Enamorado ⇾Mexile⇽

💜 Capitulo 15 💜

Pov. México

- ¿Pero vas a estar bien después de esto verdad? -. Pregunte con miedo, intentando entender la hoja del tratamiento clínico que llevaría mi madre.

- Claro mi niño, verás que todo va a estar bien -. Me contesto con dulzura mi madre mientras acariciaba mi mejilla.

Yo solo asentí, ella jamás me había mentido.

- ¿Qué te parece si me cantas algo mi niño? Capaz y así me compongo -.

Yo solo solté una pequeña risa nasal, sabía a la perfección que eso no mejoraría el estado de mi madre, pero aún así nunca le negaría nada a ella.

- ¡Claro! -. Corrí a la esquina de la habitación del hospital, ya que ahí se encontraba la guitarra de mi madre.

Guitarra que en un futuro se convertiría en mía.

Lentamente comencé a cantar una canción en el idioma natal de mi madre, logrando causar felicidad y tranquilidad en ella.

Quien me diría que esa sería la última vez que le tocaría algo.

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Suspiré ante aquel recuerdo, no puedo sentirme tranquilo al saber que aquella enfermedad había tocado nuevamente la puerta a alguien que apreciaba mucho.

No quiero imaginar lo que sentiría chile al enterarse.

Dejé mis pensamientos de lado para enfocarme en guardar mis cosas, pues mi tía llegaría en algunos minutos.

Sentí un gran básico en mi estómago.

Me encantaría decir que es debido a que no eh comido nada, pero eso solo sería engañarme a mi mismo.

Sabía a la perfección que el motivo de aquella intranquilidad era a causa de la discusión que tuve con Chile.

Pobre Chile, se le están juntando muchos problemas como para que yo llegara con mis pendejadas.

Tome la pequeña libreta que traía en mi mochila, pues en ella llevo muchos escritos importantes, aparte también en ella iba anotando mis gastos.

En un descuido, la libreta se me resbaló entre las manos provocando que todos los papeles que no estaban unidos a la libreta quedarán regados en el suelo.

Rápidamente comencé a recoger todos los papeles intentando recoger todos los del suelo.

Solté un pequeño brico en mi lugar al escuchar los pasos de alguien.

Rápidamente volte a ver de quién se trataba para encontrarme con el dueño de la habitación.

Sus ojos lucero chocaron con los míos, provocando un gran remolino en mi interior.

¿Pero que carajos me pasa? Mejor dejo de pensar en idioteces y me concentro en guardar las cosas.

Aparte rápidamente la mirada y volví a mi labor, rogando haber recogido todos los papeles.

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Pov. Chile

Mi corazón pedía a gritos que lo detuviera, que hablara sobre lo que había sucedido, más el orgullo lo callaba con una cachetada de recuerdos que me impedían decir lo que siento.