Capitulo 1✔️

12 3 0
                                    

Que mi madre no pueda ver esto ahora mismo es algo verdaderamente bueno. Le daría un infarto. He venido a la exposición de Benny esta noche porque le dije que lo haría y porque sé lo importante que es para él. También es importante para mí. Solo quiero lo mejor para mi amigo, del mismo modo que él solo quiere lo mejor para mí. En los últimos tres años Benny ha estado a mi lado para consolarme, beber conmigo, compadecerse de mí e incluso para ayudarme a pagar el alquiler de vez en cuando dándome trabajo. Bueno, por eso y por el hecho de que él me hizo la fotografía del cuadro que estoy mirando en este momento. Y es una foto de mi cuerpo desnudo.

Posar como modelo de desnudos no es lo que siempre soñé que sería el trabajo de mi vida ni mucho menos, pero es una manera de ganar un poco de dinero extra para pagar mis préstamos universitarios. Y últimamente me han estado haciendo ofertas otros fotógrafos. Benny me dijo también que me preparara porque se iba a despertar más interés, por lo de la exposición de esta noche. «La gente va a preguntar por la modelo. Dalo por hecho, Brynne». Ese es mi Benny, siempre tan optimista.

Doy un sorbo a mi champán y contemplo la imagen realmente enorme que está colgada en la pared de la galería. Benny tiene talento. Para ser hijo de refugiados somalíes que empezaron con menos que nada en Reino Unido sabía cómo hacer una foto. Me hizo posar boca arriba con la cabeza girada a un lado, el brazo sobre el pecho y los dedos de la mano entreabiertos entre las piernas. Quiso que tuviera el pelo alborotado, las piernas en posición vertical y mi sexo tapado. Me puse un tanga para la foto pero no se ve. No se muestra nada que pudiera clasificar la imagen de porno. El término correcto en cualquier caso es «fotografía de desnudo artístico». O me fotografiaban con gusto o no lo hacía. Bueno, lo cierto es que esperaba que mis fotos no fueran a parar a webs porno, pero hoy en día nadie lo puede saber con certeza. Yo no hacía fotos porno. Apenas tenía sexo.

-¡Aquí está mi chica! -Los grandes brazos de Benny envolvieron mis hombros y apoyó la barbilla encima de mi cabeza-. Es increíble, ¿no? Y tienes los pies más bonitos del planeta.

-Todo lo que haces se ve bonito, Ben, hasta mis pies. -Me di la vuelta y le miré-. ¿Y has vendido algo ya? Deja que reformule la pregunta: ¿cuántos has vendido?

-Por ahora tres y creo que este se va a vender muy pronto. -Ben me guiñó un ojo-. No seas descarada, pero ¿ves a ese tipo alto con el traje gris y pelo negro que está hablando con Carole Andersen? Ha preguntado por él. Parece que se ha quedado maravillado con tu espectacular cuerpo desnudo. Seguramente vaya a ejercitar mucho la mano en cuanto tenga el cuadro para él solito. ¿Cómo te hace sentir eso, Brynne, cariño? Un tipo rico haciéndose una paja mientras contempla tu imponente belleza.

-¡Cállate! -Le puse mala cara-. Eso es sencillamente asqueroso. No me digas cosas así o tendré que dejar de aceptar trabajos. -Incliné la cabeza y negué con ella-. Menos mal que te quiero, maldita sea, Benny Clarkson. -Ben podía decir la cosa más grosera del mundo y conseguir que sonara correcta y refinada. Debe de ser su acento inglés. Dios, hasta Ozzy Osbourne sonaba educado a veces gracias a ese acento.

-Pero tengo razón -replicó Ben mientras me daba un beso en la mejilla-, y lo sabes. Ese tío no ha parado de mirarte desde que entraste contoneándote. Y no es gay.

Me quedé mirando a Benny boquiabierta.

-Está bien saberlo, gracias por la aclaración, Ben. ¡Y yo no me contoneo!

Soltó esa sonrisita pícara y juguetona tan característica de él.

-Créeme, si me mirara a mí así ya me habría ofrecido para hacerle una mamada en el cuarto de atrás. Está buenísimo.

-Vas a ir al infierno, ¿lo sabes? -Eché un vistazo disimuladamente y miré al comprador. Benny tenía razón; ese tío estaba cañón desde las suelas de sus Ferragamos hasta la punta de su pelo oscuro ondulado. Casi metro noventa, musculoso, seguro de sí mismo, rico. No podía verle los ojos porque estaba hablando con la dueña de la galería. ¿Sobre mi foto tal vez? Difícil de decir, pero de todas maneras daba igual. Aunque la comprara no iba a volver a verle.

Atraccíon PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora