El Juego Perfecto.

1.- Acepto.

Gryffindor había ganado y en la sala común todos estaban celebrando.

Hermione, al igual que los demás aplaudió y gritó celebrando.

Entonces lo miró. Ron estaba de pie, celebrando su gran vitoria. Entonces él la miró y sonrió.

Hermione llevaba tiempo sin sentirse así, para ser más exactos, desde cuarto año y Viktor Krum. Pero ahí estaba, viendo a Ronald y sintiendo que se ahogaría con tantas mariposas.

Entonces el chico le hizo señas para que se acercara. Tal vez sería el momento y por fin lograría estar con la persona que en verdad amaba.

Camino lentamente hacía él, empujando a uno que otro en el camino, incluso le tiró la bebida a una chica, así que se detuvo y se disculpó.

Cuando volvió a mirar su destino, sintió como su corazón se partía en mil pedazos.

Ron recibía con los brazos abiertos a nada más y nada menos que a Lavander Brown. Ella saltó y lo abrazó por el cuello para después plantarle un beso que el pelirrojo no dudaría ni un poco en contestar.

En ese momento sintió que se ahogaba. Las lágrimas comenzaron a brotar, miró a Harry, pero estaba demasiado feliz abrazando a Ginny y festejando el beso de su mejor amigo. No arruinaría el momento, así que se dio la vuelta y salió corriendo de ahí.

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Matar a Dumbledore, arreglar el armario, hacer que los mortífagos entren.

Matar a Dumbledore, arreglar el armario, hacer que los mortífagos entren.

Matar a Dumbledore, arreglar el armario, hacer que los mortífagos entren.

¡Crash!

Los pedazos de espejo cayeron frente a él y su mano comenzó a sangrar.

Sus ojos se reflejaron en lo que quedaba de espejo, estaban rojos y su cabello estaba despeinado.

Se sentía cansado, desesperado, no estaba comiendo bien, mucho menos durmiendo.

El collar había fallado, tenía que encontrar otra manera.

Se miró el puño y bufó.

-Reparo -Susurró y de inmediato el espejo volvió a la normalidad

Salió de ahí como si nada y comenzó a caminar por los pasillos, sin pensar mucho y sin un rumbo fijo.

Se sentía perdido, cansado, sin alma. Ya no quería esto, pero tenía que hacerlo o Voldemort mataría a su familia frente a él para después asesinarlo... Y todo esto le pasaba por un maldito status social, una estúpida creencia de pureza de la sangre.

Bah, como si hubiera una sola familia ciento por ciento pura. -Pensó.

Unos sollozos lo hicieron detenerse y alzar la mirada.

Sentada en un escalón estaba la sabelotodo de Granger llorando con unos pájaros revoloteando a su alrededor.

La miró por unos segundos sin decir nada hasta que ella se percató de su presencia.

-No estoy de humor, Malfoy -Se defendió antes de que el rubio la molestara (cosa que hacía regularmente)

Draco justo iba a contestarle cuando unas risas lo interrumpieron.

Ron y otra chica a la cual no conocía entraron de la mano al salón donde ellos estaban.

-Herms... -Ron se detuvo en seco al verla, Hermione se limpió las lágrimas y se giró para que no la viera, pero era tarde, el pelirrojo las había notado- ¿Estás bien?