Capitulo 3✔️

9 2 0
                                    

La preciosa piel morena de Benny tenía un aspecto maravilloso en contraste con el amarillo pálido de la camisa que cubría su musculoso cuerpo. Benny desprendía confianza en todos los aspectos de su vida. Totalmente optimista. Ojalá pudiera ser un poco como él. Lo había intentado con todas mis fuerzas pero digamos sencillamente que mis intentos daban pena.

-Así que este tipo, Ethan, está tratando de montárselo contigo, ¿eh? Vi cómo te miraba, Brynne. No te quitaba ojo ni un segundo -murmuró Ben-, y no le culpo.

Benny siempre ha sido así de mono. Mi apoyo cuando necesito un hombro sobre el que llorar. Había tratado de mantener la conversación en torno a su fotografía y a la exposición de la galería, pero él seguía volviendo una y otra vez al tema de Ethan.

-Sí, bueno, posee el don de querer tener siempre la razón y eso no me gusta, Ben. -Mojé mi patata frita en un poco de salsa alioli y me la metí en la boca-. Y, por cierto, gracias por convertirme en una mujer sincera esta noche. -Me comí otra patata-. Le dije a Ethan que tenía planes, lo que era una completa mentira hasta que me llamaste.

Ben me apuntó con una patata y sonrió.

-¿Por eso casi te abalanzaste sobre mí por teléfono?

Le di un trago a mi sidra Sheppy's, incapaz de seguir comiendo la hamburguesa y las patatas.

-Gracias por la invitación, amigo mío. -Incluso a mis propios oídos sonaba como un muermo.

-¿Por qué no quedas con él? Está muy bueno. Le vuelves loco. No cabe duda de que puede permitirse que os lo paséis en grande. -Benny me cogió la mano y llevó sus suaves labios a mi piel-. Necesitas un poco de diversión, cielo. O un buen revolcón. Todo el mundo lo necesita de vez en cuando. ¿Hace cuánto que no...?

Aparté la mano y di otro trago a mi Sheppy's.

-No voy a hablar de la última vez que eché un polvo, Ben. No sabes dónde está el límite, ¿no?

Me miró paciente.

-Definitivamente necesitas un orgasmo, cariño.

Ignoré su comentario.

-Él es simplemente demasiado..., esto..., yo..., ese..., ese tío es tan sumamente intenso, maldita sea. Sus palabras, lo que hace, cómo levanta las cejas, esos ojos azules... -Me llevé el dedo a la sien como si fuera una pistola y apreté el gatillo-. No puedo pensar cuando empieza a dar órdenes.

Me di cuenta de que Ben también había apartado su plato.

-Listo para irte, ¿no?

-Sí. Vamos a dejar a tu sexualmente frustrada vagina en casa. A lo mejor puedes tener una cita con tu vibrador y eso te ayuda.

Le di una patada por debajo de la mesa.

Durante el recorrido en taxi hasta mi casa pensé en el trayecto en el coche de Ethan la anoche anterior. Obviamente me sentí lo bastante cómoda como para quedarme dormida. Eso había sido un completo shock. Yo nunca hago cosas como esas. Jamás. Teniendo en cuenta mi pasado, bajar la guardia con extraños no era una opción a contemplar, y menos quedarme dormida. Pero, entonces, ¿por qué lo había hecho con Ethan? ¿Era por lo bueno que está? La verdad es que solo le había visto la cara pero era evidente que debajo de su traje de seda había un cuerpazo. Ese hombre lo tenía todo a su favor. ¿Por qué estar conmigo cuando evidentemente podía estar con quien quisiera?

-Entonces ¿mañana tienes una sesión de fotos de estudio en Lorenzo?

-Sí. -Abracé a Ben-. Gracias por recomendarme, peque, y por la cena. Eres el mejor. -Le di un beso en la mejilla-. Vaya con Dios, tío bueno.

Atraccíon PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora