BajiFuyu One-Shots [Tokyo Revengers]

IV. Demasiado temprano (SMUT)

N/A: Este one-shot es un smut o lemmon como prefieran llamarlo, donde ambos personajes están rondando los 20 y pico años, y viven juntos, solo para ponerlos al corriente y avisar, porque también es un vago intento de PWP.

Leer bajo tu propia responsabilidad.

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Resumen: En una mañana cualquiera donde apenas está amaneciendo, Chifuyu es despertado de una manera peculiar

# de palabras: 1776

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No sabe exactamente qué hora es cuando la sensación comienza a despertarlo. Parece temprano pero no tan temprano. Chifuyu podría estirar la mano y tomar el celular para fijarse, pero siente el cuerpo casi paralizado cuando recupera la consciencia.

Se tarda casi un minuto entero en darse cuenta de lo que está pasando, en medio de lo que es una sensación maravillosa pero también tortuosa, en una situación donde su cuerpo entero tiembla y su respiración se encontraba agitada incluso antes de despertarse.

—Ba-Baji-san, ah —es lo primero que dice, arqueándose sobre la cama y apretando la sabana de la cama con los puños a cada costado de su cuerpo.

Porque a su lado no se encuentra nadie, sino que la persona que se acostó con él anoche se encuentra bajo las sabanas, con la cabeza entre sus piernas, volviéndolo loco con lo que está haciéndole con la boca.

Ya le había dicho que lo hiciera, despertarlo en alguna mañana cualquiera de esa manera. Le había dado completo permiso y Baji le había dicho que podía hacerle lo mismo. Aunque fue una charla tan casual y nada seria que realmente no pensó que iba a considerar hacerlo.

Ahora que está sucediendo resulta ser más mágico de lo que se había esperado, con las manos de su novio apretándole el trasero, y sintiendo esa lengua ajena recorrer cada espacio de su piel, ardiente y palpitante, hasta el punto de hacerlo gritar. Quizás es demasiado temprano, los vecinos los van a odiar. Pero tanto da.

Ya está enredando los dedos en esa cabellera negra cuando Baji se detiene, haciéndolo gimotear en protesta. Su cara surge de por debajo de las sabanas, apoyándose contra su pecho, relamiéndose los labios y sonriéndole de una manera que lo desmorona.

—Buenos días —no sabe si esa voz ronca es de ayuda o no.

Chifuyu va a decir algo cuando de pronto siente que lo aprietan entre las piernas, que Baji comienza a masturbarlo, haciéndolo gemir otra vez.

—Dios mío... —susurra con los ojos cerrados, la cara girada contra la almohada, antes de sentir un aliento contra el oído.

—Nada de eso —dice Baji, mordiéndole ligeramente la oreja—. Soy solo yo.

Su mano se mueve más rápido que antes, sin darle tregua, y entre la consciencia apenas recuperada y los niveles de placer por los cielos, Chifuyu siente que podría morir.

Pero ahora que lo tiene a la misma altura se apresura a buscarle la boca para besarlo con urgencia. Baji lo recibe encantado, mordisqueándole los labios y metiéndole la lengua contra el paladar.

Chifuyu también se pone a buscar a tientas, en medio de la penumbra de la habitación, bajo las sabanas, tratando de tocar a Baji para sentirlo. Cuando da con sus caderas revestidas por la tela de los calzoncillos que siguen ahí por alguna razón quiere arrancárselos de una vez. Entonces logra tocar el bulto entre sus piernas y lo siente temblar. Le muerde los labios una vez antes de separarse, solo un poco para mirarlo a los ojos.