3.1.- El Juego Perfecto.

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-Detente, Hermione -Rogó Harry- Me estás poniendo aún más nervioso.

-Te romperás la rodilla -Añadió Ron

-Llevan horas dentro -Suspiró- ¿Cuánto tiempo pueden durar deliberando? Ya dimos nuestro testimonio, no puedo creer que no nos crean...

-Relájate, es más complicado de lo que pensamos...

-¡¿Qué tan complicado puede ser?! -Hermione se puso de pie y comenzó a caminar en círculos- Son tres jóvenes que actuaron bajo la presión de sus progenitores -Se llevó las manos a la cara- Ellos no tienen la culpa, además que al final nos ayudaron

-Hermione...

-No, Ron -Interrumpió- No me pidas que me calme, eso no me ayuda a calmarme -Dijo sin mirarlo- Quiero entrar y gritarles, decirles que no fue su culpa...

-Hermione

-Que todo fue planeado por nosotros, que eran agentes dobles y que...

-¡Hermione!

-¡¿Qué?!

Hermione se giró y sintió como todo su cuerpo se relajó.

Frente a ella, tan pulcro y guapo como siempre y con una enorme sonrisa en su rostro, estaba Draco.

-¿Podrías dejar de gritar? -Preguntó- Dejarás sordos a todos en el Ministerio.

Hermione sonrió y comenzó a llorar.

-¿Eres libre?

-Soy libre -Respondió

Hermione corrió hacia él y se lanzó a sus brazos para abrazarlo.

Ese abrazo reparó todo lo roto que Draco tenía en su interior y por primera vez en su vida, se sintió libre y amado.

Hermione se separó de él y le dio un golpe en el brazo.

-¡Te fuiste!

-Hermione... -Draco se sobó el brazo

-¡Dijiste que ya nunca me dejarías y te fuiste!

Harry y Ron retrocedieron un paso y Draco los miró como rogando que no lo dejaran.

-Yo... -Titubeó- Perdón

Hermione comenzó a llorar con más fuerza, Draco se acercó de nuevo y la abrazó.

-Te juro que no volverá a suceder

-Tenía tanto miedo de perderte -Sollozó- Pensé que no volvería a verte...

-No vas a librarte de mí tan fácilmente -Draco le limpió las lágrimas- Lo juro.

Entonces la besó.

***

Todos estaban sentados alrededor de una mesa en un restaurante cercano. Theo se había encargado de contarles todo lo que había pasado dentro.

Al parecer, el retrato de Albus Dumbledore y Severus Snape, además de los testimonios de Harry, Hermione y Ron, convencieron a los miembros del Wizengamot de que todo había sido un plan de Dumbledore desde el principio y que, los tres Slytherin eran agentes dobles, como Snape lo había sido alguna vez.

Gracias a eso, los tres chicos y la madre de Malfoy salieron libres. Lucius no corrió con la misma suerte.

Fuera lo que fuera, estaba libres y todo cargo en su contra había sido removido.

Ahora podían vivir en paz.

***

-¿Ya tienen todo listo? -Preguntó Hermione por quinta vez

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