⚘𝙼𝚊𝚝𝚛𝚒𝚖𝚘𝚗𝚒𝚘 ➳𝙹𝚊𝚔𝚎𝙷𝚘𝚘𝚗 ⚘

꒱ ࿐ 12♡ ˚. * ೃ

Ya había pasado más de un mes desde que Jake conoció a SungHoon. Desde que se habían visto en aquella cena y en la que el moreno se había planteado su nuevo objetivo: poseer al hijo de los Park.

Jake se sentía feliz ya que todo pasaba más rápido de lo que había pensado, había descubierto de que Park SungHoon era el chico más sumiso que pudo haber conocido en su corta vida al igual que mi ingenuo a su parecer. Podía tocarlo y decirle frases de doble sentido hacia su físico y el chico no se daba cuenta, solo asentía y se quedaba pensando lo que le acababa de decir con un leve puchero en su delicado rostro. O como podía tocarle cuanto quisiera sin ningún límite de parte del menor, aprovechando a acariciar sus muslos y cintura disimuladamente.

Todo siempre lo había hecho con dobles intenciones -mayormente sexuales- para satisfacer la poca sed sexual que necesitaba ya que desde que había llegado a ese país no se había acostado con ninguna persona por dos únicas razones: La empresa y SungHoon. Y es que si Jake quería ganarse a el menor tenía que acostumbrarlo a tenerlo de su lado, hacer que toda su confianza cayera en el al igual que sus sentimientos más profundos.

Aún así Jake tenía en su cabeza preguntas las cuales no lograba procesar, ¿por qué había desechado sus momentos de fiestas por un chico? Ya que Jake siempre que jugaba con alguna persona no desechaba todo lo que tuviera que ver con la palabra satisfacción. Pero era como si SungHoon hiciera que se olvidara de toda su realidad y solo se consumiera en el.

Jake se cuestionaba, ¿En verdad SungHoon se merece tanto daño?

Después de haber visto tal escena, donde su propria madre le golpeaba y gritaba había sido un completo dolor hacia su pecho.
Jake odió ver a SungHoon destrozado, verlo llorar y temblar ante el miedo y la desesperación del momento; por primera vez en su vida sintió compasión en una persona.

Y eso a Jake le dio mucho miedo.

Cuando sellaron sus labios por primera vez. Jake no se había equivocado en lo absoluto, SungHoon tenía los labios más perfectos del planeta, toso él es perfecto. Ver sus ojitos brillar de la felicidad cuando le colocaba el brazalete o trataba de tranquilizarlo, cuando por fin se besaron. Jake sintió como si de una persona de cristal se tratase, como si SungHoon se fuera a romper o desvanecer en cualquier momento.

Pero, como siempre no lo acepto, se justificó con la única palabra más coherente que le pudo llegar a la cabeza, posesividad. Diciendo que no podua soportar que le pusieran una mano encima o le hicieran daño si no era él mismo. Dejando el tema a un lado y siguiendo con su objetivo del principio.

Esa noche Jake acompañó a SungHoon hasta su habitación, esa noche se acostó al lado de él y espero hasta que se quedara completamente dormido. Pudo admirar la tranquilidad con lo que lo había hecho a pesar de lo que había ocurrido, como si gracias a él su tranquilidad hubiese sido encontrada. El señor Park lo único que hizo fue pedirle disculpas y una postulación de su reunión de negocios a lo cual Jake aceptó gustoso. La señora Park estaba en el sillón del salón mirando a la nada y con el rostro en blanco siendo imposible suponer lo que pensaba. Jake solo le dirigió una última mirada y salió de aquella casa con un extraño sentimiento en su pecho.

Jake tomó su saco café u lo extendio por el pasto frente suyo de aquel parque privado SungHoon solo seguía los movimientos de su acompañante esperando alguna orden de su parte. El moreno sonrió y se sentó sobre el gran saco, palmeando el sitio frente suyo, invitándole a SungHoon sentarse en él. El castaño asintió y se sentó donde au mayor ordenaba. Jake sonrio al ver como e castaño hacia un leve puchero y se recortaba apoyando su cabeza en la pierna de Jake para luego mirar a su Hyung a los ojos con una leve sonrisa.

─Te ensuciaras el cabello, Ángel...─Dijo Jake con voz completamente tranquila acomodando el pequeño flequillo que tapaba los ojos de Hoon.

─¿Cuántos apodos planeas ponerme, hyung?─Pregunto el menor soltando una pequeñ risita y cerrando sus ojos.