Alex
10 años.
Más que un amigo, es un hermano.
Sentía la emoción ya se acercaba mi momento favorito del día.
El recreo.
Mi momento favorito del día, era salir al recreo y encontrarme con Jasper. Mi mejor amigo.
La verdad es que el chico era muy torpe y eso me hacía reír, creo que por eso me caía muy bien. Además siempre estaba solo, al parecer tampoco era bueno haciendo amigos.
Estaba en la respectiva fila que la maestra nos acostumbró a hacer desde que comenzó el año, según ella era para que nadie se lastimara al salir.
Yo estaba en la parte de atrás, yo era hasta ahora el más alto del salón.
El timbre sonó, y todos estaban preparados para salir corriendo como si de su vida se tratara. Incluyéndome.
Salí a toda velocidad y llegué a los columpios donde, Jasper y yo siempre nos encontrábamos, al parecer aun no salía.
—Creo que la mayor cualidad de Jasper es, llegar tarde —asumió.
—Lo confirmó.
Me senté en unos de los columpios y me empecé a balancear. Enseguida Jasper llegó.
—Lo… lo siento… la maestra me… me hizo copiar…—Creo que se iba a desmayar— todo desde… desde el principio.
—Toma un poco de agua, te vas a desmayar—le ofrecí mi botella.
—Gracias— abrió la botella y se tomó toda el agua.
—¡Te dije un "poco" no todo!
—Ay, Alex no sea egoísta— lo fulmine con la mirada, creo que se puso nervioso — mejor juguemos ¿no? Ya me estoy aburriendo.
—Si, si mejor jugamos —Lo mire con los ojos entrecerrados.
—Pero, quita tu cara de ogro que me dan ganas de salir corriendo.
—¿Qué esperas? Sal corriendo —puse mi mirada desafiante.
—Juro que, Jasper estaba a punto de hacerlo.
—¿Si sabes lo intimidante que eres, cierto?
—¿No hablas en serio, verdad? — pregunto Jasper.
—No, idiota. Ven vamos a jugar.
Pasamos los veinte minutos de recreo jugando y riéndonos de cualquier estupidez que alguno de los dos hiciera.
Ahí volvía a sentir, volvia a ser yo.
Tal vez nunca se lo he dicho pero Jasper de un momento a otro se volvió en mi salvación.
El la salida fue lo mismo.
Los espere hasta que saliera de clases para irnos juntos.
Jasper vivía en la misma calle en la que estaba la casa de mamá.
—Ya me estaba poniendo viejo —comente, al ver que venía con toda la calma del mundo.
—Lo siento, pero hoy mientras estaba en clases deduje que mientras mas estres mas viejo me pondría —estaba loco— así que decidí que me tomaré todo con calma.
—Cada día estás más loco.
—"Cada día estás más loco"—me imitó con voz de niñita —Solo relájate y sentirás la vibra, hermano.
¿Hermano? Me quedaba más que claro que a este chico le faltaba una tuerca.
—Yo quiero de lo que fuma este tipo.
—Creeme no fuma absolutamente nada, es su naturaleza.
Sabía que esa actitud no le duraría ni un segundo.
Así que hice algo que sabia que lo pondría molesto, jale el agarre de su mochila para atrás y salí corriendo entre carcajadas.
—¡TE VOY A MATAR, ALEX! —Entonces me di cuenta que me estaba persiguiendo y mis carcajadas aumentaron.
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Todo estaba pasando
Teen FictionAquí, se desencadena la melancólica historia de dos pequeños. Megan y Alex. Dos mundos diferentes, nada en común. Corrección, si había algo en común: el dolor y sufrimiento de una pesada niñez. Nadie tuvo la culpa de los hechos ¿o tal vez si? Buen...