[17] P A I N

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•Raúl

Es mediodía casi la hora del almuerzo, la noche anterior no fue fácil con el robo de la radio y eso. Mi hermosa prometida se ha asustado por eso, y como no quiere estar sola en casa desde eso, esta en casa de mi hermano. Estoy seguro de que la casa de Ruben es cómoda para ella, acordamos en encontrarnos allí en cuanto mi turno acabe, aproximadamente entre las 9 o 10 de la noche

Tomé la bata del perchero y pase mis brazos por esta, intente planchar con mis manos un par de arrugas, siempre solia arrugarse o simplemente olvidaba plancharla. Son exactamente las 12:02 del mediodía, arregle un poco mi cabello para que las cocineras me hagan un descuento en el postre porque estan subidos de precio y a ellas les parece tierno. Salimos ganando los dos ¿No es asi?

Salí de mi consultorio, la sala de espera esta vacía, que raro, hoy no tuve tantos pacientes. Amo estar con los niños, Sara siempre me recuerda que el trabajo que tengo es el mas considerado y tierno de todos, y que ama que este cerca de ellos

Me gustan, los amo, son tan inocentes y divertidos, su curiosidad hace que me muera de risa y ternura. El hospital sabe reconocer la paciencia con la que trato a los niños, que el pasillo donde esta mi consultorio es el más popular y que tanto padres como madres me confian la salud de sus niños

Subo a la segunda planta, casi llegando a cafetería pero un murmullo me distrae de mi pacífica caminata. Esta ingresando en una camilla a urgencias, abro los ojos sorprendido cuando veo a Claudia llorando, aunque es parte del equipo de médicos que reanima a quien creo que es, la apartan lejos. Es obvio, no van a dejar que vea a su hijo

No sé que haces pero ultimamente no puedo sacarte de mi cabeza Reb ¿Debo asustarme?

Dejo pasar lo que acabo de ver y voy a la cafetería, quiero detenerme y ver que sucede allí pero lo evito. Creo que así es mejor. Finalmente ingresé a la cafetería, no tengo mucha hambre, mi estomago pide a gritos que no ingrese nada o voy a vomitarlo

No, otra vez

Me pongo nervioso cada que pienso en el o tenemos raros acercamientos. No puedo evitarlo pero siempre terminamos juntos sin importar la situación o el horario. Cuando llamo a mi celular no me quedo otra cosa que aceptar ir a sacarlo de la comisaria, no sería muy amable de mi parte ignorarlo, y no sé porque esperaba que fuera él el que robara mi radio. No quiero decir que Reborn es un delincuente, pero después de ver ese sobrecito con cocaína deduje que si robaba lo hacia en esas condiciones

Sólo me pedí el té helado que suelo pedir en las tardes y me senté junto al gran ventanal donde se aprecia una vista a la planta baja del hospital. Nada irrelevante que ver, sólo doctores, enfermeras haciendo lo suyo, pacientes ancianos, adultos y niño, es un día como cualquier otro y quiero convencerme de ellos

Ahora estoy nervioso, mi pierna derecha zapatea y bebo mi te con rapidez. ¿Le habrán disparado cuando intento robar algo? ¿Sufrió un colapso de tanta droga que ingirió? Espero que no, de verdad espero que no sea nada grave

¿Por qué me permito preocuparme por él? Él ya no es de mi incumbencia, él no... Ya no más

Si mi padre leyera lo que pasa por mi mente ahora me mataría, pero hay 2 razones por la que no puede hacerlo. Numero uno, es imposibles. Numero dos, esta enfermo y no creo que le importe. Pero se la pasa preguntando cuando me casare con Sara, no sé que responderle ya que ella no ha sacado el tema y yo tampoco

No, no estamos casados, estamos comprometidos, le propuse matrimonio en un restaurante en los Ángeles, donde viviamos con mi padre, quiero decir, en la parte de arriba de aquel famoso restaurante. Sara y yo nos conocimos allí, en ese entonces tenía 21 y limpiaba la cocina de dicho restaurante, con ese dinero pagaba mis estudios, me obligo a trabajar y estudiar pero al menos me dejo elegir la carrera que quería

-i hate him- [Rebornplay] pt. 2  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora