Parte 6

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 Nuevamente John.

 John era, sin que él pudiera terminar de comprenderlo en ese instante, la pista clave, de TODO. El dato esencial, la ficha infaltable en cada caso que Sherlock resolvía, no porque formara parte del crimen, sino porque su persona le daba la visibilidad adecuada al asunto. Porque John Watson era la pista fundamental en el caso de la vida de Sherlock Holmes. Todo había sido desde que él estaba, desde que los dos estaban, y se podía decir que era casualidad, pero era una casualidad clave.

 Sin John, Sherlock no hubiese podido contra Moriarty, no hubiese podido entender la importancia de las personas que estaban en su vida, no hubiese podido descubrir quién era, ni cómo era, ni por qué era. No hubiese podido lidiar con aquel asunto familiar si John no hubiera estado. Porque tal vez ni siquiera hubiera pasado. Pero había pasado, y era lo que era. Y era con John.

 Él era ese dato que apoya la teoría, que la hace válida. John era esa pista que permite avanzar en el caso, que sostiene la explicación, que evita que la teoría se desmorone. Era el hecho que invita a seguir con la investigación, que hace que valga la pena.

 John era eso que Sherlock ansiaba encontrar cada día mientras trabajaba. El dato soporte, pero aplicado a toda su vida.

 John lo miró y soltó una risa espontanea.

 - ¿Verdad que estás considerando que sea un clon? - preguntó divertido al ver la expresión de Sherlock, y se dio la vuelta para irse.

 Pero Sherlock lo retuvo, lo agarró suavemente de la muñeca, lo atrajo hacia sí y lo abrazó. Apoyó con delicadeza su nariz en el cuello de John, invadiéndose de ese olor, de ese ser.

 Algo sorprendido, John se dejó abrazar y después rodeó los hombros de Sherlock con sus brazos, y él también se dejó invadir por ese aroma familiar, por Sherlock.

Tan brillante y tan estúpido ("Sherlock")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora