Capitulo 4✔️

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El Vauxmoor's Bar & Grill estaba muy de moda pero no era tan ruidoso como para llegar al punto de tener que gritar para hablar. De todas maneras, disfrutaba simplemente con las vistas que tenía delante. Sentado frente a su plato de solomillo, Ethan era la viva imagen de un caballero inglés. Un caballero inglés muy educado y extremadamente cañón. El deseo y la promesa de sexo apasionado que habíamos compartido en el ascensor se había evaporado. Ethan había puesto fin a esa situación con la misma rapidez con la que me había puesto a mil.

-¿Qué tal se siente una americana en una universidad tan lejos de su hogar?

Di vueltas a mi ensalada con trozos de carne y al final le di un trago a la sidra.

-Des..., des..., después del instituto lo pasé un poco mal. De..., de... -Cerré los ojos un momento-. De hecho estaba fatal, por muchas razones. -Cogí aire para tratar de calmar los nervios que me entraban siempre que tenía que responder a esa pregunta y dije-: Pero con un poco de ayuda conseguí centrarme y descubrí mi interés por el arte. Hice la solicitud para venir a estudiar aquí y milagrosamente me aceptaron en la Universidad de Londres. Y mis padres estaban tan emocionados de verme motivada que me desearon lo mejor. Tengo una tía abuela en Waltham Forest, mi tía Marie, pero aparte de eso no tengo a nadie más aquí.

-Pero ahora estás estudiando un posgrado, ¿no? -Ethan parecía verdaderamente interesado en lo que hacía aquí, por lo que le seguí contando.

-Bueno, cuando terminé la diplomatura en Historia del Arte decidí hacer la preinscripción en estudios avanzados en Restauración. Me volvieron a aceptar. -Clavé el tenedor en un trozo de carne.

-¿Te arrepientes? Suenas un poco melancólica. -Ethan sabía poner una voz dulce cuando quería.

Le miré la boca y pensé cómo sería si se abalanzara sobre mí y me obligara a aceptar su beso.

-¿Sobre lo de venir a Londres? -Negué con la cabeza-. Para nada. Me encanta vivir aquí. De hecho, como no consiga el visado de trabajo cuando acabe el máster voy a estar hecha polvo. Siento que ahora mi hogar es Londres.

Me sonrió.

Eres demasiado guapo, maldita sea, Ethan Blackstone.

-Encajas aquí... muy bien. Tan bien que de hecho nunca hubiera sabido que no eras de aquí hasta que hablaste, pero incluso con tu acentazo americano y todo pareces una más.

-Acentazo, ¿eh?

-Un acentazo muy bonito, señorita Bennett. -Me sonrió con sus ojos azules brillantes.

-¿Y qué me cuentas de ti? ¿Cómo ha llegado Ethan Blackstone a ser el director general de Seguridad Internacional Blackstone, S.A.? -Le dio un trago a su cerveza y se relamió la comisura de los labios. Llevaba un elegante traje ejecutivo gris oscuro que definitivamente costaba más que mi alquiler-. ¿Cuál es tu historia, Ethan? Y, por cierto, tú en cambio no tienes ningún acentazo, qué va. -Sonreí.

Enarcó una ceja de manera sexy.

-Soy el pequeño de dos hermanos. Mi hermana y yo nos criamos con mi padre. Conducía un taxi londinense y me llevaba con él cuando no tenía clase.

-Por eso no necesitaste ni una indicación para encontrar mi piso -dije-. Y he oído que los taxistas de Londres tienen que aprobar un examen de todas las calles. Eso es increíble.

Volvió a sonreírme.

-A ese examen le llaman El conocimiento. Muy bien, señorita Bennett. Para ser americana estás bastante puesta en cultura británica.

Me encogí de hombros.

-Vi un programa sobre eso. Muy divertido, de hecho. -Me di cuenta de que había cambiado de tema, así que dije-: Perdona por interrumpirte. Entonces ¿qué hiciste cuando acabaste el instituto?

Atraccíon PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora