💜Capítulo 21💜

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Pov. Chile

Me encontraba recargado en la pared exterior de la habitación de hospital de mi madre.

Las cosas no iban muy bien que digamos.

Una ligera lágrima salió de mis ojos al recordar lo que me había dicho el doctor:

"No hay mejoramiento..."

Suspiré. Tenía que que ser fuerte para ella.

Delicadamente retire las lágrimas de mis ojos con las mangas de mi suéter para poder entrar a la habitación.

Lentamente abrí la puerta mientras entraba al cuarto blanco.

Mi madre se encontraba acostada viendo hacia la ventana, su hermoso cabello largo ya no estaba presente.

Su cuerpo lucía más delgado y su color de piel más pálida.

Y pese a todo ella se seguía viendo igual de fuerte y hermosa.

- Hijo -. Me llamo al notar mi presencia. - ¿Cómo te fue? -. Pregunto con una hermosa sonrisa.

Sonrisa que yo correspondí.

- Muy bien mamá, las ventas del pan subieron, mi tía me está ayudando mucho -. Mi madre solo asintió.

- Que bueno hijo. Hace rato llamo mi prima Aymara preguntando como estoy, le dije que bien y me dijo que puede que venga -. Yo solo asentí.

Lentamente me senté en la camilla de mi madre, me partía el alma en dos verla así.

Sin embargo sabía que ella estaba dando lo mejor de si, por lo que yo haría lo mismo.

Volte delicadamente a ver el hermoso adorno de rosas que México le había comprado a mi madre con mi ayuda.

Ese día el y yo fuimos a la florería después de salir de la escuela para poder darle el arreglo.

- Hoy en matemáticas tuvimos un pequeño examen, me fue considerablemente bien -.

- Me alegro hijo -.

- ¡Ah! Y México me dijo que lo disculparas, que viene más al rato ya que tiene que ayudai' a su papá en algo -.

Mi madre sonrió por eso.

- Bueno, no tengo nada que recriminarle, el ah estado viniendo casi diario a verme -. Explico con una sonrisa. - Apenas vino Italia a verme, es una maravillosa persona -. Yo solo asentí, apenas había tenido la oportunidad de hablar con ella y me había tratado muy bien.

Aunque para que negarlo, me hizo sentir muy nervioso al recibir muchas preguntas de su parte y también una grata invitación a su casa para conocer al padre de México.

- Argentina también dijo que venía mañana -. Mi madre asintió feliz.

- Hace mucho que no veo a Argentina, me alegra saber que las cosas con él están mejor -.

- Si, apenas me contó que está conociendo a alguien, me dijo que se llama Brasil, al parecer va junto a él a patinaje -. Comente, pues mi madre sabía perfectamente que Argentina practicaba Patinaje. Incluso muchas veces fuimos a ir a verlo.
- Realmente espero que encuentre a alguien que lo quiera tanto como se lo merece -. Suspiré. Aún me duele un poco el haberle "roto el corazón" a Arge.

- Argentina es un buen muchacho, se que encontrará a alguien que lo haga muy feliz -. Yo solo asentí.

- ¿Y como van las cosas con Mex? -. Pregunto de forma pícara alzando su cega izquierda, yo aparte la vista nervioso.

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