[6] S t r a n g e r s

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La música elegante sonaba de fondo mientras mi zapato resonaban con la fina cerámica, abrí la boca en forma de "O" al ver la hermosa estructura tanto afuera como adentró, nunca había estado en un lugar así, lo más cercano fue la casa de María

Me acomode la corbata pasando por la recepción llena de espejos, estaba nervioso, había mucha gente entrando y saliendo del lugar, todos bien vestidos, con joyas elegantes, con una gran sonrisa y luego estaba yo, con un traje que no me cada muy bien, me sentía ridículo

Pero era por el bien de la banda, no había otra razón por la cual estaba fingiendo pasarla bien frente a estas personas. Claudia se registro en la recepción y nos dejaron pasar, incluso era más elegante adentró, el banquete venía bien cargado de cosas que no conocía para nada

—Esta bien cariño, sólo relájate—Las palabras de mamá no me ayudaban para nada, comencé a sentirme aún más sofocado

—Realmente no creo en las expectativas

—No digas eso, vamos al piso de arriba, te sentirás mejor

Quise creerte mamá

Había una escalera enorme en medio del salón, estaba muy bien decorado como el resto, subimos, curiosos por descubrir lo que había allí. Sentí cierta armonía al llegar al piso, había más comida desconocida para mi y mamá se alejo de mi a hablar con sus compañeros, deseaba estar en su sofá mirando Sex and the city, fue Perxitaa quien le pego esa serie de mierda

—¿Disculpa, hola?—Una voz femenina sonó tras de mí y... No podía ser ella no, no, no ¿Qué hacía aquí? La chica rubia de ojos verdes me toco el hombro. Carraspeo algo aturdido y la miro sin parecer tan desconcertado, le dedico una sonrisa de lado, mi arma mortal

—Hola, b-buenas noches—Parecía tener problemas en casa al hablar de esa forma, pero no me salía de otra, esa mujer desprendía tanta belleza que podría decir que me hice heterosexual

Si, una gran mentira

—Oh ¿Tu no eres el baterista de la banda que adora mi sobrino?—Pregunto arrugando el entrecejo, me le quede mirando ¿Sobrino? ¿Banda? ¿Qué banda?

—Eh, si si, soy yo, creo...—Susurre lo ultimo, ella abrió los ojos sorprendida—¿Me buscabas para algo en especial?

—No, sólo que... Bueno, e-estas ocupando la mesa reservada de mi familia

Auch

Realmente las expectativas se habían ido a la mierda, nadie me reconocía, sólo era citado para una campaña, joder ¿Vine para nada? si, bueno no, estaba acompañando a mi mamá, ella se le veía bastante feliz, estaba disfrutando la noche con sus amigos. A lo lejos vi a Sebastián acercándose a nosotros, con un traje elegante, con su cabello castaño, recordé al niño de nariz respingada

Mierda...

—Discúlpame, no lo sabía—Le dije con vergüenza, ella me dedico una sonrisa tranquilizadora y me alejé de ella lo antes posible, pero no podía ir a la izquierda porque allí venía el niño este y no quería que me recordara a él. Camine a las escaleras, mire atrás para ver si aquel pequeño demonio se acercaba pero no

Si, pésima idea girar la cabeza

Me tropecé con mis pies unos tres escalones y caí al suelo, apenas llegaba y ya la estaba cagando, nunca me dolió tanto la nariz, intenté levantarme antes de que alguien pensara que me había muerto, una silueta se acercó a mi y me ayudo a levantarme, no le vi la cara hasta que dijo:

—¿Estas bien? Te diste una buena hostia

—Si... Yo... No es nada, sólo fue un acc...—Las palabras se me atoraron al ver a ese muchacho vestido de traje

Su cabello castaño, su nariz, sus labios... Nada había cambiado en él, si estaba más ancho, más grande, seguía teniendo las pestañas igual de lindas, noté algo diferente en la muñeca derecha, eran tatuajes, tragué saliva y quise ahogarme en el ponche. No sé cuanto tiempo me quede mirándolo, puedo jurar que mis ojos se salieron de sus orbitas de los impresionante que era tener a Raúl frente a mi, después de ocho dolorosos años, Raúl Álvarez estaba aquí, mirándome preocupado, y yo seguía en el piso sin saber que decir

—¿Esta todo bien?—Volvió a preguntar, me extendió la mano ayudándome a ponerme de pie, yo aún no decía nada, simplemente no se me conectaban las neuronas—Soy Raúl ¿Tu eres...?

No me jodas, ¿Qué quien eres? ¡¿Quién somos?! 

Tenía que ser una broma, si antes no podía hablar ahora menos, apreté los puños, debería ser una broma, ni que hubieran pasado veinte putos años

—R-Raúl—Fue lo primero que dije, él me prestó más atención que antes—Raúl Álvarez, tú... Tú no puedes recordarme

El arrugo el entrecejo, confundido, luego parecía pensar mientras me miraba y abrió los ojos más de lo normal. Quedo estático, así como yo me habré quedado al verlo

—Reborn—Aunque su voz era más ronca que antes no había cambiado. Trague saliva, quise acercarme más que antes, quise abrazarlo y decirle cuanto lo extrañaba, quise buscar a su padre y patearle los huevos pero luego recordé, hace semanas atrás, la mujer rubia, el pequeño

—¡Amor!—Dijo la chica llegando a nuestro lado, abrazando a Raúl por los hombros—Veo que conociste a Reborn, es él quien siempre habla Sebastián

Los mire ocultando mi tristeza con una sonrisa que no se la creía nadie, hacían la pareja perfecta... Ellos juntos, los anillos que tenían en sus dedos, el niño...

Raúl Álvarez había vuelto después de ocho años para joderme la vida

-i hate him- [Rebornplay] pt. 2  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora