Capítulo 33

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Pasamos el día en el río entre risas y anécdotas de las que te avergüenzas toda la vida, pasaron las horas como si  fueran estrellas fugaces. Cuando eran aproximadamente las 7 de la tarde, emprendimos de nuevo el camino hacía el pueblo.

Después de cenar, me dejé caer agotada sobre el colchón de mi cuarto pensando en la locura de fin de semana que llevaba y en que mañana sería lunes de nuevo.

Mi mente volvió a revivir los momentos en la fiesta del viernes y sin poder evitarlo puse una mano sobre mi corazón que latía con fuerza. Había sido una estúpida pensando que Dylan quería algo serio conmigo y aún más estúpida al abrirle las puertas a mi mundo.

Recordé la mirada de Jaden al verme el viernes noche en la cama con Dylan, recordé el sentimiento de culpabilidad que sentí esa noche al estar sola en mi cama y no pude dejar de pensar en la reacción de Aiden al enterarse.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro al pensar en Aiden y en lo que me había propuesto en la cueva. ¿Sería esta vez real o volvería a ser producto de mi imaginación?

Me di una ducha tratando de dispersar mi mente y centrarme en el día de hoy y en lo perfecto que había sido el plan. Creo que acababa de encontrar mi lugar favorito de este pueblo, y no solo por el lugar en si, si no por la gente que me había rodeado esas horas. 

A pesar de la mala fama que podían llegar a tener Aiden y su grupo de amigos, eran grandes personas y aunque pareciera lo contrario, harían cualquier cosa por las personas de su entorno.

Cuando ya estaba a punto de acostarme, miré mi móvil, el cual llevaba horas sin revisar.

Ian: Hola Sara, ¿cómo estás?

Ian: Probablemente no quieras saber nada de mi, pero te echo de menos y no hay día que no piense en tu sonrisa al coger una ola o al ver cosas tan normales como un rayo de sol. Solo quería decirte que cuando vuelvas a Hawaii, aquí tienes un amigo. 

Dejé le móvil sobre la mesilla de noche y miré hacía el techo.

Lentamente cerré mis ojos quedando completamente dormida.

...

Me levanté con unas ganas de vomitar horribles. Fui hasta el baño y dejé salir la poca comida que quedaba en mi estómago.

Al parecer algo de lo que había comido ayer me había sentado mal o simplemente me había levantado con mal cuerpo. Creo que en el fondo fue una señal para que ese día no fuera a clase.

Me vestí y bajé a desayunar, cuando llegué a la cocina un rico olor a chocolate inundó mis fosas nasales y vi a Aiden poniendo 3 tazas de chocolate caliente sobre la mesa.

-Buenos días-Saludé y le di un pequeño beso en la mejilla

-Buenos días-Me saludó él devolviéndome el gesto.

Al rato, Max bajo y se sentó con nosotros dos en la mesa.

-Ayer fuimos a ver cars al cine-Dijo Max ilusionado-Fue brutal

Aiden y yo reímos y Max sonrió.

Después de desayunar salimos de casa e hicimos el recorrido de todos los días para llegar al instituto. Dejamos a Max en la escuela y seguidamente caminamos hasta llegar a nuestro destino.

Al llegar, vi a Dylan esperando apoyado sobre su coche. Al ver que Aiden me tenía agarrada por el hombro vino hacía nosotros.

-¿Podemos hablar Sara?-Me preguntó- A solas-Ahora sí miró a Aiden y este le sonrió

-Lo que tengas que decir puedes decirlo delante de mi

-No tengo nada que hablar contigo-Dijo Dylan y me cogió de la mano para llevarme con él.

Esclava de él (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora