Toxic [ Wanda Maximoff ]

Introducción

Lea's POV:

Me encontraba sola en la habitación, pensando una serie de cosas, mirando al techo, despreocupada de si alguien subía o no a mi habitación en la torre. La fiesta era abajo, pero la verdad ya estaba cansada. Era el momento donde a la gente ya se le comenzaba a notar lo ebrios que estaban.

Comenzaba a hacer algo de frío, igual ya era tarde así que debía ponerme la pijama e ir a dormir. Tomé una de mis pijamas en el clóset y empecé a cambiarme. Igual debía lavarme los dientes así que fuí al baño.
Cosas seguían girando en mi cabeza, y creo que por primera vez entendí a Peter cuando decía que su sentido arácnido era primero como un revoltijo en el pecho y el estómago terminando en escalofríos.
Lo gracioso es, que ni siquiera hubo algún peligro por el que me hubiera preocupado.

Al salir del baño, vi a Wanda sentada en mi cama con la cabeza gacha, intenté leer su mente como ella me había enseñado, pero solo pude sentir punzadas en la cabeza, creo que tenía una jaqueca. Creo que ésto era lo que mi cuerpo me advertía por dentro.

- Wanda...¿Estás bien? ¿Te duele la cabeza? -, me puse de rodillas en el suelo y tomé su cara con mis manos, se veía muy roja de las mejillas, y sus labios estaban rojizos y húmedos, tenían cierta clase de brillo, creo que era el alcohol.

- Estoy bien, Lea. -, definitivamente no estaba bien, estaba muy ebria. Su voz la delató.

-Estuviste tomando mucho. ¿No es cierto?-

- Solo un poquito... - hizo un gesto con sus dedos.

- Okay, linda no puedes estar así. Estás hecha casi un desastre.-

-¿Por qué dices eso? ¿Crees que no soy bonita? - hizo un puchero mirando hacia arriba. Sus ojitos estaban entrecerrados. Se veía tan adorable.

- No seas boba, tu siempre eres hermosa, sabes cómo encantar a la gente, literalmente.-, quité el cabello de su cara.

Solo vi un pequeño destello escarlata en sus ojos y una sonrisa antes de que posara sus labios en los míos. Al instante cerré mis ojos y dejé que el beso continuara, no era algo que quisiera detener. Sus labios sabían a licor puro y en mi boca de mezclaba con la menta de la pasta dental. Era una sensación caliente y fresca al mismo tiempo. No fue si no la falta de aire la que nos hizo parar. Tratamos de recuperarnos. Y yo solo reí un poco. Era una situación que tal vez Wanda olvidaría al día siguiente.

- Me gustas, Lea. Me gustas mucho. Desde aquella vez que te vi derrotar a Natasha en el entrenamiento. Con tu cabello recogido. Dios, te veías tan hermosa. Eres muy hermosa.-

- Wanda... Tal vez olvides esto por la mañana, tal vez solo es el alcohol lo que te hace decir estas cosas. No me mientas por favor. -, traté de entrar en su mente otra vez para comprobar si decía la verdad, pero fracasé, aún debo entrenar más mis poderes.

- Los niños y los borrachos decimos la verdad .-, dijo con una sonrisa. Solo pude reir a su comentario. Confío en que lo dice de verdad.

- Tu también me gustas, Wanda. -

N/A: Hola, espero que la pasen bien leyendo éste fanfic, será algo violento en algunas ocasiones lo crean o no. Si les gusta voten en los capítulos y comenten.

- Amelia.