VIII. No son solo rumores

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Resumen: Ser parte de la servidumbre del palacio de los Sano le impide decir algo respecto a los rumores que se están alzando entre las paredes del castillo relacionados con uno de los jóvenes amos que viven allí, pero nada le impide a Chifuyu besar a ese joven hasta el cansancio, o de pasar la noche con él.

Advertencias: Este capítulo contiene smut/lemon como prefieran decirle. Leer bajo tu propio riesgo

# de palabras: 6,865

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Chifuyu ha aprendido a ignorarlos, los cuchicheos, los murmullos a veces cargados de burla y desdén. Todas palabras soltadas de gente que se da la libertad de hablar a espaldas de los señores y damas para los que trabajan. Chifuyu ha aprendido a que toda esa información suelta y sin relevancia se le resbale, con el paso del tiempo. Toda la información, salvo la que se trata de ese señor.

—¿Se enteraron? ¿Parece que el joven Baji se ha prendado de alguien al fin?

Mientras limpia los cristales de color celeste frente suyo, piensa que "prendado" no es la palabra que usaría. Porque, por supuesto, él sabe la verdad sobre lo que otros sirvientes piensan que saben ya.

Un año atrás, poco después de que su madre enferma consiguiera que trabaje en el palacio lleno de niños aristócratas y caballeros adoptados donde toda la servidumbre usaba vestidos abultados y oscuros a causa de un fetiche del patriarca borracho que dirigía el lugar, seguramente su versión de ese entonces habría tenido una cierta cantidad de problemas con que la servidumbre rumoreara que el joven Baji estaba involucrado con alguien, porque se lo habría creído y habría concluido que, de hecho, él nunca tendría oportunidad de tener una relación así con él.

Sin embargo, en el ahora, la cosa era muy distinta. Era una pena que Chifuyu no pudiera jactarse de eso con nadie a no ser que quisiera que lo echen del palacio y de la ciudad para siempre.

—Se le ha notado distraído, con la cabeza en las nubes.

—El joven Baji siempre ha sido de esa manera.

—Bueno, pues ahora más. Incluso la señorita Emma y la señorita Senju no han dejado de molestarlo al respecto.

—No he escuchado que le estén concertando citas al joven Baji, ¿será alguien fuera del palacio?

—Con sus salidas nocturnas puede ser.

—Se imaginan qué clase de muchacha habrá sido capaz de llamar su atención.

—Alguien capaz de aguantar a un malhumorado impredecible, eso es seguro.

Tras batallar para sacar una mancha de moho del cristal finalmente, Chifuyu piensa en la cara que pondría todo el mundo si se girara y dijera algo como "de hecho, no es una muchacha, ni una doncella. Porque bueno, yo no me veo como una", pero se limita a fantasear y terminar con sus labores en ese lado del edificio e irse a hacer las otras cosas que debe. O eso es lo que pretende.

—Chifuyu, tú eres cercano a él, por alguna razón. ¿Sabes algo?

El deja caer el trapo sucio en el cubo de agua que tiene al lado, adrede, salpicando algo de agua porque piensa bah, que lo limpien ellos. Luego responde con lo que había tenido pensado decir desde hace tiempo si era que el resto de la servidumbre empezaba a comentar algo al respecto.

—No creo que yo sepa más de lo que ustedes saben. Además, el joven siempre ha dejado en claro que no le interesan esas cosas.

—Pero si lo estuviera...

BajiFuyu One-Shots [Tokyo Revengers]Where stories live. Discover now