|🌱| - Lord Diavolo | Servant + Master

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Tras una "discusión" entre los hermanos en la cual realmente solo Lucifer opinó, se decidió que T/N se quedara un tiempo en el castillo de Lord Diavolo.

Y este último estaba mas que encantado, después de todo no era un secreto que al príncipe del infierno le fascinaba la compañía de aquella humana.

Los días pasaban y la relación entre ambos crecía cada vez más. Diavolo sin muchos rodeos como de costumbre simplemente le ofreció dormir con él una noche, una idea que llevaba creciendo en él desde hace tiempo a la vez que la cercanía de ellos dos crecía también.

—Me encantaría poder irme a dormir y que seas lo primero que vea al despertar, ¿Aceptas?— Preguntó con una amplia sonrisa y aquellos aires caballerosos que le caracterizaban rodeandolo. La chica aceptó sonriendole de vuelta también, agregando un "Me encantaría".

Aunque al principio no pasaban de caricias y pequeños besos en la frente, el rostro o las mejillas. Una de aquellas noches entre cariños Diavolo sujetó el rostro de la chica por su barbilla, uniendo sus miradas con una cálida sonrisa en el rostro.

—¿Puedo besarte, T/N?— Preguntó con suavidad mientras la chica tan solo asintió embobada, intercalando la mirada entre los labios y los ojos de Diavolo.

Unieron sus labios con suavidad en un beso mas cariñoso que otra cosa, sintiendo las caricias de Diavolo en sus brazos y como la sujetaba con cariño. Diavolo parecía ser una persona bastante romántica y aquello jamás había sido un secreto.

La invitaba a comer, a tomar el té, si no la veía en el día le mandaba flores y una carta de disculpas. Diavolo parecía un príncipe sacado de un cuento de Disney a pesar de ser uno de los demonios mas poderosos de los 3 reinos.

Y aún así con aquella humana era tal que había suficiente espacio en aquella cama como para que durmieran toda una noche sin siquiera tocarse, pero aún así siempre la pasaban juntos acurrucados en el centro de esta.

Una noche calurosa en la que no llevaban tanta ropa encima se preparaban para ir a dormir. A ninguno le molestaba o se apenaba de aquello, Diavolo estaba mas que claro que era un caballero y jamás haría algo indebido, y ver el pecho desnudo de Diavolo no era exactamente algo que le disgustaba.

—No es tedioso?... Ser el que da las ordenes siempre...— Preguntó la chica mientras hablaban de cualquier cosa, pequeñas conversaciones sencillas que usualmente no llegaban a mucho, pero que cumplían la función básica de entretener.

—Hm... Un poco... Aveces— Contestó Diavolo tras pensarlo por unos segundos. —Recibir ordenes... Suena mas sencillo aveces, que tan solo me digan que hacer...— Dijo con calma acariciando el pelo de la chica con suavidad, jugando con los mechones de este. —Y si me las das tú?— Dijo con una sonrisa.

—Yo? Darte órdenes?— Preguntó con una sonrisita. —Vaya... Darle ordenes al príncipe del infierno... Es mucha responsabilidad ¿No?— Dijo entre risitas siguiendole el juego.

Diavolo ya emocionado por su pequeño juego la llevó al borde de la cama sentandola allí, el arrodillándose en el suelo y colocando una mano en su pecho.

Sujetó con su mano libre la mano de la chica y bajó su cabeza en señal de respeto.

—Estoy a sus ordenes, my lady, dígame lo que desee y lo haré realidad...— Dijo antes de levantar la cabeza y sonreírle.

El corazón de T/N dió un vuelco ante aquello, tener a uno de los demonios mas poderosos a sus pies así era una idea que le hacía sentir cosas en particular, aunque fuese tan solo un juego.

—Hm~ Puedo pedir cualquier cosa?— Dijo entre juegos viendo al demonio asentir con calma mirandola a los ojos. —Ah... Qué tal un masaje?— Dijo con una sonrisita, mientras Diavolo se ponía de pie lento.

Demonios... ¿Ahora qué? - |Lemon| [Obey Me! - Shall we date?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora