💜 Capitulo 11 💜

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Pov. México

Dormir en la misma cama con Chile era algo entre raro y divertido.

Primero, subía una pierna en mí.

Luego me atrapaba en un gran abrazo.

Y por último me daba 4 patas en mi estómago (oh espalda dependiendo de mi posición) y me mandaba a chingar a mi madre al piso.

Si, era algo gracioso ver como cada mañana la señora mapu lo regañaba por encontrarme durmiendo en el piso con una cobija que también había sido víctima de las patadas de Chile.

Y hoy a diferencia de estos días en los que eh estado en la casa de Chile, amanecí sin dolor de espalda, pues está vez la señora Mapu puso un colchón inflable que encontró entre sus cosas para que yo durmiera en el, por lo que está vez no fui víctima de las fuertes patadas de Chile (tristemente las sábanas si).

En fin, justo ahora me encontraba en la mesa desayunando.

La señora Mapu se encontraba contando los panes para un encargo y Chile viéndome, si, al principio me ponía un poco nervioso por aquello, pero ya después la señora Mapu y el mismo Chile me dijeron que el tenía la maña de perderse entre sus pensamientos y pareciera que en realidad estaba analizandote.

- ¡Chile, no se te olvide cambiarle el agua a ese girasol! -. Grito la señora mapu desde la cocina.

Yo solo volté a ver a Chile al frente de mi, podiéndo apreciar como estaba todavía sumergido en sus pensamientos.

- ¡Lo siento señora Mapu, pero Chile no la escucho! ¡Anda en su viaje astral! -. Grite con diversión para segundos después escuchar como la mujer reía fuertemente por mi comentario.

Y como el pendejo que soy, aplaudi fuertemente en frente del rostro de Chile para ver como este daba un pequeño salto en su lugar.

- lo-lo siento, ¿dijiste algo? -. Pregunto aún aturdido, solté pequeñas risas por aquello.

- Tu mamá dijo que le cambiarás el agua a ese girasol -.

En cuanto dije eso, chile rápidamente se paró de su lugar para cambiarle el agua a la jarra donde se encontraba aquel girasol, para minutos después volver junto a él con el agua ya cambiada.

- No puedo creer que no se aya marchitado -. Comenté en cuanto vi que se sentó nuevamente en la silla frente a mi para tomar un pequeño sorbo de su café.

- Si...incluso por un momento pensé que era artificial -. Dicho esto los dos soltamos unas risas en conjunto, pues yo también en algún momento pensé eso.

- ¿Dónde lo compraron? -.

- No lo compramos, me lo regaló argentina... ¡Por la cresta es cierto! -. Dicho esto rápidamente se paró de su lugar y se fue corriendo hacia su habitación, yo solo me quedé un poco aturdido por eso.

- México -. Me llamo la señora Mapu desde atrás, por lo que rápidamente volté hacia ella. - Bueno, no has asistido a la escuela, ¿no crees que eso afecte en tu calificación? -. Pregunto preocupada mientras se paraba a un lado de mí.

- ¿Chile no le ah dicho? -.

- ¿Qué cosa? -. Pregunto.

- Verá, Chile me comentó que mi padre apenas había ido a la escuela a informar que yo no asistiría por al parecer una enfermedad, les dijo que el se encargaría de ponerme al corriente en los estudios y que lo más probable es que yo iría hasta que pasen las vacaciones de invierno -.

- ¿Y has sabido algo de tu tía? -.

- Si, me dijo que por el momento no podría venir, que me mandaría de un dinero que mi madre había dejado para mí por cualquier cosa, dijo que le dijera que si usted no se encontraba ocupada, si podría hablar con ella -.

Enamorado ⇾Mexile⇽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora