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.Las vigilancias nocturnas no eran algo realmente raro para las pandillas; era algo como un mantenimiento por las calles que solían llevar a cabo cada mes, así tenían control de sus territorios, evitando que se creen nuevas pandillas en esos lados. También para evitar que miembros de su propia pandilla lleven a cabo actividades ilegales y de completo disgusto. Ningún capitán querían que lo sucedido con Kiyomasa se volviera a repetir bajo sus narices.
Lo que los llevaba a ese momento, con Takemichi, Chifuyu, Kokonoi e Inui haciendo un trabajo de campo en los límites del territorio de Toman.
Los cuatro adolescentes, y miembros de la primer y quinta división, llevaban ya una hora explorando las desiertas calles de Shibuya. Era lógico que hasta ahora no se hayan encontrado con nadie por esos lados, además de algún que otro animal callejero que salía a saludar a Matsuno.
–¿A caso todos los animales callejeros de esta zona te conocen? ¿Qué eres? ¿Una princesa de Disney? –preguntó Hajime con incredulidad, viendo al séptimo perro, durante esa última hora, en acercarse al menor a saludar y recibir caricias.
–Baji y yo siempre venimos en nuestros tiempos libres a alimentar a los animales, era obvio que reconocerían mi olor al pasar por estos lados. –comentó el menor, sin darle mayor importancia a ese dato. Aunque los dos mayores tenían una opinión diferente al tema, dándose una mirada cómplice entre ellos.
Dándole una última caricia y una disculpa, diciendo que traería alimento para la próxima vez, el rubio se volvió a unir a ellos para seguir con su vigilancia.
–Solo quedan unas calles de nuestro territorio, ya estamos casi en la entrada de los territorios de Tenjiku, y no sé ustedes, pero no quiero quedar en medio de una disputa familiar. –habló Inui, señalando la siguiente calle donde, efectivamente, había una señal de tránsito grafiteada con el símbolo de Tenjiku.
Takemichi suspiró. Era verdad que no querían sobrepasar esos límites y que después Izana se enterara que, miembros de Toman, habían estado en su territorio. Eso solo provocaría una pelea con Mikey por invasión, y estaba seguro que sus peleas no eran para chiste. Takemichi sintió pena por Shinichiro, tener que aguantar a dos hermanos (o un hermano y un hermanastro, según sabía sobre el chisme de la familia Sano) menores con problemas de ira no debía ser una tarea fácil.
Una fresca brisa entonces soplo por su dirección, alborotado sus cabellos y dejándolos con un escalofrío por el frío aire que los atravesó.
El invierno estaba a unos días de distancia, y estar únicamente con el uniforme de la pandilla no era algo recomendable. Podrían ser muy lindos y todo lo que quisiese, pero Mitsuya desgraciadamente no los había hecho con la idea de usarlos para abrigo.
Takemichi a veces envidiaba que Koko e Inui se tuvieran uno al otro dentro de Toman, ya que en momentos como esos, con el frio tratando de penetrar sus huesos, ambos se acercarían lo suficiente entre sí, para darse el calor que tanto hacia falta en esas épocas.
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¿Con Quién?
Fiksi PenggemarDonde los amigos de Chifuyu comienza a sospechar que él está en una relación con alguien. O Cuatro veces donde sus amigos tratan de averiguar con quién está saliendo Chifuyu. También donde Takemichi se ve involucrado en cada una de esas situaciones...