Querido Fab:
Ha pasado bastante tiempo desde la última carta.
Supongo que el tiempo cambia las cosas, tanto así, que mi perspectiva de la vida ha ido evolucionando. Tal vez es el costo de la madurez, pues con el tiempo se puede llegar a la sensatez.
¿Te acuerdas de cuando bromeábamos del futuro?
Decías que al envejecer serías un viejo sabio como el señor Miyagi o el doctor Brown, a excepción de que serías un sensei de la música en vez de enseñar karate (ya que la posibilidad de construir un auto que viaja en el tiempo no era tan probable).
Esperabas ser el Ringo Starr de las nuevas generaciones o al menos un baterista legendario. Te menospreciabas al asegurar que jamás llegarías a la altura de él. Pero tú eres Fab y eso es maravilloso.
Sin salirme del contexto, creo que me siento como el señor Miyagi de alguna forma. Aunque no tengo una edad avanzada para considerarme vieja, me siento alguien con bastante sabiduría que ha adquirido con los años; alguien con tantas experiencias y vivencias que le hicieron aprender.
He cambiado bastante estos años, Fab. Tal vez tú lo hayas hecho también.
El cambio es parte de la vida: inevitable. Las cosas no cambian de la nada, sino que nosotros lo hacemos; al cambiar nosotros transformamos nuestro alrededor.
Las disculpas dejaron de ser motivo de estas cartas.
Como adultos, hemos cedido a una vida acorde a nuestra madurez, sin embargo, nuestra relación no se tornó la misma. Como dije antes, el cambio es parte de la vida, pero hacer de ello un crecimiento es opcional.
Hablando de ti y de mí, es apropiado empezar conmigo.
En menos de una semana me caso y tú hace meses que decidiste salir con mi mejor amiga. No hay nada malo en ello, ya no más. Buscaste mi bendición y te la otorgué, busqué tu aprobación y la conseguí. A eso llamo una decisión sabia.
Cada uno posee una historia aparte, antes y después de cruzarnos. Así que no es la misma experiencia. Hay cosas que jamás hubiera aprendido de no ser por ti y otras que no volveré a hacer por la misma razón, y viceversa.
Existe un manual mental de lecciones rigiendo nuestra toma de decisiones en el presente, que se irá alimentando de cada experiencia nueva.
Me pareció apropiado que Kristen y tú se encontraran. Además, tiene sentido cómo terminaron juntos. Al principio me pareció algo extravagante y un poco traicionero (he de admitir), pero me dije a mí misma que así es como la vida funciona. Nada tiene sentido.
En esos tiempos de depresión por ti, Will me enseñó a perdonarme lo que te cause, cosa que no me había concedido antes, incluso cuando tú me habías perdonado desde hace mucho. Quitando el pequeño detalle de que jamás dije tu nombre. Sería incómodo que supiera que eras tú, uno de los invitados de la boda.
Él prácticamente me sacudió sin rendirse. Me aseguró que el amor propio era importante y que no dejara al pasado quitarme eso; al final solo yo resolvería aquel problema conmigo misma.
Lo amo porque, desde que me conoció, ahí estuvo detrás de mí, recogiendo los pedazos de mi desastre, incluso cuando le grité mil veces que desapareciera de mi vida. No le dejé nada fácil.
Descubrí que nuestro amor fue diferente al que ahora tengo con él. De muchas maneras. Eso es lo que no vi hace algunos años. Le cerré las puertas al amor porque estaba aferrada en replicar un amor como el tuyo, Fab. Y eso es imposible. Por más que buscara esperanzada sentirme como me sentí contigo, ni con una eternidad lo conseguiría.
Y ahora estoy bien con eso. Ahora sé que no tener algo igual no era malo. Will es diferente. Lo amo diferente.
Hasta el día de hoy, gracias a él, encontré la fortaleza para levantarme.
Quisiera terminar esta carta con un agradecimiento en vez de otra disculpa.
¡Gracias! Gracias por no guardar ningún rencor el día de hoy, por darme el honor de tenerte a ti y a nuestros amigos en mi día especial. Gracias por hacerme feliz, aunque no estés conmigo.
Bien se dice que existen personas que aun estando lejos, te pueden hacer infinitamente feliz. Gracias por perdonarme y dejarme ir.
Ahora mismo puedo escribirlo y decirlo en esta carta: "Yo, Drew Barrymore, me perdono".
El día de hoy me atrevo a decir: "vuela libre, pequeño Fab".
Sin tristeza ni rencores, Fabrizio Moretti... te dejo ir.
Con infinito cariño,
Drew.
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✉ 𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔 𝒂 𝑭𝒂𝒃 ➻ «𝑭𝒓𝒆𝒘»
Short StoryEstado actual: Por finalizar y en edición [14/02/2024] "Fuiste lo mejor que me pasó en la vida. Fuiste mi lucidez entre ofuscas pesadillas. Cualquiera con todos los tornillos en su cabeza se hubiera aferrado a ti, sin embargo, yo te dejé ir. A lo me...