Donde los amigos de Chifuyu comienza a sospechar que él está en una relación con alguien.
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Cuatro veces donde sus amigos tratan de averiguar con quién está saliendo Chifuyu. También donde Takemichi se ve involucrado en cada una de esas situaciones...
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Los tiempos con su vieja pandilla creada antes de siquiera conocer la existencia de Toman, hoy en día se veían como recuerdos lejanos.
Pero el que Mizo Middle ya no existiera, no significaba que ya no pasaran sus día de descanso juntos. La única diferencia notable de los viejos tiempos en los que desperdiciaban su tarde jugando en las tiendas de videojuego y comiendo comida chatarra de los locales callejeros, era la nueva extensión de su sexto integrante.
–¡Chifuyu, estoy seguro que usas algún tipo de truco! ¡Nadie había superado mi récord antes! –el grito indignado de Yamagishi resonaba por el parque vacío en el que habían decidido parar.
El mencionado apenas y le dirigió una mirada antes de seguir respondiendo un mensaje de texto que momentos antes recibió.
–No es mi culpa que tu puntaje sea tan patético. Hasta un niño de siete años podría superarlo.
Takemichi se ofendió, él había estado tratando de superar ese récord durante las últimas tres semanas sin éxito alguno, pero decidió no comentar nada, era más entretenido observar la disputa que llevaban el rubio y el de anteojos. Akkun a su lado solo suspiró, mientras escuchaba a Takuya soltaba una ligera risa.
En ese momento Makoto, quien se había mantenido en un raro silencio, habló.
–Oye, Chifuyu, ¿con quién hablabas? –preguntó, aunque un tono sugerente resaltaba en su voz.
El nombrado lo miró curioso, ignorando a Yamigishi a su lado que trataba de empujarlo para que cayera, aunque sin éxito ya que Matsuno era como un poste ante la fuerza del colorado. De un movimiento, el de anteojos ahora se encontraba en el suelo quejándose después de que Chifuyu le diera un empujón, mientras que ahora ponía su atención en los cuatro restantes antes de responder.
–Oh, era Baji. Habíamos quedado en pasar la noche juntos, después de que ustedes se fueran. –comentó normal, sin detonar segundas intenciones. Takemichi vio algo lógico en eso, después de todo Chifuyu siempre pasaba su tiempo libre con el capitán de la primera división.
Ahora que lo pensaba, las últimas semanas tanto capitán como vice capitán habían pasado más tiempo juntos que de costumbre.
Mucho más tiempo juntos del que recordaba.
–Vamos, amigo, no hace falta que seas tímido con nosotros –dijo Makoto, pasando su brazo por los hombros del rubio. Su cara era la de alguien que acaba de descubrir un jugoso chisme–. Anda, dinos, ¿quién es ella?
–¿Ella? –la duda se reflejaba en los ojos de Matsuno, la cual sólo incrementó cuando sintió a Yamigishi colgarse de él, su rostro igual que la del azabache.
–Ya entiendo tu punto, mi querido amigo –habló, acomodando sus gafas como típico personaje intelecual de anime, aunque él no fuera ni por cerca intelectual–. Seguro ella debe ser tímida, por eso prefieres no contárselo a nadie. Pero no te preocupes, somos tus amigos, sabes que con nosotros tu secreto estará a salvo.
