Capítulo 11

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El invierno se acercaba cada vez más, lo que significaba que la época de celo estaba a sólo unos pasos de distancia, por lo que cada una de las especies comenzaban con su cortejo para quien querían que fuese su pareja, algunos mostrando su fino pelaje, otros peleando por su amor, aunque había unos que utilizaban el primero, acompañado de un pequeño canturreo de apareamiento, el cual era..

-MERMIIISTAAAA

-Ugh

La peliazul miró astiada hacia la puerta del local, encontrándose con el mayor, quien sostenía un gran ramo de rosas en sus manos, acercándose con una sonrisa ladeada hacia ella

Cuando se encontró a sólo dos metros, acomodó su camisa roja y peinó su cabello hacia atrás, listo para empezar con su cortejo

-Buenos días, mi princesa Salineas -saludó sonriente

-Sea Hawk, ¿Que necesitas? -preguntó de mala gana

-He venido aquí para entregarte este ramo de rosas como muestra de mi amor -contestó inclinandose y acercando más el ramo- y para preguntarte si me darías el honor de salir conmigo en una cita esta noche

Pero antes de recibir alguna respuesta por parte de Mermista, una pequeña abeja salió de entre las rosas, alarmandolo y haciendo que un agudo grito salga desde lo profundo de su pecho

Comenzó a agitar el ramo hacia todos lados buscando que el insecto se fuera, haciendo que la mayoría de las rosas pierdan sus pétalos

Cuando por fin dejó de ver a la abeja, bajó el ramo agotado, viendo como a este sólo le quedaban unas tres rosas decentes, supuso que su apariencia debía haberse desarreglado bastante también, por lo que suspiró apenas antes de levantar su mirada hacia la peliazul, viendo como ésta le arqueaba una ceja

-Seeeh, lo siento pero estaré ocupada en lo que resta del año haciendo, ya sabes, nada -contestó dando media vuelta en busca de una escoba

El castaño puso una mirada triste mientras veía a su enamorada irse, pero su sonrisa volvió a hacerse presente segundos después, por lo que enderezó su postura antes de alzar un dedo

-¡Ten por seguro que lucharé hasta poder ser digno de tu amor! ¡Mi hermosa princesa!

Y sin más que decir, dio media vuelta para salir del lugar con la frente en alto, tropezando con una de las sillas en el proceso y dejando a la peliazul con una mueca, para después terminar rodando los ojos

-Alguien es bastante masoquista por lo que veo -comentó la morena a su lado

-Ni que lo digas -respondió negando- ¿Puedes llevar estas servilletas a la mesa dos?

-Seguro

Caminando hacia dicha mesa, la morena vio cómo la rubia entraba hacia la oficina del mayor, por lo que su paso se detuvo por un momento, recordando que todo el fin de semana se la pasó pensando en el acontecimiento del viernes

Ella comprando en un supermercado cualquiera

Su ex apareciendo de la nada

Adora fingiendo ser su novia

Adora besandola

The Ink And The Coffee (Catradora AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora