Alex.
10 años.
¿Te han roto el corazón?
Era un día común y corriente, estaba en mi habitación, por que así mamá lo había ordenado.
Ella piensa que no se lo que pasa allí afuera, cada vez que me manda a mi habitación es porque va a hacer cosas con un hombre.
Lo peor de todo es que cada vez es un hombre distinto. A veces me pregunto: ¿Por qué lo hace? Si papá le da lo suficiente para que ni siquiera trabaje.
—En ese momento me sentía como tú no entendía nada.
—Te puedo comprender.
Esta vez no aguante, tenía mucha hambre y baje a la cocina por algo de comer. Era mediodía.
Al bajar escuche unos gritos, era mamá.
Por curiosidad fui hasta su habitación, entonces la vi.
La vi sentada encima de un hombre mientras ambos gritaban.
Estaba llorando.
—Tranquilo si quieres no sigas.
—Quiero terminar.
Enseguida me fui a la cocina intentando ignorar lo que mi mamá estaba haciendo en ese momento.
Agarre unas galletas y un jugo de la nevera, entonces fue ahí cuando escuche la puerta de la habitación de mi mamá.
¡Oh no!
Intenté llegar a las escaleras, pero fue demasiado tarde cuando un hombre que me daba mala espina y de paso asco estaba frente a mí con una toalla en la cintura.
—¿Y tú quién eres? —preguntó y me quito el jugo de las manos.
—Yo… yo…
—Yo… yo… —Dijo imitándome —¿Quién eres, escuincle?
—Soy Alex. El hijo de Selena.
—¿Hijo de Selena? De lo que uno se entera.—tomó un sorbo de jugo.
—¿Y usted quién es?
—Uno de los tantos de los que se acuesta la puta de tu mamá.
—¿Puta?—pregunté indignado.
—Si.
No aguante la furia que tenía dentro y le quite el jugo de las manos y se lo tire encima.
El viejo me miró como si quisiera matarme o como si fuera hacerlo en serio.
Me tomó del cuello y me pegó a la pared, no dijo absolutamente nada simplemente me sostuvo ahí. Mientras sentía como mis pulmones le quedaban cada vez menos aire.
—Pa… para…
¿Dónde estaba mamá?
—Tu mamá es una puta, una zorra, una PROS-TI-TU-TA.
—Ca… Calla… Callate.
Mi cuerpo se estaba quedando sin aire y estaba a punto de desmayarme.
Intenté forcejear con la poca fuerza que me quedaba, pero este hombre no se movía ni un poco.
No fue hasta cuando una figura masculina golpeó a este hombre en la nuca.
¡Papá!
Caí al suelo sin nada de fuerzas e intentando llenar mis pulmones con oxígeno.
—¡Alex! ¿Estás bien? —preguntó papá, pero el hombre lo tomó por el cuello para intentar hacer lo mismo que hizo conmigo hace unos minutos.
—¿Y tú quién eres? ¿Otro de los hombres con los que se acuesta la putita de Selena?
—Suéltame, hijo de puta.
—¿Que me vas hacer? ¿Ni siquiera te puedes defender?
Apenas estaba escuchando estaba casi inconsciente, el aire entraba a mis pulmones poco a poco y mi vista ya no estaba borrosa.
—¡DANIEL! —Exclamó papá y el hombre que lo tenía acorralado frunció el ceño.
Intente ponerme de pie agarrando la pared.
Pude ver como entro una hombre mucho más grande que papa y el otro señor, era un hombre robusto y carecía de cabello, portaba un traje muy elegante color negro.
Era un guardaespaldas de papá.
Daniel, jalo al hombre que casi asfixiaba a papá y lo tiró al piso.
—Dejamelo a mi, llevate a Alex.
Daniel se acercó a mí para cargarme, pero entonces reaccione ¿Por qué mamá no salió de habitación con tanto desorden?
—¡Mamá! ¿Dónde está mamá?
Papá, se estaba subiendo las mangas de la camisa. Estaba claro de lo que iba hacer.
Pero se detuvo en seco.
—Daniel, encargate de este bastardo— el hombre obedeció —Vamos a buscar a tu mamá, Alex.
Me cargo y fuimos hasta la habitación de mamá.
Estaba en la cama, creo que estaba dormida.
—Estaba inconsciente.
—Lo siento.
Papá se acercó a ella.
—Está dormida, papá. No hagas ruido o se pondrás molesta.
—No está dormida, hijo; está inconsciente.
Él tenía sus dos dedos presionando su cuello.
—¿Qué es eso?
—A tu mamá la golpearon, hasta que se desmayó.
—¿Por qué ha sido tan directo? Te podría ahorrar un mal recuerdo.
—Es la única cualidad que valoro de él.
Ahí cuando me di cuenta que un Don nadie había hecho con mi mamá lo que le diese la gana, y ella no hizo el mínimo intento de defenderse. Mi corazón se partió en mil pedazos.
El simple hecho de saber que alguien había lastimado a la mujer que más había amado en mi vida, me partió el corazón.
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Nota de autora: Les quería aclarar que los diálogos o pensamientos que tiene este tipo de letra son son conversaciones entre Alex y Megan .Cómo lo dije en un principio son pequeños relatos narrados por ellos mismos.
Háganse de cuenta que cuando el capítulo es narrado por Megan, ella se lo está contando a Alex y viceversa.
Creo que me di a entender. ¡Creo!
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Todo estaba pasando
Teen FictionAquí, se desencadena la melancólica historia de dos pequeños. Megan y Alex. Dos mundos diferentes, nada en común. Corrección, si había algo en común: el dolor y sufrimiento de una pesada niñez. Nadie tuvo la culpa de los hechos ¿o tal vez si? Buen...