The Ink And The Coffee (Catradora AU)

Capítulo 10

Disfruten :)

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Al escuchar las bocinas que sonaban desde afuera, los niños comenzaron a levantarse de sus asientos, curiosos de saber que causaba tanto bullicio y dejando sus cubiertos a un lado del plato, yendo hasta el gran ventanal que se encontraba en el comedor y encontrándose con un auto blanco el cual se veía que era la cabeza de una gran caravana

En aquel auto, colgaban algunas latas en la parte inferior del mismo, teniendo también un pequeño cartel, el que decía "recién casados" pegado en el baúl, haciendo que la mayoría de los niños permanezcan concentrados en su recorridos, puesto que era la primera vez que veían algo así

-¿Por qué las personas se casarán? -preguntó con curiosidad mientras volteaba su cuerpo para ver a los niños desde su lugar

-No lo se muy bien, pero creo que es por qué quieren que esa persona permanezca para siempre en su vida, ya sabes, La Bella y La Bestia se casaron para vivir felices por siempre -contestó encogiendo sus hombros, probando un poco más de la ensalada- o algo así dijo mamá

Al escuchar la respuesta, la pequeña rubia bajó la mirada hacia su regazo, arrugando la tela de su pantalón con ambas manos mientras escuchaba como el sonido de los cubiertos en el comedor volvía a retomarse, antes de ver hacia la morena una vez más, teniendo una mirada esperanzada en sí

-¿Quieres casarte conmigo y ser mi Bella?

(...)

Con sumo cuidado, el mayor terminó de acomodar el último lápiz de cáscara azul al lado de los demás, siendo sumamente cuidadoso de que ninguno sobrepasara al otro y sonriendo con suavidad al terminar con su tarea, comenzó a enderezar su postura hasta que el estruendo de la puerta siendo abierta de golpe se hizo presente en el lugar

-¡Hola Hordak! -exclamó alegre

-¡Demonios!

Debido al susto, Hordak terminó golpeando sin querer su rodilla contra el escritorio, enviando varios lápices hacia el suelo mientras que los otros terminaban desordenados nuevamente

De todos modos ¿Quién quería tener su oficina impecablemente perfecta? Se preguntó

Si, el

-Entrapta, por trigésima vez, ¿Podrías tocar la puerta antes de entrar? -preguntó frotando su cien- o al menos haz una señal de humo para saber que vas a abrir así

-Lo siento -se disculpó apenada- quisiera corregirte acerca de tu pedido sobre la señal de humo, pero quería preguntarte algo primero

-Te escucho -dijo acercandose para recoger los lápices

-Bueno, en dos semanas más, mi hermana organizará un pequeño encuentro entre personas a unas cuantas calles de aquí, donde entre todas consumiran bebidas amargas y moverán su cuerpo como si no hubiera un mañana, hablaran de cosas sin sentido y todo eso

-¿Te refieres a una fiesta? -preguntó arqueando una ceja mientras enderezaba su postura