¿Qué hora era? Me giré a ver el reloj electrónico en mi mesita de noche. Las 3:20 de la madrugada marcaba. Volví despacio a mi posición sentada.
Dos pares de ojos clavados en mí.
En primera instancia, un frío me recorrió la columna y los vellos de mi piel se irguieron junto a toda mi anatomía. Estaba aterrada viendo como esos dos pares de orbes, de colores verde y café, parecían flotar en la densidad del ambiente.
Como pude, con la respiración agitada, disipé el miedo, y observé bien las miradas, entendí que no me querían hacer daño. Estaban preocupados, consternados y tenían miedo.
—¿Quiénes son? —pregunté, con la voz hecha un hilo.
—Deberías temerle. —La voz de un hombre reverberó tenebrosa en el cuarto.
—¿Temerle a quién? No sé de qué me hablan. —Me destapé y quedé arrodillada en mi cama, atenta a sus respuestas.
—Está enojado... —habló una mujer, parecía estar al borde del llanto.
—No... No comprendo —murmuré confusa e inmersa en la tristeza de sus ojos.
—Tienes que huir —continuó la voz femenina—, rápido. Ahí viene. Está enojado.
—¿¡Quién viene!? No- ¿¡De qué tengo que huir!? —Mi voz salió desesperada.
Intenté moverme y acercarme a los ojos, pero no podía.
VOCÊ ESTÁ LENDO
Apolar
Mystery / ThrillerElla había hecho algo muy malo pensando que hacía el bien. Él sabía sus secretos. Él y ella eran lo mismo. Solo que en un gran espectro, ellos se ubicaban en cada extremo. En sus vidas no existía un punto medio.