|🌱| - Solomon | Public

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Una pequeña cita con Solomon era algo que siempre era agradable.

Ir de compras, o solo ir a algún café a sentarse a hablar de sus ideas para libros, cualquier cosa era agradable.

Pasado un tiempo aquellas pequeñas citas se habían hecho bastante regulares hasta el punto en el que se juntaban bastante seguido, quizás una vez por semana.

Aquel día habían ido de compras, una algo popular tienda en el centro de la ciudad a la cual habían ido bien temprano para no encontrarse con un montón de gente.

—Esto se te vería bien— Dijo Simeon con una amplia sonrisa, mientras le entregaba a ___ un vestido que se veía ideal para el verano, quizás algo corto. —Deberías de probártelo.—

—Eso crees? Está bien...— Respondió ___ con calma. La chica tomó el vestido, accediendo a probárselo.

Caminó hacia los probadores, de tres, justo el del medio estaba libre, y sin pensarlo mucho se metió en este.

Por otro lado Solomon tenía otro tipo de ideas.

Miró alrededor unos segundos, básicamente haciéndose el tonto y secretamente esperando que la chica quizás ya se encontrara en trapos menores. Esperando también que los trabajadores se alejaran un poco de aquella zona. Una vez se aseguro de que nadie estuviera cerca aprovecho para meterse en el vestidor donde estaba la chica, sin realmente pensarlo mucho.

—S-Solomon?— Ella se volteó, mirándolo con las mejillas rojas y efectivamente ya solo encontrandose en ropa interior. A pesar de ella estar avergonzada, Solomon por su parte solo sonreía de manera juguetona.

—Pensé en ayudarte, ¿No?— Sonrió de manera serena. Con claramente otras intenciones. —Deberías de quitarte el sujetador ¿No? El vestido es de tirantes, se verá mal si tu sujetador es visible— Utilizó como excusa el peliblanco.

—Estás seguro que esa es la única razón?...— Murmuró la chica, dándose la vuelta y colocándose de frente al espejo una vez mas, pero Solomon no respondió, tan solo sonriendo aún mas casi como que dándole la razón, acariciando su espalda antes de subir para desabrochar su sujetador.

La chica lo sujetó en su lugar unos segundos, antes de ceder y dejarlo a un lado para acercar su mano a tomar el dichoso vestido. Pero en su lugar las manos de Solomon rodearon su cintura, encorvándose y apoyando su cabeza en el hombro de la chica.

—Que linda vista...— Murmuró, mirando descaradamente el reflejo de la chica en el espejo. Sus manos subían lento. Sujetando los pechos de la chica con suavidad.

—S-Solomon...— Los murmuros de las personas en la tienda se empezaban a hacer presentes. —¿Qué piensas hacer?...

—No es obvio?...— Una de sus manos se deslizó hacia la ropa interior de la chica, adentrándose lento. —Es sencillo, solo tienes que hacer silencio ¿No? Fácil...— Sus dedos se encargaron de separar los labios inferiores de la chica, con su dedo del medio empezando a tantear suavemente aquella zona mas sensible que las otras.

La chica se estremeció levemente, sintiendo suaves escalofríos en su espalda. Intentando aguantar cualquier sonido que amenazara con salir.

—Buena chica...— Murmuró lento, con sus dedos lentamente deslizándose hacia la entrada, pero no dejándolos entrar aún. —Recuerda... No puedes hacer ruido... Estaríamos en problemas si nos descubren— Murmuró en la oreja de la chica, dejando un suave beso en su cuello luego. Entrando finalmente sus dos dedos suavemente. —Estás mojada incluso... Tan linda— Sonrió levemente.

Sus dedos se deslizaron dentro con cierta facilidad, y las embestidas empezaron, la chica se sujetaba de una de las paredes mientras Solomon la ayudaba de igual forma con una de sus manos rodeando su cintura.

Los gemidos amenazaban con salir, ___ cubrió su boca con una mano intentando contenerlos lo mejor que pudo, aquel gesto fue algo que Solomon encontró quizás mas encantador de lo que debía. Empezando a embestirla mas rápido para que ella tuviese que esforzarse un poco más.

—Estás haciendo un poco de ruido, no crees?...— Murmuró, para molestarla, con una pequeña sonrisita en su rostro, viendo las leves lágrimas placenteras en la cara de la chica.

Las voces de afuera se hacían mas fuertes a medida que el tiempo pasaba, aquella tienda había sido bastante popular aquellos días y la hora pico del negocio empezaba a llegar.

Las embestidas no se detuvieron por un buen rato y una vez la chica tembló lo suficiente como para hacerle indicar a Solomon que esta estaba apunto de correrse, este simplemente se detuvo. Haciendo que la chica se volteara, mirándolo entre con enojo y con confusión.

—H-Hey...— Se quejó, jadeando levemente, con la respiración agitada.

—No es justo que solo tú te diviertas ¿No? Yo también me quiero divertir...— Sonrió, desabrochando sus pantalones para empezar a sacar su ya endurecido miembro, bajando la ropa interior de la chica. —Hay que darnos prisa... Van a sospechar— Susurró, pero a pesar de el terrible escenario que eso sería, el seguía sonriendo, casi como que si la situación le fascinaba.

Sujetó las caderas de la chica y con un suave movimiento ya estaba adentro. Aquella situación, la adrenalina, el espacio tan cerrado y aquel espejo dejándole ver una nueva perspectiva de lo que estaba sucediendo le encantaba. Le excitaba.

Las embestidas tenían que ser suaves. No quería que las personas afuera se preguntaran porque estaban "Aplaudiendo" en los vestidores.

A pesar de esto, las suaves embestidas y la adrenalina eran suficientes para que se acercaran al climax incluso mas rápido de lo que cualquiera de los dos les gustaría admitir.

—Ya casi...— Las embestidas se hicieron mas rápidas a pesar de que Solomon aún no podía entrarlo por completo, abrazaba a la chica por la cintura para ayudarla a mantenerse de pie, con una mano en la boca de esta para ayudarla a reprimir esos gemidos que si llegaban a salir serían mas que un problema.

Solo hizo falta una última embestida. Que Solomon se tomó la libertad de introducirlo por completo, provocando el único gemido de parte de la chica que dejó salir de manera audible. Una vez ambos se vinieron, Solomon salió con lentitud, viendo su blanco líquido salir de dentro de ella con lentitud y llegar al suelo.

—Deberíamos de limpiar eso...— Rió levemente, completamente satisfecho con todo lo que sucedió. —Te compraré el vestido... Quizás puedas usarlo de camino a casa— La ayudó a ponerse la ropa interior, asegurándose de dejar sus fluidos allí dentro, sonriendo levemente aún.

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⏰ Última actualización: May 22, 2023 ⏰

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Demonios... ¿Ahora qué? - |Lemon| [Obey Me! - Shall we date?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora