✧.* En un mundo donde las almas gemelas existen, un soldado fuera de su época encuentra la suya cuando ya se había dado por vencido.
O en donde Steve Rogers y Natasha Romanoff son almas...
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— ¿Sabes donde Thor fue a buscar respuestas?
Aunque no es propio de él, James Barnes inicia la conversación con Tony Stark mientras ambos cortan un montón de troncos.
— A veces no nos contamos todo. Clint es el ejemplo. —Tony hace una mueca, mientras ordena los pocos pedazos de leña que ha cortado en aquel rato. — Esperaba que Thor fuera la excepción.
— Quizás solo hay que darle tiempo. No sabemos qué le mostro Wanda.
— Estás bastante interesado en ella. —El multimillonario afirma, dejando su hacha a un lado cuando ve al ex soldado del invierno cortar los troncos como si fueran papel. —
— Yo... La conozco. La conocía.
— ¿HYDRA?
Bucky solo asiente, mientras sigue cortando leña sin mayor esfuerzo alguno.
— Sabía lo que era capaz de hacer, quiero decir... A veces la recuerdo. Ella es uno de los pocos rostros que verdaderamente recuerdo.
— Fue peligroso que fueras a esa misión, Barnes. Viste a los demás, nos hacemos llamar los héroes más poderosos de la tierra y ella nos despedazo como si fuéramos... algodón. Les hizo ver sus lados oscuros.
— Tú sabes que yo también tengo un lado oscuro, quizás más que todos los demás.
— Pero es diferente. —Tony menciona, y Bucky se digna a dejar de cortar troncos y mirarlo. — Estabas siendo controlado, tu mente no era tuya, no tenías control sobre tus acciones, y simplemente no fue tu culpa, no puedes estar culpándote por algo que no recuerdas. Tú no eras consciente de todas las vidas que te obligaron a quitar.
— Tony...
— Cuando pasó lo de Washington y Nat filtró los archivos de HYDRA, Fury me hizo llegar lo que lograron liberar de la muerte de mis padres. —Bucky se tensa, y siente que en cualquier momento las acciones de las cuales no tuvo control en el pasado harán que el pequeño núcleo que esta formando con el grupo se haga pedazos, pero la mueca del hombre frente a él no demuestra enojo. — Sé lo que pasó. Y hubo un tiempo en que te culpé, en que quería no sé, ¿hacerte sufrir?... Pero después me hicieron comprender que no fue tu culpa. No fue algo que hiciste por voluntad propia.
— Tony, de verdad, yo...
— Lo siento... —Laura interrumpe el momento, con una pequeña sonrisa cálida que se transforma en una mueca de timidez. — Señor Stark... Clint dice a usted no le importaría pero no logramos encender nuestro tractor... Si a usted no le molesta...
