[16] T i m e T o S a y G o o d b y e

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No tengo ni idea de que hora es, mi cuerpo esta relajado en una cama y hay voces a mi al rededor que me molestan. Me muevo pero algo duele en mi hombro, no tengo ganas de abrir los ojos pero si me quejo todo lo que quiera, de repente las voces se detienen. Una voz de una mujer desconocida para mi comienza a llamarme por mi nombre

¿Cómo termine en el hospital?

No había un alma por la calle, supongo que algun buen drogadicto o vecino de la villa habra llamado a una ambulancia. Otra vez aquí no... Me rindo ante los llamados de la enfermera, o lo que sea esta muchacha, abro los ojos apenas por la luz asquerosa del hospital, ahg todo es tan feo y horrible aquí, con sus paredes y pisos blancos, todo blanco y pulcro, y ese olor característico de los hospitales

Noto que tengo el hombro vendado por el vidrio incrustado, un escalodrío me recorre de solo pensar en el dolor. Intento tocar mi menton, hay una cosa que rodea toda mi cara como un soporte para mi mandibula... ¿Mi mandibula?... ¡Mi preciosa mandibula esta rota! Ya es de día ¿Cuánto llevo aquí? no puede ser, tengo que advertirle a Raúl sobre el hijo de puta de Ismael, no puedo poner en peligro a él y su esposa

Intento levantarme de la cama pero la mano femenina de la enfermera me detiene por el pecho

—¿De verdad vas a levantarte? Sufriste un corte profundo en el hombre y tu mandibula esta dislocada

—Gracias por recordarmelo, cariño. No hacia falta—Le digo con sarcasmo y algo de dificultad. Ahora que la veo mejor me doy cuenta que es la enfermera del otro día, a la que intenté coquetearle, espero no meterme en problemas

—Claudia esta como loca—Menciona

—No quiero que me vea de esta forma. No le digas que desperte

—¿Y por qué crees que te haría caso a ti?—Dice con notable fastidio. Cruza los brazos sobre sus pechos y me mira con uhna ceja alzada—No puede ser que con la mandibula jodida seas un encanto todavia, te odio

—Yo también te odio ¿Así tratas a tus pacientes?

—Puedo hace excepciones contigo

Ambos reimos divertidos, ya había cruzado palabras con ella antes y me gustaba su humor. Menos mal que ella me curo y me atiende porque sino estaría en la azotea para tomar aire y luego arrojarme de esta. Las enfermeras mayores suelen odiarme porque siempre me encuentran robando frasquitos de morfina o algun medicamento sin receta, pero tambíen tenían cierto aprecio hacia mi, o eso decía mamá para subir mi autoestima

—¿Está sólo mi madre allí afuera?—Pregunte curioso, re-acomodandome en la cama

—No, estan los chicos de tu banda y una chica con el cabello naranja y lo que supongo es su novio—Dice escribiendo en la libreta que colocan a los pacientes en las camillas

¿Mara tiene novio? Esa chiquilla me va a escuchar ahora, es muy pequeña como para tener novio

—De todas formas diles que no pas-

—¡¿Viejo?! ¡¿Estas vivo?!—Grito Perxas entrando en la habitación, atras venía focus con su tipica cara de fastidio

—No—Respondí y giro los ojos

—¡Me tenías con los cojones en la boca! ¡Hijo de puta creí que te había pasado algo peor!

—¿No es "Me tenías con el jesucristo en la boca"?—Pregunta una confundida Pinky, la enfermera

—Déjalo, de verdad. Sólo atina a decir estupideces, está cerca de los 30—Bromeo y Jaume rie como idiora. Ah, extrañaba su risa de brujo

—Bien, Reborn. Cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme—Dice ella con una sonrisa, se despide de nosotros y abandona la habitación

-i hate him- [Rebornplay] pt. 2  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora