicología cuyo objeto es el estudio de la conciencia a través de la intuición, lo cual dificulta los procedimientos de evaluación provocando escasos desarrollos en esta disciplina. La tercera raíz filosófica que aparece con el empirismo tiene en Thomas Wright (1601) su mayor exponente ya que sustenta que son los hechos externos, las acciones, sin mediaciones inferenciales las unidades de análisis sobre las que debe basarse la evaluación psicológica. Luego de los aportes filosóficos son los biológicos los que más contribuyeron a la psicología y al diagnóstico. Desde que Hipócrates esbozara la teoría de los "cuatro temperamentos", múltiples "tipologías psicológicas" se desarrollaron con Galeno (S I y II d. C.), Juan Huarte de San Juan (S XVII ) . En el S. XVIII J. Barthes establece dos métodos, directo e indirecto, para el conocimiento del temperamento individual o particular de cada hombre, fue uno de los que más se preocupó por encontrar procedimientos de evaluación y diagnóstico. Durante los S. XVIII y XIX los avances de la medicina y la influencia de corrientes filosóficas como el empirismo y el positivismo ayudan a la constitución de la Psicología como disciplina científica y a la evaluación. Los logros, científicos, producidos en la tercer etapa de esta historia de la evaluación psicológica se encuentran en el S XIX con los hallazgos de Weber luego continuados por Fechner creando una nueva disciplina la psicofísica que permite por primera vez medir un aspecto de lo subjetivo, la sensación, a través del autoinforme. Pero es importante aclarar (Nunnally, 1973) que ninguno de ellos se preocupó por constatar diferencias individuales, sin embargo, la psicofísica contribuye a la actual Psicometría cuyo objeto es hallar tales diferencias. Otros aportes fundamentales fueron las elaboraciones matemáticas producidas durante el S XVIII y XIX por Laplace y Quetelet , fundamentalmente éste último que demostró la aplicabilidad de métodos estadísticos al estudio del comportamiento humano. También durante el SXIX se producen hallazgos dentro de la Medicina y una escisión en la psiquiatría en dos corrientes opuestas en la atribución de la etiología de los trastornos mentales: la organicista y la psicologista. Así tal como refiere Fernández Ballesteros, 1980; ..." De una parte, un afán clasificatorio y, de otra, la búsqueda de procedimientos evaluativos de los padecimientos psiquiátricos se convierten en dos objetivos básicos del S XIX. Personalidades como Pinel, Esquirol, Guislan, Von Grashley y Rieger son algunos de los precursores de éste área que culmina con el trabajo de Kraepelin creando entidades nosológicas aún hoy utilizadas en la evaluación psicológica. No podemos olvidar los antecedentes proporcionados por la Educación que a partir de la escolarización obligatoria en algunos países europeos de la segunda mitad del S XIX, brinda un campo de aplicación fructífero a los principios psicológicos y es motivo de abundantes investigaciones psicosociológicas. Así, la Evaluación Psicológica surgirá entroncada con la Psicología Diferencial, dada la necesidad de evaluar las características individuales diferenciales presentes en los seres humanos; y compartirán la paternidad de la constitución del Psicodiagnóstico como disciplina científica: Francis Galton, McKeen Cattell y Alfred Binet. F. Galton (1882-1911) utilizó procedimientos de evaluación de algunas funciones psicológicas creando pruebas y aparatos para medir funciones psicológicas por ejemplo tiempos de reacción, y su depuración del método de correlaciones en 1877 es considerada como hito en el origen de los tests. Es McKeen Cattell (1861-1934) en 1890 quien acuña el término "test mental" cuyo objetivo es ser "un sistema uniforme que permite comparar y combinar en lugares y momentos diferentes", la medida de las funciones mentales (Cattell, 1890, p.374). La evaluación psicológica comienza a esbozarse en 1896 cuando publica un estudio realizado con dos baterías de tests para medir aspectos psicológicos y realiza trabajos no solo sobre funciones perceptivas sino también sobre procesos superiores como memoria y asociación verbal. En relación con la Evaluación Psicológica, A. Binet (1875-1911) define los tres grandes problemas de la Psicología individual: estudiar las diferencias individuales de los procesos psicológicos, estudiar las diferencias psíquicas en individuos aislados o en grupos de individuos y estudiar las relaciones de diferentes procesos psíquicos en un mismo individuo. Así, centra la instrumentación de su metodología en los "tests mentales" cuyas reglas fundamentales serán: 1) Que los métodos sean simples y no lleven mucho tiempo; 2) que los medios de determinación sean independientes de la persona del examinador; 3) que puedan compararse los resultados obtenidos por un observador con los de otro" . En 1903, publica el primer test de inteligencia, hecho de influencia positiva a diferencia de la influencia negativa que tuvo el utilizar una terminología "médica" con constante referencia al diagnóstico de la inteligencia que forjó la aceptación del término "psicodiagnóstico", con las consecuencias correspondientes en el objeto de ésta disciplina. En un breve análisis histórico, la Evaluación Psicológica parece perdida entre hitos marcados por la pura elaboración de instrumentos de medida por parte de psicólogos de muy diversas corrientes teóricas, lo cierto es que el psicodiagnóstico ha progresado con los desarrollos provenientes de la Psicología correlacional o diferencial y la Psicología experimental siguiendo las demandas de la Psicología aplicada, tal como lo plantea, R.Fernández Ballesteros, 1987. A partir de la primera década del S. XX, se produce un incremento significativo de los instrumentos de medición tanto en EEUU como en Europa y Rusia, surgen nombres como Bell, Burt, Claparede, Stern, Baranov, Solovieff, etc. Gesell, tratando de establecer las diferencias individuales en cuanto al desarrollo y maduración de los procesos mentales depura una escala de desarrollo de las primeras edades. Piaget y su escuela tienen planteos que abarcan el diagnóstico del pensamiento con escalas estandarizadas para medir la inteligencia sensomotriz y el pensamiento lógico con las que se brinda alternativa a la medida de la inteligencia con instrumentos clásicos y se facilita la exploración cognitiva de sujetos seriamente perturbados. En 1930, para evitar las influencias culturales en los procedimientos diagnósticos, aparecen trabajos como el de Grace Arthur sobre Escala de Ejecución o la batería de Inteligencia Técnica de Paterson, Elliot y Anderson; o el Test de Dibujo de la Figura Humana de Florence Goodenough en 1926 que utiliza material expresivo. Un punto importante en la constatación de las diferencias individuales en las habilidades intelectuales es la aparición de las Escalas de Inteligencia de David Weschler, 1939, 1949 , 1955, 1960; y en la evaluación de la personalidad es importante la publicación en 1921 de Herman Rorschach con su "Psichodiagnostik", con la consecuente avalancha de instrumentos que se dedicarán a este área como son los Inventarios de Intereses de Strong y Allport, en 1937 Bell publica un test para evaluar el ajuste psíquico, en 1942 Hathaway y McKinnley editan el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota que evalúa diferentes rasgos. La psicometría se convierte así en uno de los pilares básicos de la psicología de las diferencias individuales, en cuanto a la medición de los atributos psicológicos, dando a la evaluación y al diagnóstico una productividad tecnológica invalorable. Uno de los primeros representantes de esta rama, Spearman, en 1927, publica "The Ability of Man" vinculándose al movimiento de los tests al propugnar desde una teoría de los dos factores de la inteligencia, la existencia de un factor general del que participan distintas técnicas de medida de la inteligencia. Luego, en 1938 Thurstone publica su "Primary Mental Ability" con el análisis multifactorial centroide y los fundamentos de su teoría de la estructura simple. En 1955, Cronbach y Meehl proponen la "validez de constructo" y Campbell y Fiske la "validez convergente y discriminante" en 1959; todas ellas esenciales en los instrumentos psicodiagnósticos. En cuanto a los fundamentos de la Evaluación Psicológica en sus aspectos psicométricos, son dignos de mención los trabajos de Guilford y Cattel en EE.UU y Eysenck en Inglaterra. El primero estableció un modelo basado en la estructura factorial del intelecto y, además, intentó depurar instrumentos para la evaluación de aptitudes mentales. Cattell, es un prolífico psicólogo que, desde la perspectiva diferencialista, ha editado trabajos sentando bases conceptuales tanto para el área de la personalidad como para el de las aptitudes, así como también ha depurado instrumentos de evaluación psicológica. En el área de personalidad, H. J. Eysenck ha construido instrumentos para medir las dimensiones de la personalidad por él obtenidas a través de una metodología psicométrica, 1959,1969 y 1976. Su interés se centró en hallar el sustrato fisiológico de los atributos psicológicos hallados factorialmente. La Evaluación Psicológica en esta etapa se caracteriza por la medición de atributos psicológicos tanto en la cognición como en la personalidad, preocupándose por constituirse en disciplina de la Psicología científica al utilizar procedimientos de medición para constructos psicológicos tales como inteligencia, aptitudes o rasgos de personalidad, en función a una clasificación y comparación de sujetos. En cuanto a la Psicología Aplicada y su entroncarse con las antes mencionadas ramas de la psicología, podemos ver que en interacción con la constitución de ésta como disciplina científica, se produce la aplicación de los hallazgos conseguidos a los distintos ámbitos de la realidad social. Tanto desde el campo escolar, como del industrial o el militar o el clínico, se demandan procedimientos de evaluación. Los instrumentos que se elaboran en Universidades y Laboratorios de investigación psicológica son esenciales en distintos ámbitos de aplicación y para diversas instituciones sociales.

La evaluación psicológica y el análisis ecoevaluativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora