El Juego Perfecto.

14.- El Sepulcro Blanco.

¿Qué pensaron? Katherina ya nos dejó sin final. 

Pues no. Aquí está el último capítulo de la primera parte del Juego Perfecto. 

Espero puedan perdonarme, pero trabajo en un restaurante y las fechas decembrinas siempre son las más atareadas, pero aquí estoy de regreso. 

Recuerden que este no es un adiós, si no un hasta pronto. 

No olviden dejar sus Comentarios y su estrellita. Las quiero. 

***

Un zumbido.

Es lo único que mis oídos y mente pueden escuchar.

Puedo sentir como Snape me jala del brazo, obligándome a salir de la torre.

Camino por inercia, guiado por el maestro de pociones, por su mejor amigo...

Snape me salva de un par de hechizos al salir de la torre, pero yo sigo sin responder, sigo en shock.

Logramos salir del castillo tumbo a la cabaña de Hagrid, los Carrow gritan eufóricos, como si de su victoria se tratara.

Un hechizo me pasa rozando y la cabaña comienza a incendiarse. Potter grita algo detrás de nosotros, pero yo solo me limito a mirar el fuego... Ese fuego ardiente, tan vivo, tan fuerte que solo me recuerda a ella... Hermione... Mí Hermione.

Y yo solo le suplico a los cielos y pido, que después de cien años, finalmente pueda decirle que fue mi primer y único amor.

-¡Corre! -Me ordena Snape y yo obedezco sin mirar atrás, lo último que escucho es a Potter gritar.

Cierro los ojos y me dejo guiar. Quiero regresar, pero sé que en este momento me odia.

"Perdón amor, no tenía opción"

La mansión está fría, incluso más de lo habitual.

Los gritos de victoria resuenan en sus negras paredes de mármol, todos festejan nuestra primera victoria, aunque yo la siento más como una derrota indirecta.

-El día de hoy, hemos dado un gran paso en nuestro camino a un mundo mágico más puro y perfecto -Sisea Voldemort, yo tengo mi mirada fija en la mesa- Y todo gracias al joven Malfoy -Alzo mi mirada, tratando de mantenerla en sus espeluznantes ojos de serpiente- Aunque fue Severus el que concluyó la tarea, él fue la pieza clave para entrar al castillo -Alguien me da una palmada en el hombro, yo trato de sonreír, pero no me sale- Puedes pedirme lo que quieras muchacho, lo mereces.

-Gracias mi señor -Respondo.

Siento una mirada fija en mí, es incómodo, así que me giro para encontrarme con la persona que me mira... Es mi tía Bella.

Me mira de una manera extraña, como si tratara de descifrar un acertijo, encontrar la pieza faltante de algo y si algo sé de esa mirada es que lo que viene después, no puede ser bueno.

-Ahora que logramos librarnos de Dumbledore, es tiempo de avanzar -Continúa Voldemort- El castillo es nuestro, ahora hay que ir por el Ministerio...

***

Se suspendieron las clases y se pospusieron los exámenes. La noticia de la muerte del director y la entrada de los mortífagos a Hogwarts no tardó en saberse por casi todo el mundo mágico. Los padres llegaron casi de inmediato por sus hijos y se los llevaron del castillo. Seamus Finnigan se negó rotundamente a acompañar a su madre a casa; discutieron a gritos en el vestíbulo, y al final ella permitió que su hijo se quedara hasta después del funeral. Seamus les contó a Harry y Ron que a su madre le había costado mucho encontrar una cama libre en Hogsmeade porque no cesaban en llegar al pueblo magos y brujas que querían presentarle sus últimos respetos a Dumbledore.